domingo, 26 de agosto de 2012

LA SALUD


INFORME DE UN EXTRATERRESTRE Nº 01
MARCO ANTONIO VALENCIA CALLE

Hola, un abrazo desde Colombia. Agradezco todas las ayudas enviadas. Los mortales que me acompañan dicen que son milagros y asuntos de la suerte, pero yo sé que has sido tú apoyando mi misión de espía extraterrestre en la Tierra. No olvido tus consejos “todo lo que pidas con el corazón, te será dado”; así era, ¿cierto?
No había enviado informe alguno porque vengo enfermo. Enfermedad que me permitió conocer más a los humanos, y la forma cruel que tiene El Sistema para exterminar a sus ciudadanos de manera aleatoria, mediante una ley de Estado, y una suerte de sicarios de bata blanca.

Al sentirme indispuesto busqué ayuda. Después de hacer filas y enredos burocráticos, conseguí una cita. Me atendió un hombre de bata blanca y mirada displicente que me recetó unas pastillas (las mismas que le recetan a todo el mundo para todas las enfermedades). Entonces, se pregunta uno, si estos tipos y mujeres que trabajan para el Sistema de salud son bestias o canallas…  Lo cierto, es que muchos son traidores de la raza humana, además de hipócritas y perjuros. Porque te cuento, un día juraron frente a su Biblia “hacer el bien a sus pacientes…” y ahora son cómplices de un genocidio sin precedentes en la historia de la humanidad.

Va a sonar fuerte, pero muchas de esas bestias de bata blanca, por conservar el trabajo y una paga miserable vendieron su conciencia, y su ciencia, al vil capitalismo. A cambio de sus trabajos, le niegan al paciente sin sonrojarse, medicamentos, exámenes y remisiones a especialistas. Y en ese alargar del tiempo las enfermedades cobran vuelo. Cuando por fin, después de ruegos, esperas, dolores, tutelas y desesperación… cuando por fin… por fin se logra un diagnostico decente… te avisan que descubrieron algo que se pudo tratar si lo hubieran diagnosticado a tiempo. Lo dicen así, sin sonrojarse ni pasar saliva, ni nada. Tienes que creerlo. Es una sutileza de maldad sicarial sin precedentes.

Entonces, un agente de bata blanca, te da un golpecito en la espalda, te sonríe, y te manda para la casa, a morir. Sospecho, que se han de sentir orgullosos del deber cumplido. Le han ahorrado al Sistema un tratamiento médico más… eso les asegura su trabajo y su sueldo miserable. Pobrecitos. Qué vergüenza. Se dejaron corromper.

Bueno Padre, en tus manos encomiendo mi cuerpo y mi espíritu porque si de éstos dependo, mañana amanezco muerto, y ni por enterados se dan que tienen los cementerios llenos por sus omisiones.

Nota: A partir de hoy,  enviaré un informe semanal. Saludos a mis amados marcianos.

lunes, 20 de agosto de 2012


GOBERNADOR ¿Y LA CULTURA QUÉ?
Marco Antonio Valencia


El Cauca necesita urgente una Secretaría de Cultura con presupuesto, independiente del sobrante económico de la Educación y los Deportes; como proyecto inmediato de la Honorable Asamblea Departamental y del Señor Gobernador. (Actualmente tenemos una Coordinación de Cultura, dependiente de la Secretaria de Educación). Además, urge aplicar la ley que implementa el presupuesto Pro estampilla para la cultura, algo que casi todos los departamentos y municipios del país, ya tienen. La Cultura, y la Industria Cultural con presupuestos pírricos, no permiten el desarrollo de este sector.


Otra urgencia de la Cultura en el Cauca, es la falta de un Plan Decenal de Cultura, un mandato del Ministerio de Cultura, desde hace años, que en nuestro departamento se viene aplazando por falta de gestión, de personal idóneo en la materia, y de una Secretaría.

Si queremos tener la Cultura funcionando, se necesita un Consejo Departamental de Cultura, porque allí los artistas, gestores e instituciones que trabajan el día a día con el arte, la educación y el turismo, orientan a una dependencia y le va a permitir a un departamento como el Cauca, proyectarse mucho mejor –y como debe ser-, al siglo XXI, en el concierto nacional y mundial.

No tener Una Secretaria de Cultura, un Consejo Departamental de Cultura (tenemos uno de papel), no haber implementado en el Cauca el impuesto por la estampilla pro cultura, ni tener un Plan Decenal, ni tener una persona idónea que sepa de proyectos culturales y tenga sensibilidad para manejar esta dependencia, son problemas graves, reales, urgente, actuales, inmediatos, que el señor gobernador, el doctor Temístocles Ortega,  tiene que gestionar, si quiere que el sector le funcione. 










POR UN CELULAR


EN NEIVA LO MATARON
Marco Antonio Valencia Calle

La semana pasada mataron a Onier Lisenhacuer Roa. Fue una muerte absurda, imprevista y repudiable. Tenía 17 años, era bachiller y parte de una familia que lo apoyaba. Su muerte fue dolorosa e incomprensible como todo asesinato. Un muchacho con un destino en progreso, educado, y como todo joven, una promesa para éste país.

Lo mataron otros muchachos por robarle un celular. Tal vez más pobres de espíritu, menos educados, sin familia, viciosos, de corazón dañado, sin amor, desgraciados. Muchachitos donde la familia perdió la oportunidad de inculcarles el temor a Dios, el aprecio a la vida. Muchachitos asesinos donde el Estado perdió la oportunidad de educarlos y enseñarles que la vida es sagrada.

