martes, 28 de diciembre de 2010

LA TETA DE LA LUNA

Las 11 de la mañana del 11 de septiembre del 2001 fue terrible para el mundo. Ese mismo día Oliva salió de la clínica de la estancia con una de las noticias más trágicas que mujer alguna pueda recibir. Tenía la mirada ida, el corazón acelerado y una tristeza infinita, en sus manos un papel verde que sentenciaba su tragedia. Caminó por horas sin rumbo hasta que cinco horas más tarde un policía la hizo reaccionar y le dijo que las Tres cruces no era lugar seguro para que una mujer anduviera sola y la regresó a su casa, en el barrio La Esmeralda. Al llegar todo le pareció ajeno, miró a sus hijos y un estremecimiento frío la hizo desvanecer frente a ellos. Cuando regresó de su miedo, los miró a los ojos y entre sollozos les anunció que tenía cáncer de mama, que se iba morir, que la perdonaran (como sí ella tuviera la culpa). Maite tiene 7 años pero una madurez profunda para entender la vida y sin más se quitó el escapulario y se lo colgó a su mami. Hernán, su otro hijo de 24 años, el hombre de la casa, porque Oliva es madre soltera, y quien la tiene como beneficiaria en COOMEVA, se quedó de una pieza, abrió los ojos como si hubiera visto el peor de los espantos, se tiró al piso y convulsionó.

Oliva tiene 42 años y vive con sus padres y dos de sus hermanas, y a ella le parece que estos miembros de su familia nunca comprendieron la angustia y el grado de susceptibilidad por el que atravesaba. Ellos dicen que no se trataba de subestimarla o hacerla sentir como la pobrecita, sino de tratarla como normal, que nunca la atendieron como una lisiada para que ella sacara su fuerza interior y luchara contra el cáncer, y por eso la trataron “aparentemente” como si no pasara nada, aunque por dentro todos sufrían, y ese miedo los hacia irritable.
Y no crean, por culpa de la teta de Oliva, la familia ha padecido días largos, llenos de histeria y desasosiego.

El 23 de noviembre la operaron y el 26 comenzaron las radiaciones que duraron 33 días consecutivos en el sector de Oncología en el Hospital Universitario San José. En esos 33 días, esperando turno conoció a muchos pacientes que días después se enteraba, habían fallecido. Eso era tristísimo y desalentador, hoy en día pasar por esos pasillos le da nausea y horror. Las radiaciones le pusieron la piel negra y la ropa le fastidiaba tanto que sentía la piel quemada. El mundo se le había venido encima, así, sin más y la sicóloga le decía que parte del éxito estaba en su buen estado anímico, que no desfalleciera, pero es que era tanto el dolor, el misterio, la desazón, la angustia, los muertos, el miedo, la pérdida de la fuerza en el brazo derecho, ese hueco...

Después fue la quimioterapia, unas inyecciones que le aplicaban en la vena cada tres meses y le provocaban mareo, calor, vómito, dolor de cabeza y caída del cabello. Para eso la internaban dos días en el hospital. Y los exámenes de sangre cada ocho días y el inicio de un tratamiento que durará cinco años, y consultas mensuales y biopsias y...

Oliva ya no ríe ni habla como antes, siente que la peor de las desgracias le tocó en suerte, pero al mismo tiempo, tener vida aun, es la mejor de las bendiciones de Papito Dios, su soporte.

No puede contar su historia sin dejar de llorar, de mostrar su irritación, de estar agradecida por aquellos que le dieron apoyo moral en los peores días, “siquiera una llamadita...” pero al mismo tiempo, es inevitable sentir un rencor sordo, como de río, por aquellos que fueron intolerantes con su dolor, por aquellos que no la apoyaron.

“Le cuento mi historia -me dice-, para que la gente se dé cuenta, que si uno lucha, desde adentro, con el alma, uno sobrevive, y que si a uno se la cae una de las gemelas, no se le cae la esperanza.”

lunes, 27 de diciembre de 2010

Para un Cauca Mejor (5)

por/Marco Antonio Valencia

Deseo prosperidad para el año nuevo. Favor no quemar pólvora el 31 de diciembre. La gente culta, que piensa, que es inteligente y tiene un mínimo de entendimiento no quema pólvora porque sabe que es un riesgo para su salud y pone en peligro la vida propia y la de los demás. Los truenos de la pólvora estresan y dañan la paz.

No seamos ignorantes, no votemos el dinero de manera tan imbécil. La pólvora no es tradición sana. Avancemos al siglo XXI erradicando las costumbres bárbaras del ayer.
Después de la súplica envuelta en regaño, continúo aportando ideas para que políticos (o aspirantes) desarrollen proyectos que permitan el desarrollo que como caucanos necesitamos.

26. Restitución de tierras. Es importante que de una vez por todas se realicen mesas de concertación y diálogos -diferentes a los tradicionales-, para que gobiernos, hacendados y comunidades de indígenas y negros por fin tengan definido linderos y títulos de propiedad de fincas y propiedades. El conflicto de tierras en el Cauca es ancestral y no permite el progreso ni la inversión. Además de generar guerras, combates y muertes.

27. El Cauca es uno de los departamentos más conflictivos de Colombia. Todas las grupos armados han tenido y tienen asiento aquí (paras, guerrillas, mafias, delincuentes comunes) y por lo tanto son miles la victimas de su acción violenta. Es importante que la ley de justicia y reparación de victimas que tiene el actual gobierno sea una realidad para nuestra región y nuestra gente. Hay que abandonar la guerra y evitar las venganzas. Hay que generar acciones de reparación y justicia regional y local.

28. Servicios social obligatorio para universitarios. Popayán es ciudad universitaria. Qué bueno sería crear un marco legal de “responsabilidad universitaria” donde todos los graduados en el Cauca, de manera obligatoria entreguen su tiempo para colaborar y erradicar la pobreza regional a través de alcaldías y ONGs. Para ayudar y asesorar a campesinos y menos favorecidos en aspectos de salud, educación, vivienda, justicia, empleo, creación de microempresas, etc.

29. Educar el talento y apoyar la producción artística. Los artistas son la mejor imagen de una cultura, de un pueblo, de una región; pero tenemos que fomentar y apoyar sus procesos de educación y estimular el arte desde la infancia. La gente se siente orgullosa de sus artistas famosos. Por lo tanto, la inversión en cultura debe ser grande, no residual. Las pirámides de Egipto, por decir algo, son ejemplo de inversión en el sueño e imaginación de los artistas y es lo que perdura de una cultura extinta.

30. Reinventar la historia de orgullo regional. Es importante que las nuevas generaciones se sientan orgullosas de sus lugares de nacimiento, de su pueblo, su historia y su tradición. Hay que re-escribir y socializar todas las hazañas regionales que nos hacen únicos y diferentes en el contexto nacional: alimentos, músicas, sitios turísticos, personajes, historias, geografía, mitos, leyendas, etc.

jueves, 23 de diciembre de 2010

EL HIJO DE MARÍA

El hijo de María era niño regordete, alegre y preguntón. De mirada inteligente y sonrisa que conquistaba mundos.

El hijo de María tenía futuro, tal vez iba, cuando grande, a estudiar Medicina para salvarle la vida a algún enfermo, tal vez estudiaría Derecho para defender a los corruptos, o Ingeniería (pero jamás para comprar o negociar la dignidad por un contrato con los alcaldes), o tal vez fuera a ser un chef famoso (pero no de comida chatarra, comida que mata más gente en un año que todos las guerras juntas); Sí, ese niño tal vez iba a serle útil a la humanidad.

El Hijo de María era especial. Desde que nació, por ejemplo, hizo mover la economía del mundo. Desde su cuna fue cliente fijo de fabricas de pañales, papel higiénico, teteros, cremas, juguetes, leche en polvo, compotas, copitos, algodones, ropa, tejidos, plásticos, en fin... ese niño, con solo empoparse, o berrear, como les digo, hacia mover la economía del mundo.. ¿Se imaginan ustedes cuando estuviera en edad escolar? Es que los niños son costosos (por eso hay que ponerse el condón si no se esta programando hijo), pero los adolescentes cuestan mucho más, y los adultos ni se diga, porque somos seres consumistas y vivimos en una época que la comodidad demanda muchos, pero muchos gastos.

El hijo de María, tal vez, iba a casarse y tener hijos. Es muy posible que fuera a ser un gran presidente, un profeta, un inventor, un artista famoso o simplemente su vida le diera razón de vivir a alguien. Tal vez ayudaría a algún viejo a cruzar la calle, o llorara viendo los atardeceres hermosos de una ciudad colonial. Quién sabe.

Pero al hijo de María lo mataron. Y de la peor manera. Murió despellejado en el Hospital Universitario. Balbuceando por un trago de agua que no podía tomar, dando grititos guturales para llamar a su mamá, que a su lado, estremecida, vivió en pena el infierno de ver morir a su pequeñín lentamente sin poder hacer nada. Y nada, es nada.

Al hijo de María le estalló en la cara “un jabón” (que no es otra cosa que un taco de pólvora, la misma que usan en la guerra para destruir casas y tumbar puentes). Se la compró, por ahí en la calle, un tío bonachón y pendejo. Al que provoca darle cárcel perpetua y transplantarle orejas de burro. ¿A qué adulto responsable, con dos dedos de frente, se le ocurre regalarle pólvora a un niño?

¿Pero de quién es la culpa que se haya muerto el hijo de María en tan fatídica y horribles circunstancias? ¿Del tío estúpido que se la compró? ¿Del ignorante polvorero que mejor debería vender buñuelos con dulce, y no algo tan peligroso para todos? ¿De la curia que alimentó la tradición de las fiestas navideñas y patronales con pólvora? ¿De los alcaldes y policías faltos de pantalones para decir como hombres “en éste municipio no se vende pólvora”? ¿De la nefasta Ley de Seguridad Social que nos tiene sumidos en “aguasdepanelas” en vez de medicinas eficaces y volvió en tristeza el servicio de médicos, especialistas y hospitales? ¿De María que, como madre novata e inexperta no sabía que la pólvora es peligrosa, por muy “chispita mariposa” que sea

lunes, 20 de diciembre de 2010

EL CHISME

Se cuenta con picardía, se recibe con una exclamación y los ojos abiertos. Se adereza con expresiones: “quién se lo iba a imaginar”, “que tal”, “se lo tenían bien guardado” (…) Llega a oídos de gente que los protagonistas desconocen, no importa: los chismes, corren, vuelan, no pagan pasajes, ni peajes, no tienen horarios, se riegan, es gratis, divierte, es un regalo social, hace amigos, genera confianza: “a ti te cuento, porque sé que no se lo vas a contar a nadie”, “te cuento, pero no me vas hacer quedar mal”.
“Aquí entre nos”, un secreto que se convierte en chisme se vuelve historia con vida propia, corre de boca en boca, atraviesa paredes, oficinas, casas, calles, no pide permiso; se confunde por ahí, entre las minifaldas y el tinto; se retuerce por ser contado, por volverse a contar y divertir. Sirve para intrigar, para iniciar una conversación, para tener la disculpa de una llamada, un Chat, un e-mail, para acompañar una cena donde no hay nada que decir.
El chisme hace gárgaras en la vida de más de uno. Se retroalimenta con otras historias, hincha lenguas, se distorsiona y se disecciona en la mesa de muchos, se degusta en el paladar del viperino. Los bocones se nutren. Los metiches soban sus manos…
El chisme se vuelve noticia, crónica social, tema de cóctel, materia de discusión, se reinventa en los cafés, de él se hace chiste en los billares y en el parque, se vuelve hazaña, mito, leyenda, historia urbana, caricatura, asunto de opinión, editoriales y discusiones…
Pero el chisme también sirve para mancillar famas, acabar reputaciones; para malograr amores, para dañar al otro, para exorcizar envidias, para demostrar lo mala gente que somos, lo burleteros que podemos llegar a ser, lo peor de notros mismos…

FIESTA DE RICOS RUMBEROS

Pudo haber sido una rumbita cualquiera de happy birthday, una orquesta como otra, dos cantantes normalitos traídos desde Puerto Rico por un millonario extravagante, pero no, fue una noche gozona y de las buenas. Se reunió la Sociedad In de Loteros del Sur Occidente Caucano, la pléyade del periodismo privilegiado de la parroquia y los que creen que los santos sudan por un lado; por el otro lado 27 zutanos melómanos, el maestro Jaime Castillo, un vendedor de maní y yo. Éramos pocos (los afortunados) para llenar el Coliseo La Estancia y para la magnitud del evento.

El aguardientico corrió suave por los tubos digestivos, y de verdad, puedo jurar, que tomar sin fumar no da guayabo, pero sí un poco de flacidez sexual y al otro día un poquito de diarrea, pero poquita no más, insisto. Otros licores además de diarrea dan dolor-doloroso de cabeza, vómito, miadera, impotencia y ganas de mentir (“no vuelvo a tomar”, se falsea).

Miller Giraldo estuvo bien como animador, el tipo se tiene confianza, la gente lo quiere y responde a sus caprichos. El show de Miller tiene son, es agradable y sobre todo, un estilo ilécebra con muchos seguidores (salúdame por la radio el domingo Miller).

La orquesta Vía Libre tiene 7 años de tradición, 13 músicos y 2 cantantes: Javier Caicedo y Carlos Valencia muy buenos, saben carear, tienen histrión, variedad y calidad de voz. Me contaron que ya grabaron un disco pero que lo tienen archivado, pues yo les digo que están perdiendo plata, fama y proyección, mejor dicho, que el manejador se ponga mosca.
Desde puerto Rico vino David Pabón, la verdad yo no sabía quién era ese señor (que ignorancia musical la mía, eh?) y resultó ser un cantante famosísimo de salsita de alcoba, esa música cachonda para cornudos de primera, con letras pervertidas y picantes, musiquita insinuante, chévere, amacizable. Me gustó la voz del man, soy de esa generación, crecí con esa musiquita barata, pero bacana, con esa enamoré, aprendí a bailar, a calentar feligresas, a pedirlo, a llorar, a emborracharme con guayabo; la salsita de sábanas es de efectos sentimentales para sementales, de estimulo sonoro y clictoriano, con letras plegadas de sexo tierno.

(Já, esa músicota y la felonía en marcha: “el pichilín” con flacidez sexual por tomatrago).

El otro artista fue Luisito Carrión, que dizque perteneció a la Sonoro Ponceña y que tal, con salsita más pesada, menos decante, más bailable, en fin, el tipo vino, cantó gustó y se llevó aplausos además del amor de una presentadora de la T.V. local (chisme).

Al son de Vía Libre, los boricuas, la feria de los vendedores de maní, el agurdientico circulante, el encanto de una luna en cuarto menguante, el encuentro de mujeres hermosas (andan diciendo que las patojitas son hoy por hoy las viejitas más hermosas del país), y el marramao de Miltón a todo pulmón: “jueeeeeeeeeegaaaa laaa looooooteeeeeeeeeriaaaaaaaa,” celebramos el 4 de julio pasado los 80 años de Lotería del Cauca, una institución que desde 1923 viene llenándole el bolsillo a los suertudos del barrio, una empresa que contribuye con millones y millones para la salud de los colombianos, así lo dice su slogan, así suponemos que es.

Hermanos míos, se perdieron una rumbita buena, sabrosita, barata (cinco mil pesitos no más), incluso hasta se hubieran podido reír con un pitico de regaño (piiit, pit) del seór Pito a los que querían sabotear el gatuperio protocolario, en fin. Felicidades a la octogenaria institución y sus trabajadores, y gracias. Insisto, estuvo chévere, muy chévere.

domingo, 19 de diciembre de 2010

POR UN CAUCA MEJOR (4)

por: Marco Antonio Valencia

Feliz Navidad a todos mis lectores. Sigo publicando ideas, soluciones y propuestas significativas para ser implementadas por instituciones, municipios y entes gubernamentales en pro de una mejor calidad de vida para la región. A veces se tiene el poder, el dinero, las ganas, pero faltan ideas. Aquí están.

19. Acabar con la discriminación. Es importante reconocernos como región y abrir las puertas de las oportunidades a todos los caucanos sin distingo de razas, credos o lugar de nacimiento. El centralismo de los payaneses y la discriminación hacia los que no tienen apellidos de familias tradicionales españolas crea desconfianza, resentimientos, insolidaridad, falta de aceptación y vergüenza por quienes viven en los paradigmas de la heráldica de antaño. En el mundo moderno los apellidos no son argumentos ni papeles de presentación. Negar al otro por falta de apellidos con pedigrí es intolerancia social.

20. Hay que desembotellar vialmente al Cauca. Es necesario aumentar nuestra conectividad vial para generar desarrollo y poder llevarle a le gente marginada -por falta de carreteras-, mejores servicios básicos como la salud y educación. La ampliación de las carreteras que van al Huila, Nariño y el Valle son prioridad, y la creación de carreteras al sur del Cauca y al mar, son fundamentales para salir de nuestro atraso económico.

21. Los noticieros locales de televisión deberían de tener sus propios formatos y no reproducir la decadencia y lo criticable de los noticieros nacionales como son las notas de farándula, chismes y amarillismo bárbaro. Más reportajes, más crónicas, más entrevistas. Más fomento al empresarismo, a la cultura ciudadana, al amor por la patria chica.

22. Cauca Digital debe ser una realidad. Para ello todas las empresas del Estado municipales y departamentales deben crear y permitir la opción de hacer diligencias vías internet; y de igual manera subir su información histórica y actualizada para que la gente tenga acceso a la información pública sin restricciones. Que todo sea público, transparente a través del Internet. La Cámara de Comercio –igualmente-, debe motivar, capacitar y convencer a nuestros comerciantes de las bondades de los sitios web para establecer negocios y facilitar sus trámites a nivel global.

24. Que absolutamente todos los docentes tengan capacitación en informática e internet con componentes pedagógicos para el uso en el aula de las Nuevas Tecnologías que les permitan enseñar con propiedad en el siglo XXI. Que los colegios tengan equipos con conexiones de banda ancha, y que los profesores tengan opciones de compra de equipos personales a bajo precio.
25. Cauca bilingüe: la tendencia de todas nuestras instituciones educativas debería, además de la digital, ser la de un Cauca bilingüe. Que el bilingüismo deje de ser un deseo para convertirse en una realidad. Así nuestro turismo sería más competitivo, nuestros hijos tendrían más opciones académicas, industriales y comerciales.

Pronto tendremos Tratados de libre comercio con Europa y Estados Unidos y la gente es bilingüe tendrá miles de oportunidades comerciales. Se debería comenzar de inmediato al menos con los colegios privados y paulatinamente la educación pública.

sábado, 11 de diciembre de 2010

PARA UN CAUCA MEJOR (2)

Marco Antonio Valencia

Continuamos con la “lluvia de sugerencias al vuelo” para los aspirantes que desean gobernar el departamento y los municipios del Cauca. “Ejercicio” que no pretende otra cosa que incentivar la creación de proyectos reales y necesarios, en vísperas de un debate electoral.

6. Hay que adelantar un plan masivo para reforestar (con el respectivo cuidado por varios meses para que no se mueran), de árboles y plantas nativas en pro de contribuir a contrarrestar las amenazas del calentamiento global, evitar los daños del invierno y la erosión, fomentar la seguridad alimentaria, así como la economía regional.

7. Re-educación general para que todos respetemos la vida y rechacemos la cultura mafiosa y facilista. Es necesario que la gente tenga conciencia que la corrupción, el narcotráfico, la extorsión, la trampa y la mentira son delitos y prácticas que perjudican a la sociedad en general. Partir del auto-reconocimiento para aceptar nuestra realidad, aceptar lo positivo y negativo que como raza y como región tenemos. Proyectarnos internamente como región de gente sana, noble, inteligente, civilizada y ajena a las mafias.

8. Reconocer la función social del ama de casa con prestaciones sociales y jubilación, incluyendo cursos de de actualización que les permita atender mejor a los miembros de su hogar, ser más competente con los electrodomésticos, la higiene general, la ética y la superación personal; en pro de tener mejores familias y mejores ciudadanos.

9. Atención a la primera infancia con seguridad social, alimentación, salud, educación, pero también con recreación. En nuestro territorio nuestros niños no tienen espacios amplios, eficientes, lúdicos y pertinentes para la recreación. Hacen falta parques temáticos y recreativos donde la diversión y el aprendizaje sean realidad. Faltan más profesionales de la recreación y la educación física, además de agendas anuales de actividades para atender a niños y jóvenes.
10. Las cárceles son escuelas del crimen y eso debe cambiar. Es necesario que los internos tengan condiciones dignas, evitar los hacinamientos y la violación de los derechos humanos al interior de los penales. Se deben rehabilitar con programas de estudio serios y trabajos dedicados en producción de bienes y servicios para el Estado.

11. Programas para la reproducción sexual responsable y freno a los embarazos indeseados. Hay que educar pero también crear estímulos a mujeres que se liguen las trompas y a hombres que se hagan la vasectomía. Los hijos indeseados fomentan la pobreza en las familias de bajos recursos, y la frustración en los adolescentes y jóvenes que tienen que abandonar sus sueños para criar hijos no planeados.

12. Fomentar oportunidades para los jóvenes a través del deporte, la cultura y la organización informal de cursos en Casas del deporte y la Cultura, a través de instituciones del Estado y las ONG, que les permita a niños y jóvenes crecer en sus vocaciones, y así evitar el tedio y la falta de oportunidades. Es urgente alejarlos de las pandillas, de los vicios y el resentimiento social que los anima a ver al Estado como el enemigo que no le permite acceder a sus intereses y no les permite desarrollar su vocación.
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PARA UN CAUCA MEJOR (3)

Marco Antonio Valencia

Los columnistas somos criticados por criticar y no proponer. Aprovecho este espacio para recoger ideas, con el fin de proponérselas a los políticos y gobernantes en pro de un mejor Cauca. Gracias a quienes hacen llegar sus propuestas para fortalecer un listado que no tiene color político, ni dueño.

13. Las ofertas de Turismo en el Cauca pueden mejorar. Hay que rediseñar y perfeccionar lo existente, e impulsar las ofertas que se quedaron en sueños y papel. Hay que recuperar espacios eco-turísticos para motivar extranjeros. Hay que mejorar la calidad, la promoción y la profesionalización de quienes trabajan en el sector. Hay que lograr la cooperación internacional, la cohesión social y la participación ciudadana en los proyectos de turismo sostenible en el tiempo y el espacio.

14. Debemos tener una política regional para preservar los recursos naturales. Las nuevas generaciones merecen mejor calidad de vida y soportes económicos viables. Una política ambiental que permita el crecimiento y el desarrollo de la región, sin poner en riesgo los valores culturales y naturales del paisaje.

15. Los espacios públicos y los semáforos deben dejar de ser espacios del rebusque económico. La informalidad, el oportunismo y la improvisación convierten las calles, parques, plazoletas y semáforos en centros grotescos, peligrosos y focos de vicio. Se tiene que regular la economía informal de los artistas, saltimbanquis o cirqueros que usan los semáforos y parques para expresarse. Que se haga uso de los espacios públicos con propuestas escénicas decorosas, programadas y con permisos legales.

16. Diversos actores armados han sembrado nuestras veredas y ciudades de muertos y desapariciones forzadas. Es necesario reconocer el duelo como problema de salud pública. Ayudar con sicólogos en actos colectivos a la sanación mental de los familiares al poner en escena los duelos y así evitar hechos de sangre por venganzas. Sería importante en cada municipio construir monumentos con los nombres de los muertos y desaparecidos. Monumentos contra la indiferencia y el olvido para exigir justicia, verdad. Es necesario reconocer y honrar las víctimas del conflicto.

17. Identidad regional. Es importante fortalecer la identidad de los caucanos desde y con procesos educativos impulsado desde los medios de comunicación, los colectivos sociales, comerciales y políticos; y desde allí reforzar la identidad del “ser caucano” a través de la cultura, la gastronomía, las tradiciones, la historia y sus personajes. No se trata de imponer “una marca” sino de crear y difundir una conciencia, una personalidad, una raza, una manera de ser y de actuar. Es imperativo crear la cátedra Cauca con un programa académico, cultural y de largo aliento.

18. Es necesario crear agendas integrales para la atención de la niñez y la juventud. Brindarles oportunidades a niños y jóvenes para que no sigan siendo el origen de los conflictos armados, la ilegalidad, la pobreza, la generación de familias disfuncionales, etc. Crear programas municipales multidisciplinarios e integrales en convergencia con todos los sectores sociales en pro de generaciones más felices, menos conflictivas, con más oportunidades, más participativas. Cultivar al niño en deporte, cultura y emprendimiento para tener hombres de bien.

LA PROSPERIDAD DIGITAL: TEMA PARA LAS CAMPAÑAS LOCALES

POR: Marco Antonio Valencia Calle
A través del Ministerio de las TIC (Tecnología, Información y Comunicaciones) el actual gobierno planea eliminar las brechas de desigualdad entre ricos y pobres. La idea es que tanto las pequeñas empresas como las compañías internacionales a través de internet puedan tener la misma información. Que los niños pobres de veredas y municipios alejados puedan tener acceso a internet, y a través de ella, las mismas condiciones educativas que los niños de estratos 4, 5 y 6. Que los mineros, los campesinos y la industria del agro pueda tener certeza informativa diaria sobre el clima, movimientos sísmicos, el estado de las carreteras y la seguridad vial, precios y demandas de productos, etc.
Para el año 2014, la meta es que través de internet, se pueda tener información única de las afiliaciones a salud y a pensiones de la gente; que puedan acceder a más de 500 servicios que presta el Estado y las empresas privadas, como por ejemplo, los trámites de notarias, las certificaciones escolares y universitarias; pero de igual manera que se pueda pagar a través del sistema digital los servicios públicos, la compra de productos, el pago de peajes, la atención en los hospitales y los salarios, entre muchos otros.
Sin duda, el servicio de telemedicina que se tendrá en 260 municipios, será una novedad de la cual ya muchos quisiéramos ser beneficiados. Cuando los niños y jóvenes tienen y buscan otros soportes de leer como son las pantallas del computador y los teléfonos celulares, bien se hace en digitalizar los libros, documentos y hemeroteca de la Biblioteca Nacional, ejemplo que ya emulan muchas universidades del país, en la intención de preservar, pero de ponerse a la vanguardia informativa. La Justicia, en poco tiempo, tendrá expedientes digitales, y pondrá en funcionamiento sistema único de leyes vigentes para estar al día cuando el Congreso deroga normas y leyes, al promulgar otras nuevas; y por fin se podrá tener inventarios de los procesos adelantados contra el Estado, información que que permitirá tener políticas de prevención para evitar futuras demandas.
Todo eso y más será posible con la creación de 800 telecentros de capacitación a la gente de bajos estratos en 700 municipios colombianos, y donde las alcaldías y gobernaciones coadyuven a financiar y a mantener estos sitios. Donde las Cámaras de Comercio presten su apoyo para la convocatoria a las Pequeñas y Medianas empresas para aportar y acceder a estos recursos; donde los maestros de todas las escuelitas veredas y municipales decidan con firmeza aplicar a una capacitación adecuada para ponerse al día con las formas de educación mundial; cuando el Ministerio de Defensa, la Fiscalía y el Das, tengan controles para la seguridad Informática y la gente pueda realizar comprar y ventas sin miedo al fraude, o cualquier crimen que se dé a través de la red. Cuando las empresas apoyen a los gobiernos llevando redes, antenas, computadores, telefonía celular, capacitación y proyectos de modernización digital a los municipios. Es un compromiso de este gobierno, y debe estar en la agenda, los planes y promesas de las campañas locales que ahora se inician.
En pocos años debemos tener una sociedad de la información equitativa, con gente más capacitada, con infraestructura adecuada y servicios de clase mundial.

PARA UN CAUCA DIGITAL


LA PROSPERIDAD DIGITAL: TEMA PARA LAS CAMPAÑAS LOCALES
por: Marco Antonio Valencia Calle

A través del Ministerio de las TIC (Tecnología, Información y Comunicaciones) el actual gobierno planea eliminar las brechas de desigualdad entre ricos y pobres. La idea es que tanto las pequeñas empresas como las compañías internacionales a través de internet puedan tener la misma información. Que los niños pobres de veredas y municipios alejados puedan tener acceso a internet, y a través de ella, las mismas condiciones educativas que los niños de estratos 4, 5 y 6. Que los mineros, los campesinos y la industria del agro pueda tener certeza informativa diaria sobre el clima, movimientos sísmicos, el estado de las carreteras y la seguridad vial, precios y demandas de productos, etc.
Para el año 2014, la meta es que través de internet, se pueda tener información única de las afiliaciones a salud y a pensiones de la gente; que puedan acceder a más de 500 servicios que presta el Estado y las empresas privadas, como por ejemplo, los trámites de notarias, las certificaciones escolares y universitarias; pero de igual manera que se pueda pagar a través del sistema digital los servicios públicos, la compra de productos, el pago de peajes, la atención en los hospitales y los salarios, entre muchos otros.
Sin duda, el servicio de telemedicina que se tendrá en 260 municipios, será una novedad de la cual ya muchos quisiéramos ser beneficiados. Cuando los niños y jóvenes tienen y buscan otros soportes de leer como son las pantallas del computador y los teléfonos celulares, bien se hace en digitalizar los libros, documentos y hemeroteca de la Biblioteca Nacional, ejemplo que ya emulan muchas universidades del país, en la intención de preservar, pero de ponerse a la vanguardia informativa. La Justicia, en poco tiempo, tendrá expedientes digitales, y pondrá en funcionamiento sistema único de leyes vigentes para estar al día cuando el Congreso deroga normas y leyes, al promulgar otras nuevas; y por fin se podrá tener inventarios de los procesos adelantados contra el Estado, información que que permitirá tener políticas de prevención para evitar futuras demandas.
Todo eso y más será posible con la creación de 800 telecentros de capacitación a la gente de bajos estratos en 700 municipios colombianos, y donde las alcaldías y gobernaciones coadyuven a financiar y a mantener estos sitios. Donde las Cámaras de Comercio presten su apoyo para la convocatoria a las Pequeñas y Medianas empresas para aportar y acceder a estos recursos; donde los maestros de todas las escuelitas veredas y municipales decidan con firmeza aplicar a una capacitación adecuada para ponerse al día con las formas de educación mundial; cuando el Ministerio de Defensa, la Fiscalía y el Das, tengan controles para la seguridad Informática y la gente pueda realizar comprar y ventas sin miedo al fraude, o cualquier crimen que se dé a través de la red. Cuando las empresas apoyen a los gobiernos llevando redes, antenas, computadores, telefonía celular, capacitación y proyectos de modernización digital a los municipios. Es un compromiso de este gobierno, y debe estar en la agenda, los planes y promesas de las campañas locales que ahora se inician.
En pocos años debemos tener una sociedad de la información equitativa, con gente más capacitada, con infraestructura adecuada y servicios de clase mundial.

viernes, 10 de diciembre de 2010

SIMPLEMENTE SOY FELIZ

Es martes y voy por la calle dando los tumbos del primíparo. No encuentro la respuesta a la felicidad que me embarga, simplemente soy feliz. Desde que llegué a esta ciudad tan hermosa la euforia no me deja, me arrastra. Las mujeres son tiernas, huelen a fresco y sostienen una sonrisa vertical que emociona, los hombres son de una amabilidad increíble, piden el favor, dan gracias y siempre saludan. Y los abuelos son tan queridos que no queda de otra sino quererlos y sentarse a charlar con ellos por horas y horas sin medida de tiempo. Hombres y mujeres pasan por mi lado despacio, sin afán, sin frío ni calor. El clima es regio, templadito. Las calles son limpias, ordenadas, sin bullas.

Cuando mi apá me dijo que ahorraba para traerme a estudiar a una ciudad universitaria no imaginé que hubiera miles de papás que hicieran lo mismo. La universidad es como una rueda de Chicago donde a fuerza de emociones termina uno haciéndose amigo de muchachos asustados y esperanzados en una Colombia menos sufrida.

Esta ciudad y esta universidad son una machera, con cruzar su portón es otro mundo, un exilio temporal al mundanal ruido de la guerra y la vil violencia de los campos. En la facultad, en su cafetería y sus pasillos se ve, se vive, se goza y se ríe de otra manera; es campo fértil para ejercer a conciencia plena la alegría y la juventud, y seguro también es el sitio propicio para aprender a ser persona y emprender una profesión, que es a lo que vinimos. Aprender hechiza el corazón de cualquiera. Y habría que ser ciego para no encantarse con todas las maravillas que ofrece la U.

Las primeras clases me han dejado extasiado. Todos los profesores tienen caras de ser decentes y sabios, tienen actitud positiva y hablan con destreza y energía. Es rico llegar a una universidad así. Hasta ahora nadie me ha tratado mal por campesino, aquí a los foráneos nos aprecian, en esta ciudad nos han acogido y valorado como lo merecemos, como gente que ya está progresando.

Cuando ayer intervine para opinar por vez primera en el mundo académico de la U, sentía que el mundo me daba vueltas del puro miedo, pero el profesor y los compañeros me escucharon con tanta atención y respeto, que en vez de desmayarme por la emoción, me sentí importante y supe que estaba en el lugar indicado y la universidad correcta.

Dicen que el viernes hay una fiesta de bienvenida y bautizo de primíparos, donde posiblemente perderán la virginidad más de uno, y se emborracharán por vez primera otros más. Pero no sé, eso de comenzar carrera de borracho no esta bien en una persona que comienza a formar su cerebro, su alma y su cuerpo para ser profesional. Que se emborrachen los amigotes de mi pueblo (indios nosotros todos y muchos analfabetas, para más) hasta se perdona; pero que se embrutezca de alcohol y envene de vicio el cuerpo una persona que ya es bachiller y que ya entiende eso del bien y del mal, es otra cosa. No creo que necesite meterle litros de guaro a la cabeza para empatizar con otros; y más, no me cuaja en el sentimiento (y el orgullo) que me recorre el ser miembro de una universidad feriar mi virginidad con la primera que me tope. Si ya sé, no faltará quienes piensen distinto y se burlen, y me digan primíparo, monja boba y cosas así; de seguro habrá compañeros que traten de disuadirme de no creer en Dios, ni en los valores de mi familia, y me agucen para que aborrezca de mi patria chica y me avergüence de mis padres, pero no, jamás. A la universidad uno puede venir virgen pero no tonto, porque se lo comen vivito; hay que tener cuidado, no vaya ser que en vez de resultar siendo una persona útil y formar la inteligencia termine uno siendo instrumento de depredadores sociales, de gente contaminada de pesimismo y anarquía...

“Señor Dios, que los valores enseñados por mi abuela y los principios de los campesinos de bien de donde vengo, no me abandonen, amen”.

domingo, 5 de diciembre de 2010

¡POR FAVOR, NO ME MATEN!

Como van las cosas moriré de pánico antes de lo esperado por Ana, mi pitonisa de cabecera. Las historias de policías y ladrones, de violentos y pendejos, de atracos y secuestros, de absurdos y dolores, me están matando de pena moral. Con los días me estoy suicidando, haciéndome una especie de eutanasia personal, un harakiri psicológico en medio de un ataque de nervios impresionante. Ya ni el alcohol ni el viagra me alegran las mañanas. A los 34 años ya soy un tipo senil, cobarde e histérico que a las cinco aeme comienza a temblar y se encierra en el sanitario de su casa a escuchar las noticias y a morirse de miedo. Para los demás, tan solo soy un tipo de cantaleta aburridora y babosa a la que nadie le pone ni le para bolas. -¡Cucho quejetas!- me gritan.

Pero yo se que no soy el único. Los atrapados por el pánico somos millones, lo que pasa es que los otros se quedan calladitos, por miedo, por cobardes, pero chisss.....

Unos grupos armados me robaron la posibilidad de salir a respirar aire puro al campo, de pasear o hacer turismo porque me dan pánico las pescas tenebrosas, y los atracos de los piratas terrestres. Me robaron la posibilidad de ir a burdeles, tener siete mujeres y un mocito, porque me da pánico que me peguen el SIDA. Me da pánico fumar Pielroja como el hombre Malboro porque de pronto me da Cáncer, o fumarme un porrito de marihuana como Bod Dylan para escribir poesía, porque de pronto me montan una operación Milenio y me extraditan. Me da pánico ir al ortodoncista porque seguro, sin necesitarlo, me atraca con disimulo al recetarme frenillo, y eso cuesta varios millones de pesos. Me da pánico ir a un optómetra dueño de una óptica seguro según él, ya necesito gafas y eso cuesta un jurgo de plata y unas gafas me haría sentir minusválido. Me da pánico ir a donde un médico alternativo porque seguro necesita clavarme mil agujas o mil pastillas buenísimas pero carísimas que mi EPS no cubre. Me da pánico llevar mi compañera al ginecólogo porque seguro “seguro” necesita hacerle una cesárea por complicaciones que solo él ve, él entiende y él sabe. Me da pánico comprar una casa porque seguro me vuelvo esclavo de un banco de por vida y la vida de mis hijos. Me da pánico denunciar a un funcionario corrupto porque seguro al otro día usa su magia para hacerme aparecer con la boca de llenes de hormigas y moscos por allí, a la orilla de cualquier cuneta. Me da pánico ir a las discotecas y bares porque de pronto me abordan transvestidos, me dan escopolamina o me venden licor chiviado y me quedo ciego. Me da pánico ir a una iglesia a buscar a Dios porque seguro tengo que darle un porcentaje de mi sueldo como diezmo al pastor o al sacerdote. Me da pánico subirme a esos buses podridos de Popayán porque de pronto salgo enfermo de ellos, con chucha y sin billetera. Me da pánico denunciar que en Popayán los buses urbanos están podridos porque de pronto un chofer se va a emberracar y me da un varillazo. Me da pánico comer carne o hamburguesas porque de pronto estoy comiendo carne de burro viejo o carne de perro enfermo molido y aliñado. Me da pánico ser político porque de pronto me hacen un atentado, y la verdad, no tengo vocación de quedar ante mis amigos como un mentiroso y me asustan las calumnias de la oposición. Me da pánico hablar de política con extraños o en público porque de pronto hay infiltrados que quieren sacarnos información de quién sabe qué y con qué fines.

¡Dios mío, tanto me han robado, tanto me han quitado, que ya casi expiro de pánico. Y tan grave estoy, prefiero morirme solito y en casa, antes que estar en manos de u médico de los de veinte mil pesos la hora...
Por favor, no me maten, yo me mato solito de puro pánico. Y si me pasa algo, por favor, no me lleven a ese hospital universitario para proletos que tenemos, es horrible. Allá me mataría la desolación y la tristeza, llévenme derechito al cielo, ¿Si?
Gracias, amen.

jueves, 2 de diciembre de 2010

EL PERVERSO ENCANTO DE LA NAVIDAD


La navidad no es tan buena como la cantan, ni tan triste como se sospecha. Es mucho peor. Llegan los temibles días de niños sin oficio en casa dispuestos a comerse la despensa en una tarde, a quemar la casa con sus travesuras, a volver loca a la abuela con sus gritos y el ruido de sus juegos electrónicos. Llegan los días de fiesta en la empresa, y la gente se emborracha para dejar salir a flote sus resentimientos o frustraciones, y entonces, con el licor encima y las venas hirviendo afloran los chismes, las peleas, los desafíos, los amores clandestinos, las infidelidades y los cuernos. Llegan los días de alicoramiento y con ellos las escenas ridículas, las discusiones imbéciles, las tragedias sin anunciar. Llegan los días de comprar cosas innecesarias por cuenta de una publicidad sin piedad que nos obliga sin querer queriendo a endeudarnos y a gastar a manos llenas el dinero que no tenemos en promociones ficticias. Llegan los días por donde se pasean los males de la modernidad como la soledad y el miedo por nuestras vidas, y en busca de la placidez nos dedicamos al consumismo más estúpido y costoso. Llegan los días de fin de año con sus horas para evaluar la vida, y no siempre la sonrisa del triunfo y el éxito acompañan los resultados, en un país de conflictos como el nuestro. Llegan los días de viajar de vacaciones (o para visitar familiares), no siempre con las condiciones, el clima, el precio, ni al lugar que deseamos. Llegan los días de visitas incomodas o las discusiones familiares de si vamos a la casa de tus padres o al de los míos. Llegan los días de borrachos quemando pólvora en la calle al tiempo que ponen en peligro la vida de niños y transeúntes, y provoca crucificarlos por indolentes. Llegan los días de ocio juvenil envueltos en rumbas donde las ganas del cuerpo les pueden, la virginidad se pierde, la inocencia se enreda y la rebeldía pide espacios al misterio y al peligro de los vicios. Llegan los días de alimentos harinosos, grasos y exóticos a extremos indecibles, y la dieta y la salud se exponen por culpa de antojos, agasajos e invitaciones indeseadas. Llega el día de gastar tiempo y dinero en la compra de accesorios desechables como los árboles y adornos navideños que anuncian y ambientan la navidad, pero intimidan y falsean el grado de la alegría, el poder y la gracia. Llegan los días de entregar cuotas, o los descuentos al sueldo para hacer la fiesta de fin de año, la novena del barrio, el encuentro familiar, el regalo al niño pobre, la prima del portero, la limosna a la iglesia… reduciendo el sueldo a su mínima expresión. Llegan los días de la misma música festiva y sosa de todos los años, que nos llenan de alegría, nostalgia o aburrimiento. Llegan los días de ver a decenas de niños quemados por la pólvora a lo largo y ancho del país, por la bárbara y desconcertante costumbre de seres salvajes y brutos de quemar pólvora animados por la iglesia católica, y la falta de pantalones de los congresistas y alcaldes incapaces de prohibirla del todo. Llegan los días de villancicos y melodías para el teléfono celular que nos obliga a pensar que estamos en la mejor época del año, así nuestro corazón esté triste, de luto, destrozado y melancólico. Llegan los días de locutores ridículos que en la radio se dedican a la burla y los chistes grotescos para captar audiencia al tiempo que educan a nuestros niños en la guachería y la recocha indeseable. Llegan los días de dar y recibir regalos que no queremos o no podemos por falta de ánimos o de dinero, de comprar lo que no deseamos comprar, de oír la música que no nos gusta, de comer lo que no deseamos, de visitar a quien no queremos. Llegan los días de asesinos ebrios y motorizados con licencia de tránsito para matar porque la ley hoy en día los exonera del peso de la justicia como debe ser. Llegan los días de luces y parafernalia engañosa, de la felicidad comprada, de rezos sin mística, de excesos obligados, de gastos innecesarios, de imprudencias, de soñar con la paz y la esperanza de días mejores, de frases huecas y poco sinceras dichas sin el sentimiento y el corazón como:


¡Feliz navidad para todos!

miércoles, 1 de diciembre de 2010

EL DESENCANTADO

Son las tres de la mañana y una camada de serpientes me quiere comer. Son las cinco cuando apenas intento pegar el ojo otra vez, pero entresueños veo una gallina negra que me quiere sacar los ojos (las mismas pesadillas de siempre). Me levanto y no encuentro alegrías en mi alrededor: veo otro día, otro sol y el milagro de la vida no tiene chiste. Me deslizo hasta el sanitario y el cuerpo me pesa como si arrastrara un mundo encima ( y así me sentiré el resto del día). Me miro al espejo y no le veo gracia a mi rostro: esta triste, llevado; hay un guayabo moral en mí: tal vez he bebido demasiada vida o demasiados sueños. El agua fría no me revive, al contrario, me hiere como si fueran latigazos, cuchilladas. Salgo de la ducha adolorido. Me visto con cualquier cosa, me peino y limpio los zapatos como un robot. El café me sabe a hiel, las noticias del diario y de la radio que eran parte de mis rutinas me son indiferentes. No tengo ánimos de nada, es más, el desencanto es mi desayuno.
No me atrevo a salir, tengo miedo, un mal presentimiento (hace días lo tengo, semanas, tal vez meses). Alguien de la casa me saluda y me timbro, estoy nervioso. Me hablan, pero no sé escuchar. No entiendo lo que me dicen, sonrío con tristeza. Hago un esfuerzo, me lleno de mis mejores recursos y medroso salgo a la calle en busca de amigos pero solo veo mil rostros conocidos. Caigo en la cuenta que no tengo amigos.
Me empeño, busco aire, motivos de fortaleza y subo calle arriba-calle-abajo, pero nada me satisface; todo me atemoriza. Hablo con algunas personas, sonrío a la fuerza, pero nadie nota que estoy llevado, triste, vacío, deprimido. A tiro de pistola.
Me da tristeza y me avergüenzo de mí mismo. Me parece una traición personal, una estupidez estar así, y no poder superarlo. Esta bien un ratito de tristeza, unas horitas de melancolía, un día de malparidez, pero esto ya es crónico. Me da risa de mí mismo, una risa amarga, llena de espinas, de sal, y no puedo con ella. Me gana la malparidez.
No entiendo lo que me pasa, no entiendo los motivos. Se me fue el alma, es todo lo que puedo decir a mi defensa. Me siento enfermo pero no tengo nada físicamente. Me da rabia y me auto castigo, me impongo a la adversidad, pero al menor descuido, caigo de nuevo.
Son la once, me tomo un tinto: nada (será el inicio de cinco jarradas de café buscando reanimarme, pero nada), un cigarrillito para... no sé (me dijeron que la tristeza se pasan mejor con cigarillitos: paja).
Y a las doce y media comienzo a comer y a comer y a comer como un desesperado por el resto del día. El pan es digerible, barato y tiene buen sabor. Como pan a la lata. Me voy engordar como un marrano pienso, pero no me importa, llevo días comiendo y comiendo. No puedo dejar de hacerlo.
Todo comenzó un día agitado, chévere: lleno de emociones laborales, exámenes y retos de vida. Pero al caer la noche terminé tan mamado que me dormí en un mueble y de allí no quise levantarme nunca más. Al otro día amanecí hipersensible y las noticias del país me cayeron al hígado (el corazón estaba saturado, tal vez). Seguí cansado, trabajando duro, pero con la ilusión de unas vacaciones que no tuve. Los maestros son tan ignorantes que no saben que la gente necesita descansar y dejan mil tareas. Al terminar el año se me cruzaron los cables: El último día de clases me sentí un zombi: caminaba por inercia. En las vacaciones no estudie, es cierto, pero la preocupación no me dejó descansar y sin darme cuenta caí en un abismo, en un vacío donde no importa nada.
Me siento solo, profundamente solo. No sé qué hacer, a quién acudir. Comenzó el año nuevo sin mí. Yo me quedé en un limbo. ¿Alguien me puede ayudar?
S. O. S.
Por favor...

sábado, 27 de noviembre de 2010

LOS BRUJOS DE PATIA

Me cuentan Los Mayores que en Patía había negros que lograban hacer pactos efectivos con el diablo. Que a cambio de riqueza y poderes hipnóticos para conseguir ganado o mujeres ajenas, le entregaban su alma al diablo en un rito que se llama empautamiento.

Me cuentan también, que había brujos capaces de atrapar el alma de sus enemigos en una vasija para luego enterrarlos hasta que el cliente se volviera loco, o que ponían esas vasijas al horno para que el embrujado padeciera ataques de epilepsia. O peor aún, que tiraban la vasija al río y la persona, cual judío errante, vagaba por el mundo hasta morir.

Que los brujos de Patía eran capaces de “llamar al susto”, apoyados en rezos y bebedizos de aguardiente con ajo y tabaco, para impedir que la gente se muera cuando tiene el alma ausente porque alguien los asustó cuando dormía.

Que impedían que una persona se muriera por culpa de las “almas detentes”, pues cuando estas tocan con su frío, la gente se enferma con mareos, fiebres y diarreas hasta secarlas por dentro, porque el frío de los muertos seca la sangre de los humanos. Y explican que “el alma detente”, es aquella del difunto que se fue si ser todavía su hora por causa de un asesinato inesperado, como suele ocurrir en las venganzas familiares. Y que dejan de ser detentes cuando muere el asesino o le llega la hora de verdad.

Me cuentan además, que armaban filtros de amor con sangre de menstruación. Y de esta manera el hombre que lo bebía quedaba bajo el dominio infinito por la mujer que lo deseaba. Que enseñaban a las mujeres embarazadas a comer mucho ají y tomar copitas de aguardiente para que sus hijos le salieran bravos. Y decían que si por casualidad una madre escuchaba llorar a su hijo en el vientre, no podía decírselo a nadie porque entonces, nacían mongólicos.

Eran brujos sabios con poderes infinitos traídos de ultramar. Y que la gente blanca de la montaña los buscaba mucho para ligar sus hijos con manteca de oso y savia de chonta, para que así fueran invencibles ante los dolores y las enfermedades de la vida. Y que de igual manera eran los encargados de ayudar a bien morir a los ligados que “eran duros de matar” rascándoles el dedo corazón y dándoles agüita de azúcar para que descansaran al fin.

Yo no sé si usted, amigo lector, pueda creer en esas cosas, pero lo cierto es que hacen parte de la mitología y las historia de Patía, un municipio al sur y a dos horas de Popayán. Creado por negros cimarrones venidos de África, pasando por Haití, los jardines de la magia negra.

Yo no sé si todavía se practican empautamientos, existan brujos tan poderosos y creencias tan extravagantes para los blancos ajenos a la historia de los pueblos. Pero de allí venimos, de allí es mi sangre y son mis antepasados. ¿Sabes algo de tus ancestros, de la historia de tu familia? ¿de la sangre que te corre, los genes que te alimentan? No te dé miedo, es hora de explorar…

miércoles, 24 de noviembre de 2010

PARA UN CAUCA MEJOR (1)

por: Marco Antonio Valencia

1. En el Cauca, tenemos un grupo numeroso de desplazados. Es importante asumir responsabilidad social con ellos. Compensarlos de manera digna. Ofrecerles oportunidades laborales para reparar el gran daño moral y económico que han padecido. No verlos como un problema social. Sino como familias colombianas que necesitan el apoyo del Estado y la sociedad para continuar su destino en mejores condiciones. La creación de Bancos de oportunidades especiales para desplazados. Tener Banco de empleos dignos para ellos. Cupos escolares disponibles para sus hijos. Asumir que los desplazados son familias caucanas en desgracia que necesitan proyectos claros, urgentes y precisos de ayuda.
2. En el Cauca, somos pluri-étnicos. Es importante educar para entender que aquí convivimos negros, mestizos e indios. Educar tanto en la escuela como a través de los medios de comunicación para compartir saberes, costumbres, historia y formas de vida común. Comprendernos, entendernos, conocernos, enorgullecernos de tener las virtudes y riquezas humanas para labrarnos un destino mejor, con mayor proyección, con un sello propio de caucanos, con valores agregados nacidos en las fortalezas de cada raza. Ser una región, donde lo humano, la raza, la personalidad de sus gentes, sean una verdadera cantera de oportunidades. Dejar de lado la mezquindad de las razas y transformarla por orgullo y sentido de pertenencia.
3. En el Cauca, tenemos que educar para apoyar la construcción de familias comprometidas. El hogar es la célula principal de la sociedad. Hay que “re-educar a todos los padres” para que asuman su rol y responsabilidad con propiedad e información, frente a sus hijos. Informar a los papás y mamás para que puedan orientar a los niños en valores, en sexualidad, en convivencia y en unidad familiar. Valorar el matrimonio como vínculo social como fundamento para organizar hogares, como un compromiso de las parejas para fundar sociedades responsables. Frente a la delincuencia juvenil, frente a los peligros en el viven nuestros jóvenes tener padres informados y capaces de asumir los nuevos retos y problemas tradicionales. Una educación desde el Estado y de la mano de todos los grupos religiosos, comunitarios y empresariales para ello.
4. En el Cauca tenemos muchos niños sin oportunidades. Mucho se podría solucionar con un “Plan de Padrinos educativo para el progreso”. Un plan donde todas las personas de estrato 5 y 6 asuman los gastos educativos de un niño durante toda su vida: des pre-escolar hasta la universidad. Una gran obra social para que nuestros niños que nacieron en familias con dificultades económicas puedan tener un mejor destino. Se necesitan apoyar la erradicación del analfabetismo de manera concreta. Darles mejor oportunidades a los niños, lograr aumentar el número de profesionales en la región.
5. En el Cauca, necesitamos reconocernos. Por factores de geografía solo se escucha la voz de quienes están en la capital. Se necesita escuchar la voz de todos los caucanos para un gran diálogo regional. Ver y conocer las reflexiones, ideas y propuestas de todos y cada uno de los caucanos. Podemos subsanar las dificultades y lograr ese diálogo a través del internet. Se propone crear una página web donde la gente escriba en una página, o suba sus videos o audios de un minuto para compartir con el mundo y la academia nuestros sentires y pensares y ayudar a construir la memoria moderna del gran Cauca. Que desde las escuelas y alcaldías se asuma subir a la web las reflexiones locales. Que una Universidad regional asuma la relatoría. Que las instituciones del Estado hagan planes escuchando a la

sábado, 20 de noviembre de 2010

Configuración sincronizada de la barra Google : Herramientas de navegación web - Ayuda de Barra Google

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VALPARAISO: “ES TAN CORTO EL AMOR Y TAN LARGO EL OLVIDO”

Viajar ilumina la esperanza, nos quita velos y nos hace entender que somos partículas pequeñas en un mundo inmenso. Los invito a viajar conmigo en el 2.010.
En los malecones de Valparaíso, en el barrio Santo Domingo de Chile, visité un bar inolvidable (de cuyo nombre quiero acordarme pero la memoria no me alcanza). Allí un hombre de barbas a lo papá Noel, sombrero maltrecho y dedos de mago, que tocaba en un acordeón milongas y tangos, dependiendo del trago que uno le invitara, me habló de los crímenes de lesa humanidad que significan los golpes de estado y los presidentes perpetuos. Desde la puerta del bar se podía ver un cielo bermejo sobre un mar azul intenso que estremecía. Por eso es la joya del Pacífico, me dijo la mesera, poniendo sobre mi mano un pisco saguar (una mezcla de aguardiente, limón, azúcar, clara de huevo y hielo picado). Cuando le dije que era poeta, “la mina” me dijo que la bebida era gratis y me dio un beso largo, salivoso, estremecedor que recibí con los ojos abiertos (¡Pucha!: “es tan corto el amor y tan largo el olvido”, escribió Neruda).
A los poetas se les atiende bien me explicó el viejo acordeonero, porque ellos escriben cosas bonitas que traen turistas, y porque gracias a esas palabras bonitas, la ciudad fue declarada patrimonio de la humanidad (por la Unesco en el 2003). Al momento me rodearon un grupo de mujeres de todos los colores y todos los idiomas. Hermosas hetairas que viajaban de todas partes del mundo a esperar marineros que pagaban sumas escandalosas por besos y caricias. Por mil dólares me dejo besar en la boca, por dos mil me dejo pegar, y por tres mil lo hacemos sin condón, me dijo una japonesita menudita tratando de ilusionarme. (“Primero hay que saber sufrir, después amar, después partir y al fin andar sin pensamientos…” cantó su tango el acordeonero para confundir esa tristeza que da, en medio de las alegrías).
En “La Sebastiana”, la casa de Pablo Neruda conocí al poeta Juan Jara (familiar de Víctor Jara, canta autor asesinado por las fuerzas represivas de Pinochet por los delitos de pensar y soñar distinto). La casa de Neruda queda en el cerro de Bellavista, es estrecha y parece un laberinto de escaleras. Hoy en día tiene un salón de videos, muchas colecciones que pertenecieron al poeta y es administrada por una Fundación que agenda eventos culturales. Desde el altillo se pueden ver las viviendas deslizándose hasta un plan que colinda con la bahía, y claro: el cielo del mar confundido con el cielo de la poesía y la luz de los inmigrantes (se supone).
Para ir a La Sebastiana me di el gusto infantil de subir a un funicular. Luego Jara me hizo montar entrolebús, almorzar merluza frita y me llevó hasta las puertas del edificio El Mercurio (el periódico de habla hispana más antiguo del mundo) para que me hicieran una entrevista. Tuve que confesarle a Juanito que yo era un poeta de auto-publicación. – ¡Chuca!, puta la weá ¿O sea que no sos famoso? Entonces vos sos como yo, -dijo-, un desconocido para el mundo editorial, cachai? ¿Uno de de esos que publica libros fomes que ni la mamá lee, cachai? ¿Un cabro que visita tumbas de poetas para que se le pegue le huevada, cachai?, choca esos cinco hermano latinoamericano. ¡Puta la weá, si será pequeño el mundo, cabro! Y en un claro viso de humor negro me arrastró hasta al museo del Payaso y el Títere…
Bueno, luego también visitamos el Museo de Historia Natural para terminar en una fonda cerca del mirador O'Higgins, tomando cerveza Austral, no crean que todo fue un rosario de decepciones.

lunes, 1 de noviembre de 2010

LA MUSA, ESA PERDIDA

por: Marco Antonio Valencia

Intento poesía y nada. Intento un artículo y nada. Estoy anegado. Ahogado en mi propio silencio, en mis propias dudas. Amanecí sin palabras, sin ideas, sin escritura. El aguacero de anoche se llevó todo, desde la basura de enfrente de mi edificio, hasta las palabras que me acompañaban. Es terrible, es como si un rico amaneciera con sus cuentas congeladas, o una vaca sin leche, o como si un policía amaneciera sin amor. !Que angustia, que desolación, por Dios!
La musa se fue anoche, se desapareció mientras dormía. En esta ciudad donde todos los días desaparece gente y nadie dice nada, colocar una denuncia por ello no tendría sentido. ¿Si no les importa que desaparezca la gente, que va a importar que se le pierda la musa a un escritor? Pero no exageremos. Tiene que haberse ido con otro, aquí los amores, por el clima, cambian de dueño con frecuencia y nadie dice nada. ¿Se la abran robado? La gente dice que están robando mucho. Que Ali Babá y los cuarenta ladrones se adueñaron de la ciudad. Dizque tienen carnet para robar cajeros, casas, apartamentos, motos, carros y ahora, parece que hasta roban musas. Malditos ladrones. ¿De qué les sirve una musa sin oficio? Es que se roban cosas por robar, por cafres. Si denuncio mínimo me dicen que tengo que estar agradecido porque me robaron la musa, pero a mí no me paso nada.
Para dónde se habrá ido esta bandida de dientes grandes y ojos sin límites. Se habrá ido de barragana al parque Centenario, a mirar llover mientras llegan campesinos para abrirles la bragueta y la billetera, a engrosar ese club de esperpentos que desfilan en busca de amor sifilítico, del amor sin amor. Se habrá ido al parque de Caldas a lucrarse vendiendo alucinógenos a estudiantes sin padre. Estará vendiendo periódicos amarillistas en el Puente del Humilladero, el negocio de moda que está sacado de pobres a los pobres. Ella sabía que teníamos que trabajar hoy, que tenía que madrugar. Infeliz, irresponsable.
Me hieren los ojos la ausencia de ideas en el corazón. Hasta aquí llegamos carajo, qué será de mí, de mis dedos, de mi computador sin la maldita musa. Un hombre sin mujer vaya y pase, con hablar paja se pasa, pero un escritor sin musa no tiene razón de ser. Queda el recurso de intentar robarle la musa a otro, las ideas a otro, imitar a otro del vecindario; pero si mi musa, a la que le hago mantenimiento todos los días es una barragana irresponsable, cómo será la musa de un escritor de ocasión…
Ay dios, cómo se sufre sin musa. Es una ausencia insondable. Dolor de huérfano, desorientación absoluta. El corazón late pero no irriga nada. Sin musa no hay presentimientos. El terror me invade ¿A dónde van los desaparecidos? ¿Tengo que esperar a que aparezca muerta en las afueras de la ciudad? ¿Estará mi musa en una fosa común ya? ¿Por qué es que se desaparece la gente y la gente no dice nada?
Sin la musa se puede escribir pero no se puede entender. La musa nos da la relación con las intuiciones, nos conecta con el cosmos, con los lectores.
Señores lectores. Perdonen ustedes. Lo lamento, hoy no tengo nada qué decir, nada que denunciar. La muy puta, la muy musa, se fue con otro, o se la robaron, o la desaparecieron, que sé yo. En esta ciudad ya nadie da razón de nada.

domingo, 24 de octubre de 2010

LA IGNORANCIA NOS GOBIERNA

Marco Antonio Valencia Calle

Ya lo dijo Bolívar, el hombre se educa primero en la casa, luego en la escuela y después en “la universidad de la vida” donde las dificultades, los obstáculos y los problemas deben enseñar a edificar el alma para servir con honestidad, amor y compromiso a su país.
¿Educamos en la casa? Es fácil decir e indilgar la primera educación a los padres, que a su vez, no tenemos ni idea de cómo criar hijos, porque esa es una asignatura pendiente de orientar por el Estado. Educamos como nos educaron a nosotros –si es que tenemos padres-, y desde lo que ellos nos enseñan, reproducimos el modelo. Padres que nos llenaron la vida de creencias y paradigmas sospechosos, de costumbres amañadas, de miedos insanos. Y lo peor, cada día llegamos a la paternidad más jóvenes. Niños y niñitas que si no son capaces de colocarse un condón, peor van a ser capaces de criar un hijo; que si no son capaces de tener sexo responsable, peor van a tener la responsabilidad de ser papás.
¿Educamos en la escuela? Es fácil endosarles la educación de nuestros hijos a los maestros, que como humanos normales tienen fallas y problemas que dañan en muchos casos la mentalidad del niño reproduciendo seres resentidos y sometidos al silencio, la obediencia y el miedo. El día que El Estado reconozca que la educación es su principal activo, ese día formará maestros para enseñar en “la prosperidad y el éxito”; y le pagará salarios justos a personas que no solo deberían enseñar contenidos, sino valores humanos para un mundo mejor.
¿Hay una universidad de la vida? Es fácil argumentar que la vida enseña. ¿Pero qué enseña? La vida como sistema educativo es injusta, desigual, ingrata y desafortunada. En la sociedad estamos reseñados entre ricos y pobres, entre blancos e indios, entre gentuza y gente, entre “sospechosos” y decentes-, justamente por la reproducción de modelos sin fundamentos. ¿Quiere decir que los que están matriculados en las universidades de los pobres (porque no tienen otra oportunidad) se tienen que graduar de pobres?, ¿y los hijos de papi se van a graduar de..? A este ritmo, esta supuesta universidad va reproduciendo modelos realmente desconcertantes y fraudulentos.


Moldear espíritus para que se salven a sí mismos de las herencias de padres mal-educados no es fácil. Educar para tener responsabilidad con el medio ambiente, la sociedad y la familia no es fácil. Bolívar tenía razón sobre quiénes tenemos la responsabilidad de educar, el problema es que no sabemos cómo. La ignorancia nos gobierna, la misión nos está quedando grande.

Para el escritor Fernando Vallejo, el hombre debería dejar de reproducirse. “Estamos poblando el mundo de más seres mediocres, que no cuidan los animales y con mañas vergonzantes”. ¿Y por qué? Porque los modelos de educación cristiana y capitalista fracasaron y en vez de tener seres civilizados para construir y desarrollar bienestar, tenemos un mundo dañado por gente ignorante e incapaz. El hombre según Vallejo, se alejó de su destino, olvidó la misión en la vida, y se dejó seducir por la vanidad del bienestar consumista, que no es otra cosa que el sometimiento de nuestra mediocridad al egocentrismo para intentar triunfar sobre el otro, como sea y por lo que sea.

domingo, 19 de septiembre de 2010

De nobles y ociosos

por: Marco Antonio Valencia Calle
En Popayán, desde 1602 han privilegiado la educación privada frente a la pública. El problema de la escuela privada, organizada con dineros de padres pudientes y mecenazgo de comerciantes que saben el valor de la educación para el desarrollo de sus hijos, ha sido vivir con el lastre ideológico de querer perpetuar un reconocimiento aristocrático e hispánico a través de sus apellidos y herencias. Salvo las primeras generaciones de egresados del Real Colegio Seminario –con fundamentos jesuitas-, donde se formaron próceres como Caldas, Cabal, Zea, Torres y José Hilario López, entre otros; la participación nacional de los caucanos ha descollado algo en las ciencias sociales, poco en las áreas científicas y muy precario ha sido el aporte para la industria, la empresa y el desarrollo regional.
La educación privada ha formado “ciudadanos” para emigrar o vivir de la burocracia con mentalidad de nobles ociosos que desprecian los oficios y las artes por considerarlas indignas y des-honrosas; ideología paupérrima que hoy es motivo burla.
De otra parte, desde los primeros maestros públicos que se tuvieron en el Cauca desde el siglo XVIII, además de trabajar con sueldos precarios y faltos de recursos, siempre han sido utilizados como instrumentos ideológicos más que pedagógicos. Primero, obligándolos a enseñar religión e infundiendo una mentalidad de aceptación de la pobreza como vocación y querer divino. Luego, cuando los maestros se organizaron en sindicatos, convertidos en parlantes ideológicos para fomentar el rechazo a todos los estamentos del Estado, pero además creando una mentalidad asistencialista y de autocompasión.
Ni la escuela privada ni la pública han tenido en su misión y visión –más allá de las mentiras del papel-, una propuesta educativa (o al menos una discusión seria) para afrontar los desafíos de la modernidad desde la educación, partiendo desde la creación de un sentimiento de región.
Existen varios diagnósticos del Cauca a través del tiempo, que narran nuestra pobreza con cifras; y en los foros se escuchan proyectos elaborados en directorios políticos o ministerios realizados por profesionales de los escritorios del parque Caldas para la viabilidad, la inversión, el remiendo o la implementación de programas que dicen, son la solución a todos nuestros males. Pero ninguno parte de la raíz de educar, formar y estructurar una mentalidad distinta a la de burócratas, o la de trabajar la tierra y las minas como negros, indios y mestizos pobres.
La educación privada debería dejar de enseñarle a sus estudiantes a soñar con irse a vivir al exterior con el cuento de que aquí no hay nada qué hacer; la educación pública más politizada que pedagógica, debería revisar sus aportes reales a la educación para tener un Cauca viable; y el SENA… cuya fama es más publicidad que realidad, con su devaluado sistema pedagógico lancasteriano que reemplazó profesores por monitores y a éstos por computadores, debería evaluar el gran daño que le hace al país repartiendo títulos a diestra y siniestra como si fueran naipes de la suerte.

domingo, 12 de septiembre de 2010

LOS ABOGADOS EN EL BICENTENARIO

Por Marco Antonio Valencia Calle
valenciacalle@yahoo.com

Cuando Pablo Murillo intentó la reconquista, una de sus primeras acciones fue ordenar que fusilaran a cuanto abogado encontraran, en la pretendida intención de acallar las voces ilustradas de la revolución. Mestizos estudiados que alegaban, como buenos “abogados”, ser españoles por herencia para gozar de privilegios, pero que frente a las injusticias alegaban ser americanos. Los abogados que ya andaban pregonando en espacios públicos que al hombre se le debía castigar por sus delitos y no por su clase social o su condición racial, fueron los primeros en caer.

En los casi 200 años de vida republicana de los colombianos, los abogados han sido protagonistas fundamentales tanto en temas de justicia, como en la creación de la nación a través de la práctica del derecho constitucional. Comenzando por Francisco de Paula Santander, muchos de nuestros logros y pesares políticos como país independiente, se deben a los profesionales del derecho quienes sin pedir permiso se echaron a hombros la organización y orientación política de este país.
En el inventario de atrocidades cometidas por los españoles en la reconquista, además de la persecución a militares y sacerdotes, los abogados fueron los profesionales más golpeados y perseguidos por la monstruosidad de “los pacificadores” que allanaban, expulsaban y mataban en pro de exterminar a quienes clamaban por igualdad y respeto.
El abogado payanes Camilo Torres, quien fuera fusilado en 1816, por ejemplo, fue llamado el Verbo de la Revolución, y su texto “El memorial de agravios”, es el documento que nos permite saber por qué la gente emprendió una revuelta que terminó en una revolución. Un texto de 36 páginas que demandaba la necesidad de igualdad de representación y autonomía de los pueblos americanos. Un documento que hoy es modelo de argumentación académica, y aclara las razones que tenían los criollos para solicitar que nos trataran con dignidad y justicia.
“El memorial” del abogado Camilo Torres, es un documento vigente, y parece una carta escrita hoy para nuestros mandatarios locales, regionales y nacionales, porque las demandas allí expresadas son las mismas que hacemos los ciudadanos a diario en el 2010.
Nos dice, por ejemplo, que el agravio más sensible entre los hombres, es sentir y vivir la exclusión; y que “el atraso cultural” de un pueblo obedece al desconocimiento del gobernante a las practicas que se dan en su territorio. Y que las convocatorias a cargos públicos por elección son importantes porque le brindan oportunidad a gente capaz, en contraste a los que llegan a los cabildos por herencia y o compra del cargo; y que la dependencia de un gobernante a la voluntad de políticas externas es la principal causa de atraso de las naciones.
Qué bueno sería entonces, que nuestros gobernantes de hoy trataran de honrar las deudas políticas que desde hace 200 años se claman en pro de la justicia social a través de un abogado con conciencia social como Camilo Torres Tenorio. Qué bueno que todos los abogados entendieran su papel ancestral de líderes sociales. Qué bueno sería que los abogados entendieran que además de luchar por el bienestar común diariamente, tienen la responsabilidad de ser guardianes de una constitución política nacida de las entrañas del derecho puro, para que “libertad e igualdad”, sean vivencias de verdad… como era el sueño de nuestros patricios y los que dieron la vida por esta nación.

Camilo Torres Tenorio
POPAYÁN 1766-BOGOTÁ 1816

Hijo de don Jerónimo Francisco de Torres y Herreros, castellano establecido en el Nuevo Reino desde mediados del siglo XVIII, y de doña María Teresa Tenorio y Carvajal. Torres fue un afamado jurisconsulto. Su dominio de la oratoria y del derecho lo hicieron muy popular. Respaldó a Bolívar en los años de la lucha por la Independencia. En ejercicio del cargo de asesor del Cabildo redactó en 1809 El memorial de agravios, documento que dio coherencia jurídica a la reclamación por parte de las Colonias de una forma de gobierno que eliminara el sistema de explotación española.*

La tía pobre

por/ Marco Antonio Valencia Calle

Viene el presidente Santos y nos dice con franqueza que nos pongamos pilas porque como departamento somos de los más pobres del país y se prenden las alarmas de la estadísticas para confirmar que sí, que somos una región de pobrecitos. Vienen de la China al VIII Festival de Gastronomía y nos dicen que es impresionante el potencial regional que tenemos, que ellos con menos y dos migajas de ingenio salieron de pobres y ahora son potencia mundial. Mejor dicho, que estamos sentados en los laureles de la historia, y estamos viendo pasar los días gloriosos del ayer desde la ventana, como quien ve pasar a una tía pobre y arruinada sin saludarla siquiera.

Una vez fundada Popayán, esta villa se convirtió en hogar predilecto de españoles que convirtieron a la ciudad en la bodega del oro que extraían de las minas cercanas gracias a los negros esclavos y los indios -que en algo ayudaban-, pero no todo el oro lo mandaban a España, sino que mañosamente hicieron sus propias fortunas. Por eso, sin pedirle al rey nada, se dieron a la industria de crear con sus propios recursos conventos, templos, puentes, seminarios, casonas, parques; es decir todo lo que hoy es digno de fotografía y provecho turístico.
Incluso crearon tradiciones como la Semana santa, las procesiones a Belén, los carnavales de negros y blancos, los paseos al río con olla y hasta llenaron las iglesias de pinturas y esculturas artísticas costosas –que deleitan a los turistas. Eso sí, también trajeron buenos libros y profesores para educar a sus hijos. “Estudien si quieren ser alguien en el futuro”, les decían; y a fe que lo fueron. Después de 1810, este grupo de jóvenes fue protagonista grandes logros respondió y varios de ellos hasta la presidencia ocuparon.

Un día se dieron el lujo de traer incluso el tren para sacar productos agrícolas, pero la región no estaba preparada para exportar nada y entonces el tren dejó de venir. Lo peor ocurrió cuando pasamos de ser un departamento de más de 666 mil Km/2, a ser hoy un departamento de 34 mil kilómetros/2 con 42 municipios gobernados por caciques que no tienen ni la más mínima idea de cómo poner a funcionar las máquinas del progreso, y la única empresa que crece es la burocracia.

¿Por qué no progresa el Cauca?, ¿por qué nos rezagamos tanto?, ¿por qué pasamos de región rica a ser los más pobres del continente? La respuesta es sencilla: educación. Los Torres, Caldas, Mosqueras, en fin; los próceres históricos fueron lo que fueron, porque recibieron una educación esmerada y exigente en el Seminario y la Universidad del Cauca. Pero cuando las universidades locales se volvieron negocio con programas flojongos y profesores difusos; y en la calle cuarta con quinta empezaron a regalar títulos para sub-empleados… esto se jodió.
Para salir de la pobreza señores, hay que formar una nueva élite intelectual para el siglo XXI con escuelas, colegios y universidades serias, responsables. Si no, que pena Tía, pero vamos a seguir en las mismas, viéndote pasar en ruinas desde la ventana.

DE LA TÍA RICA Y LOS SOBRINOS POBRES

Marco Antonio Valencia Calle

Me escribe el doctor Carlos Cañar Sarria para decirme que mi opinión sobre el atraso del Cauca, (en mi columna de hace 8 días), está fuera de órbita, y argumenta que la pobreza de nuestro departamento no es un problema de educación, sino de políticos incapaces y de un sector empresarial dormido en los laureles. Y tiene razón el doctor Cañar, pero insisto en mi punto, la culpa de todo, el origen del mal, el germen de políticos y empresarios más soñadores que prácticos, está en la deficiente calidad de la educación que han recibido estos señores, una educación que en los últimos 200 años se ha ido desdibujando paulatinamente.
Me dice el Dr. Cañar en su carta que “los políticos de la región no se preparan para asumir su cargo” y eso mi doctor, ¿no es falta de educación para el liderazgo y la gobernabilidad? – Y añade que: “nuestra clase política se dedica a la politiquería, el clientelismo, la burocracia, el cacicazgo y el tejemaneje electorero”; y tiene razón apreciado doctor, pero me pregunto: ¿y eso no es justamente por falta de educación empresarial, ética, moral, filosófica y política?
Me dice el insigne jurista, profesor de derecho, que los caucanos en general estamos “mal representados nacionalmente porque no hay criterios meritocráticos para acceder a los cargos públicos, y en el Cauca se menosprecia el potencial intelectual de muchos en pro de la burocracia producto de la politiquería”. Y sí, es cierto; ¿Pero sabe porqué es así doctor Cañar?, por falta de educación política y ética en los funcionarios. Por falta de formación e información de la gente.
Doctor Cañar, yo conozco mi departamento. A ver le doy la tarea: El departamento del Cauca tiene 42 municipios y cubre 30 mil kilómetros cuadrados de extensión, tiene cerca de dos millones de habitantes, y es privilegiado por tener cinco ecosistemas estratégicos: Pacífico, Piedemonte, Amazónico, Cuenca del Río Páez, Macizo, Paramo y subpáramo. Es un departamento donde convivimos mestizos, negros e indígenas (etnias páez, guambiana, yanaconas e ingas); y su potencial económico está en la agricultura, la pesca, la minería, los sectores energéticos, hidrográficos, culturales y étnicos; y pese a todas estas bondades vivimos en pobreza extrema con muchos hogares donde las necesidades básicas aun están insatisfechas, situación que nos sitúa en el panorama nacional como un departamento de extrema pobreza.
Para alguno, esta pobreza es tan tradicional, como la falta de presencia del Estado en todos los municipios, la falta de una clase dirigente capaz, la posesión de tierras concentrada en pocas haciendas, los altos niveles de corrupción, el clientelismo y la gorda burocracia. Súmenle a lo anterior, los conflictos generados por la presencia de grupos armados como la guerrilla, los paramilitares, grupos de narcotráfico y la delincuencia común.
Entonces Doctor Cañar, el origen de la pobreza del Cauca que según usted está en la pobreza del espíritu nuestros líderes y políticos, yo se lo atribuyo a la pésima educación que el espíritu de estos líderes recibieron. O mejor, a la falta de un proyecto educativo regional que forme los líderes que necesitamos para los problemas que tenemos. Y las universidades… en silencio, en silencio…

domingo, 27 de junio de 2010

EL SINDROME DE VIEJOS

por Marco Antonio Valencia Calle
Hace un par de semanas me bajaron a sombrerazos de un escenario por referirme a la edad de las personas. Resulta que, por razones de formación personal en colegios y universidades públicas con dos postgrados en Europa, por educación con papá y mamá en convivencia con mis abuelitos nonagenarios que nunca niegan la edad, y con una personalidad libre de hipocresías; nunca, pero nunca, me ha parecido que cumplir años, envejecer, llegar a la tercera edad, tener arrugas o canas, y todas esas cosas que le pasan a uno por el paso de los años sean un delito, o en el peor de los casos una vergüenza a esconder. En mi familia hablar de cuántos años tenemos no es motivo de traumas, enojos o miedos contenidos, como si le ocurre a algunas viejas amistades que tengo. Es más, hasta me parece rico escuchar en el lenguaje cotidiano y cariñoso de las urbes decir “esa vieja” por “esa mujer”. Pero bueno, todos no pensamos así y pocos tienen la oportunidad de una educación libre de ataduras mentales y vanidades obtusas.
Les sigo contando: estaba en el atril, leyendo un decreto de reconocimiento “a personas que a pesar de tener más de sesenta años siguen laborando con honores”. ¡Y allí fue Troya! Cuando dije las palabras “sesenta años” el auditorio, al unísono comenzó a reírse, y en mi ingenuidad pensé que se me había caído la peluca, o que a Horacio Dorado –que nunca supe porque estaba allí, pero le consta lo que digo-, se le había caído la caja de dientes ¡pero no! Se reían porque dije “personas de más de sesenta años”. Decir eso fue un chiste el cual todavía no entiendo y por más esfuerzo que hago no me produce risa… y por eso que ahora ando detrás de Mockus a ver si con sus lógicas ilógicas me lo explica con plastilina, no vayan a creer otra cosa. Pero el asunto no paró allí, enseguida como por arte de “las fuerzas de seguridad de las apariencias” (nada que ver con las fuerzas de la seguridad democrática), me saltaron un par gendarmes de la belleza y la juventud, y me bajaron del escenario con el mayor de los irrespetos por un hombre viejo como yo, que ya tiene canas hasta el bastón de las ganas.
Una vieja amiga muy querida ella, dueña de una cooperativa, un poco salida de tono, me gritaba cosas que me repican en el oído a pesar de los días, y que nunca entendí por la risa de los otros, pero supongo que me decía “ignorante, a la gente no se le recuerda la edad, es de mala educación hablar de la edad, y esas cosas”. Ahora en casa, he consultado al Dr. Google y me dice que en las normas de urbanidad y protocolo hablar de la edad no es malo, ni pecado, ni delito en ningún país del mundo. Pero como un sabio ciego que se las sabe todas, el Dr. Google me recuerda que la vanidad no tiene límites, y por vanidad no se menciona la edad. Incluso me recuerda, para mi tranquilidad, que si por la vanidad la gente es capaz de ir a un cirujano plástico para quitarse las arrugas, ¿qué no son capaces de hacer para acallar a los que mencionan el pasar de los años?
Con los años que tengo, estas anécdotas me producen risa. Uno llega a una edad que está por encima de las taras sociales dice Horacio. Y como buen viejo, después de la impotencia, el mal aliento y la tensión alta que me abordan, solo me queda reírme de las anécdotas que viví, y de la vanidad de mis viejos amigos que no van donde el cardiólogo sino donde los cirujanos plásticos y los peluqueros a ver cómo pueden plancharse y lavarse las arrugas.
NOTA: En tiempos de crisis personal y política, mi solidaridad, afecto y lealtad al Dr. Guillermo Alberto González Mosquera, Gobernador del departamento del Cauca.

EL ENTUSIASMO VIVIDO

por Marco Antonio Valencia Calle
La experiencia de coordinar los eventos del bicentenario en el departamento del Cauca ha sido grata y emocionante. Cada que tenemos la posibilidad de visitar uno de los 41 municipios para participar en un evento Bicentenario, vivir el entusiasmo y alegría de la gente por los temas de identidad, cultura e historia, nos erizan la piel y hacen vibrar el corazón.
A los caucanos nos gusta saber, hablar y reconocer aspectos fundamentales sobre nuestros antepasados; debatir y compartir las historias de la fundación de nuestros pueblos, abordar preguntas fundamentales sobre las gestas libradas en nuestro territorio y queremos conocer a los personajes que han hecho brillar el buen nombre “de la tierra” ante propios y extraños.
El entusiasmo por el bicentenario se nota cuando en las escuelas y colegios las paredes se llenan de carteleras, lábaros y pasacalles alusivas a los personajes, próceres y hechos que hacen parte de nuestro grito de la independencia hace 200 años; o cuando se realizan jornadas especiales para explicar la letra o repasar la entonación de los himnos del municipio, el departamento y por supuesto, el himno nacional.
El entusiasmo colectivo se vive cuando se cita a la gente para una conferencia, un reconocimiento o un evento cultural a nombre del Bicentenario de la Independencia de Colombia. Los auditorios se llenan, las emisoras y canales de televisión locales están pendientes de todos los detalles, las autoridades asisten con disposición, los pobladores llegan con sus mejores galas y con preguntas que hacen temblar a los conferencistas, y se arman debates acalorados que terminan en el parque, las aulas y los hogares, como si fueran asuntos de hoy. Cada discurso, cada conferencia de historia, es otro punto de vista de ver y revisar lo que sabemos. Y la gente en los pueblos no come entero: en cada pueblo se realizan aportes valiosos sobre asuntos no debatidos o no develados por la bibliografía oficial.
En los pueblos del Cauca sacar una bandera, cantar un himno, realizar una ofrenda, una misa o una marcha, es un hecho de orgullo patrio para todos. Presentar una exposición pictórica o una obra teatral, es un acto colectivo de estudio, crítica y reunión de familias enteras. Una jornada cultural de bailes, cine, cuentearía o teatro alrededor del bicentenario convoca gratamente. Los Comités Bicentenarios, organizado por los alcaldes, a largo del departamento hacen su tarea.
Quisiera nombrar todas las experiencias vividdas, pero por espacio, quiero destacar algunos: En Bolívar el auditorio se llenó de lágrimas cuando se presentó un libro sobre Domingo Belisario Gómez, el cura fundador de este municipio; en Silvia se nos llenó el corazón de orgullo cuando indígenas interpretaron el himno nacional en su lengua nativa, en Caldono almorzamos con alimentos que se cocían hace 200 años en una muestra gastronómica refinada y llena de historias orales; en Sotará se nos iluminó el corazón al ver a los niños y niñas de los colegios vestidos con atuendos propios de la época y disfrazados de Torres, Ulloa, Nariño, Santander y Bolívar entre otros, en torno a la recuperación del molino del Sabio Caldas en un evento sin precedentes; En el Tambo ya hay más de dos mil niños trabajando en dibujos y pinturas alusivas al tema del Bicentenario y hemos visitado ya dos colegios con jornadas de poesía. En Timbio se realizó un Encuentro Regional de escritores con 42 autores de 7 municipios que derrocharon versos ante más de 1300 estudiantes; En Caloto se inició la “Cátedra Caloto” alrededor de la figura mítica de Obando y la Academia de Historia ha sido notable en sus contribuciones históricas. En el barrio El Empedrado, de Popayán, más de sesenta personas entre pobladores y estudiantes universitarios pintaron un Mural colectivo de una cuadra en los exteriores del colegio Cristo Rey que nos llena de orgullo y felicidad patria (ver más en: www.bicentenariocauca.blogspot.com)
Y así, a la fecha hemos realizado más de 132 eventos, que por pequeños que sean, son loables e importantes para los propósitos de educación y cultura que tiene conmemorar y celebrar el bicentenario.
Ahora, todos los municipios se aprestan a celebrar la jornada del 20 de julio como debe ser, porque en el Cauca nos sentimos orgullos de lo que somos y vivimos, y estamos celebrando con emoción sentida el Bicentenario del grito de nuestra independencia.

EN LA MUERTE DE MI ABUELO

Marco Antonio Valencia Calle
El ángel de la Muerte visitó mi familia el pasado fin de semana. Vino por mi abuelo Germán Calle Giraldo, y aunque todos estábamos advertidos de su presencia merodeando su cama, no deja de ser un impacto estremecedor que uno de los nuestros fallezca, y la tristeza ha corrido como lluvia por los ojos de allegados y herederos.
Muere a los 90 años por voluntad propia, digo yo, pues hace 15 días dejó de comer y no hubo poder médico ni consejo humano que lo hiciera cambiar de opinión. Decía que desde joven, la muerte siempre lo miraba vigilante “pero no se atreve a tocarme porque en mi boca tengo el Salmo 91”. En su historia de trotamundos contaba que en 35 años de viajero cientos de veces peligró su vida en el sinnúmero de travesías que hizo por Colombia pero nunca le pasó nada grave. Él mismo se aterraba por los años vividos, y cuando los dolores del cuerpo y del alma le quemaban el pecho preguntaba por la muerte, nunca por un médico. Muchas veces le escuché decir que “El secreto para vivir mucho, es no tener miedo a morir y tener a la mano el Salmo 91”.
Pero su corazón de viajero no soportó quedarse enfermo en una cama, y comenzó a soñar con las emociones del Viaje Eterno, y sin preguntarle a nadie, tal vez sin él mismo darse cuenta, se preparó para la nueva aventura. Se volvió cristiano practicante, se leyó La Biblia completa varias veces como si fuera un manual para viajeros, y se encerró en su cuarto a orar y meditar de rodillas como un santo hasta que se sintió de espíritu liviano. Cuando salió de sus meditaciones, nos pidió perdón a todos por los abandonos y desaciertos, y sentado en la sala comenzó a vigilar el comportamiento de la familia como tratando de adivinar los horizontes y avatares de su descendencia, o quizá… atrapando recuerdos para su nuevo viaje.
Murió en casa, en su cama, rodeado de sus hijas, un enfermero y el Ángel de la buena Muerte mirando como el viejo le renovó su amor a mi abuela Carola, mientras le agradecía y le pedía perdón –una y otra vez-, por tantas equivocaciones...
El viejo comprendió, después de tanto viajar, de tantos malabares y hazañas por ríos y carreteras en búsqueda de Dorados y fabulas de ilusiones, que el único lugar donde vale la pena vivir es en el corazón del ser amado, en la tierra donde están los hijos, en el regazo de la familia.
Con la profunda ausencia que la muerte de un ser tan cercano nos deja, pienso en esta gran lección de amor y perdón que mis abuelos nos brindan.
“Germán y Carola”, después de 70 años de amores, 7 hijos, más de 20 nietos y una historia de incertidumbres, nos han enseñado que el amor “hasta que la muerte nos separe” es posible; que hay que luchar por el amor porque en el reino de los sentimientos nada es fácil; pero sobre todo, que hay que saber pedir perdón y perdonar a tiempo… antes que el Ángel de la Muerte ponga sus ojos sobre nosotros… y no todos vamos a tener la suerte de vivir 90 años, a menos que lo del Salmo 91 sea verdad, y al leerlo todos los días estemos fuera de todo mal y peligro.
Nota: Paz en tu tumba abuelo. Gracias en nombre de la familia Calle Martínez por el acompañamiento y mensajes de condolencia. Gracias al enfermero Ever Salamanca de la Fundación “Sabemos cuidar” por su esmerada asistencia.

LA PROSPERIDAD DEMOCRÁTICA (1)

Por Marco Antonio Valencia Calle

¿Será posible un país donde podamos confiar en la buena fe de los funcionarios, creer en nuestros dirigentes y tener actitud positiva frente al Estado? ¿Será posible que desde la prensa podamos ayudar a sembrar prosperidad democrática sin falsos positivos? ¿Será posible que los candidatos a corporaciones locales usen un lenguaje moderado y sin hecatombes verbales?
Elegido un nuevo presidente convendría para la sanidad espiritual de la patria realizar comentarios propositivos frente al futuro y al destino que nosotros mismos construimos. Y ojo, que no estoy abogando por una opinión de bolsillo, ni por autocensuras, ni pido ojos cerrados para las indelicadezas que corrompen la sal. Solo que estoy pensando que una actitud más sana a la hora de opinar podría contribuir a la construcción de prosperidad que Santos nos propone.
Los dirigentes políticos regionales y columnistas de prensa estamos acostumbrados a opinar desde las barricadas del escritorio con denuncias de presunción y ataques personalistas ¿Será mucho pedir que cambiemos el discurso en pro de una re-construcción moral del país y sus ciudadanos?
Tal vez la tarea difícil, pero deberíamos intentarlo. Tener una mirada positiva de los acontecimientos y sucesos políticos requiere un mayor esfuerzo intelectual, es cierto; pero un pueblo como el nuestro, que ha sufrido tanto, necesita confianza. ¿Acaso un presidente hablando de “prosperidad, seguridad y trabajo” no representa una oportunidad para comenzar a cambiar los ánimos generalizados?
Claro que hay que denunciar y criticar las equivocaciones de los mandatarios locales y nacionales, porque al fin y al cabo la política es de seres humanos donde el yerro, la experimentación, el riesgo, el olvido, la improvisación y la estupidez hacen parte de nuestra forma de ser y actuar… y la costumbre de hablar mal de los políticos subsiste, pero frente al anuncio de “la prosperidad” que hizo el nuevo presidente propongo discursear con argumentos y hacer periodismo sobre lo bueno que pasa, porque lo bueno también es importante, nos da orgullo y ganas de hacer patria.
La democracia da espacios para la crítica de plaza pública, la denuncia de micrófono y la prensa escrita, pero deberíamos sintonizarnos para ejercerla de manera propositiva por el bien del país. No se trata de cepillar al presidente y funcionarios de alcaldías y gobernaciones, no.
El llamado es a ganar espacios políticos y periodísticos para mirar lo bueno, aportar a la esperanza y al optimismo, sin menospreciar la validez y necesidad de la oposición crítica, reflexiva y deliberante; porque si algo nos quedó claro de las pasadas elecciones presidenciales es que la gente quiere y sueña con “esperanza, confianza y seguridad”, pero dichos postulados además de un presidente carismático y de nuevos gobernantes locales para su realización, requiere apoyo ciudadano; y tal vez, digo.. tal vez, quienes tenemos el uso de la palabra pública podamos contribuir a ello. ¿Será mucho pedir?

lunes, 21 de junio de 2010

SANTOS EL MAESTRO, MOCKUS EL APRENDIZ

POR Marco Antonio Valencia Calle
Las elecciones presidenciales nos dejan varias enseñanzas. Los días que Mockus dijo tener una enfermedad y nombró a su vicepresidente por ser un hombre académico, subió en las encuestas; pero así mismo, los días que metió la pata (¿metió la lengua?) en temas sensibles para el electorado, dilapidó los votos que finalmente le hicieron perder las elecciones.
Sobre las propuestas y el comportamiento de Mockus tenemos que decir que a la gente no le gustan los discursos donde se hable de “saltos al vacío”; al contrario, se necesita y se requiere gobernantes sensatos que nos den la sensación de estabilidad. No se puede salir a exponer programas de gobierno que nos hagan pensar que los avatares del país se resolverán con experimentos del día a día, como si la política fundamental orientada ya por nuestra constitución, fueran fiestas de pueblo donde se puede torear a la loca en corralejas improvisadas.
El viejo dicho de “por la boca muere el pez”, es la gran lección política que nos deja el candidato verde. Mockus se fue de lengua ninguneando el trabajo de los médicos, y eso causó horror, porque justamente el país en este momento tiene su peor crisis en el sector de la salud. Y lo que se espera, además de la total reforma a la Ley 100, es que los profesionales de la salud estén mejor remunerados para que presten un mejor servicio.
Colombia es un país de gente devota. El día que Mockus confesó su falta de creencia y de prácticas religiosas, perdió cientos de votos. La gente del común tiene como el eje de esperanzas a Dios para la solución de sus problemas frente a las desidias del sistema y la imperfección de la democracia… y un hombre que no cree en Dios, deja mucho que desear y produce una sensación de orfandad, porque de seguro no tiene ni piedad, ni miedos.
Mockus le apostó a los “primi-votantes”, o a los votos de los universitarios. Fórmula que ya había ensayado Fajardo sin éxito, y se comprobó una vez más que los sardinos no votan, que sus compromisos no son serios, que su bulla no pasa de las emociones pasajeras de cuatro pelagatos, porque la mayoría no tiene sentido de pertenencia, y el lema de sus vidas van por los caminos del “nomeimportismo y la aberración a lo gubernamental” como si el país no fuera de ellos. (Si la bulla política de los estudiantes fuera real, este país sería comunista hace rato por cuenta de la JUCO).
Los elementos para la fórmula ganadora fueron hacer hablar a Mockus más de la cuenta sobre temas claves para que se quemara solito; pero sobre todo, hacerle creer a él y sus asesores, que lo que se veía en internet a través de facebook, era una realidad y no una virtualidad.
A Santos, le valió pregonar la seguridad y estabilidad que hoy tenemos. Al común de la gente le da miedo el cambio y prefiere “viejo conocido que nuevo por conocer”. Esperemos pues, que llegué “la prosperidad democrática”, con una verdadera “oposición reflexiva” de parte de sus contradictores para ayudar a gobernar desde la crítica sana y con veeduría eficaz; pero eso sí, con garantías plenas en un Estado de Derecho inspirado en la Tercera Vía de Tony Blair, libro al que parece, tenemos que volver los ojos y comenzar a leer, para saber lo que nos espera.

lunes, 24 de mayo de 2010

POPAYAN EN FUTURAMA

No todos los cócteles son aburridos. Alrededor de un whisky se suele hablar de frivolidades de fútbol, política y mujeres. Es común, incluso, que alrededor del fútbol y la política se hagan apuestas y se agiten pollas...

La semana pasada estuve en un cóctel. Iba predispuesto a aburrirme como una ostra, pero no. Corrí con suerte en quedar atrapado en un corrillo de arquitectos que no hablaban de política, ni de futbol ni de mujeres (tan raro ¿no?); y el tema que los “animaba” eran los dibujos “animados”. Llegué justo cuando reían del culito amarrillo de Bart Simpson (nada que ver con el culito verde de Mockus, que ni siquiera nombraron); y luego comentaron la serie “Futurama”. Entonces metí la cucharada e invité a imaginar la ciudad de Popayán en el Tricentenario de la independencia.

Todos volvieron a mirarme y alguien preguntó en voz baja –pero que escuché-: “y este de cuál closet salió”. Para lo cual tuve que aclararles que la puerta a mi espalda no era un closet, sino un baño. Todavía no sé por qué rieron… No entendí el chiste, pero sonreí y… quedé bien, creo (jeje).
-En el futuro Popayán tendrá “metrocable” para atravesar El Parque de la Eternidad (Antiguo parque-Caldas), dijo el chistocito del closet. Alguien quiso saber si era porque todavía no lo habrían terminado de arreglar, pero de inmediato se aclaró que era para poder pasar de un lado a otro sin empujar a los verduleros de la plaza de mercado que allí habría con toda seguridad. Una señorita que mostraba unos senos pequeños y rosaditos (que no puedo olvidar y por la cual algunas noches me da bruxismo y me doy golpes de pecho), dijo que a La Torre del Reloj la veríamos con turbinas de energía eólica por aquello del calentamiento global y el problema de los costos de la energía que hoy padecemos.

-Desde El Morro-, dijo un hombre de bigotito a lo Dalí (iba a “decir de bigotito y barrigón”, pero ahora que recuerdo, y recuerdo con asombro, ninguno allí era tan barrigón como yo ¿Cuál será el secreto de los arquitectos para no tener barriga?
– Desde el Morro, dijo el tipo, en cada azotea y edificio de Popayán se verán plantas y paneles de energía solar, en vez de energía emanada de centrales eléctricas tradicionales. –Ah, lo dices -preguntó una arquitecta con pelo a lo Fany Mikey-, porque la gente mamada de pagar el kilovatio más caro de Colombia, y frente a los abusos tarifarios de hoy, en el Tricentenario se buscarán otras fuentes.
-En el Tricentenario, dijo otro tipo mayorcito y sin barriga, cantaremos el himno nacional frente al busto del prócer capaz de parar las infamias en las tarifas de electricidad, así como hoy cantamos frente a la Pola que hace 200 años llamó a la gente a no pagar impuestos tan caros.

-En el Tricentenario el agua se le habrá negociado a las multinacionales y ya no habrá monopolios en la venta de energía tradicional. Y de castigo el pueblo le dará la espalda a una empresa indelicada con la gente, y acudiremos a fuentes de energías alternas. A lo mejor de Paispamba, el país de los vientos, nos vendan energía eólica más barata y más limpia…

Relato esto para que no digan que uno pierde el tiempo en los cocteles. La verdad es que uno allí aprende, se informa, se relaja, come bien, se achispa, y hasta quedan inquietudes…