A Onier lo mataron en Neiva, como han matado a otros tantos jóvenes a lo largo y ancho del país por robarle un miserable celular. Es una vulgaridad lo que vale una vida para los brutos. Es una vergüenza para este país la falta de educación. Es una grosería tener tanto muchachito sin valores ni moral robando y matando por nimiedades. Perdieron el año todos y cada uno de los maestros de los asesinos. Fallaron en su encomienda de educar los padres y familiares de estos asesinos.
Es un escándalo lo que está pasando en nuestra sociedad. Que nuestros jóvenes se dediquen a robar y a matar por un celular… que nuestros barrios populares en vez de llenarse de alegría juvenil, se nos llenen de pandillas y ladronzuelos chichipatos  que no respetan la vida, ni el bien ajeno.

Frente a una muchachada  de espíritu podrido, de moral podrida, de mente podrida, de hábitos podridos, de valores podridos, ¿Qué están haciendo en los colegios? ¿Qué están haciendo los padres de familia? ¿Qué están haciendo nuestros gobernantes?

Que la vida de Onier no sea para la estadística de un muerto más ¡No señores! Aquí estamos pidiendo justicia por él y por los miles de jóvenes muertos por un miserable celular. Exigiendo respuestas frente a los desmanes de pequeños delincuentes que crecen como ratas llevando a Neiva y al país, a niveles de tragedia inaudita. 

Hay que recordarle a los malos, que los buenos somos más. Maestros y estudiantes deben comenzar creando conciencia de que la vida es sagrada, y organizar una marcha más grande que los desfiles de Sanpedro…, para decir: No más, No más… ¡Nunca más!


:


domingo, 12 de agosto de 2012

EL PROCURADOR O EL DIABLO QUE NECESITAMOS


EL  PROCURADOR: EL DIABLO QUE NECESITAMOS
MARCO ANTONIO VALENCIE CALLE

En este país de soterrados habladores, de gente que gusta tirar lengua e inventar chismes, pero no sostenerle nada a nadie; de gente que su vida transcurre feliz con el corre-ve-y-dile; de las opiniones a medias tintas; de voltearepas políticos y amigos tránsfugas; de gentes sin convicciones que hablan por hablar; de gente sin escrúpulos verbales para rajar del vecino; de gente dedicada a moverle la silla con murmullos a los demás; de gente que cree que hacer política es reunirse para rajar del prójimo; de gente que vislumbra héroes en mafiosos, corruptos y criminales; de gente que se educó lejos de los principios morales, constitucionales y derechos humanos; de gente que cree que la libertad nacional debe ser el no-me-im-por-ta-cu-lis-mo; de gente criada a punta de televisión amañada y que actúa y opina sin criterio propio; de gente que va para donde va Vicente porque no tiene norte, ni principios, ni ética, ni religión que le permitan tomar decisiones propias; de gente falaz, falsa, mediocre, interesada e hipócrita que hoy dice una cosa pero que mañana dice otra por conveniencia… En un país con un montón de gente así, es donde apareció “el diablo” con cara de Procurador general de la nación.

En un país donde mucha gente se inventa truquitos y maromas para querer hacer lo que le dé la gana sin Dios ni Ley, y busca fajarse la Constitución a su conveniencia, es donde las reflexiones y llamados de atención contundentes del Procurador Alejandro Ordoñez Maldonado se volvieron incomodas. En un país donde alguna gente quiere imponer modas, libertades y costumbres ajenas sin ton ni son, sin análisis ni debates serios, como el aborto libre, el matrimonio gay, el consumo de drogas ilícitas, es donde las palabras del señor Ordoñez suenan incómodas.

La actitud, el carácter y los principios morales defendidos a luz pública por el señor  Procurador  son contrarios a los intereses de los mafiosos, los politiqueros, los ateos y anarquistas… o tal vez, de cualquiera de nosotros. Pero tener un tipo así, haciendo de “regidor nacional”, abriendo debates “y poniendo a pensar al país” es necesario, y se debe agradecer. Y eso no quiere decir  necesariamente que estamos de acuerdo con sus posturas.
La actitud del Procurador refleja libertad de opinión. Y en ese tenor, que los temas nacionales hay que debatirlos con altura; que la impunidad no debe ser una costumbre nacional; que tenemos que dejar de ser tan olímpicos para opinar y gobernar, que tenemos crisis de principios, de ética y amor propio. Que tenemos que re-educar al país en asuntos de valores. Que defender ideas, pensamientos o sanas costumbres es asunto de dignidad y hay que hacerlo cueste lo que cueste.  Por eso, voto para que reelijan a este señor en el cargo.

martes, 7 de agosto de 2012

ANALES DE LA ESTUPIDEZ VERBAL

ANALES DE LA ESTUPIDEZ VERBAL
Marco Antonio Valencia Calle


Estoy en el futuro próximo, digamos en el año 2.112 del siglo XXII. Reviso la prensa para ver dónde comenzó la censura verbal, al que el “Régimen de los macacos políticamente correctos” nos tiene sometidos.
Todo parece indicar que comenzó con las interpretaciones que se le dieron a la Constitución de 1991, cuando se declaró que Colombia era un país étnico y pluricultural. Después de eso, alguna gente comenzó a pedir que respetaran las tendencias ideológicas y religiosas, así como las tendencias sexuales y los vicios impugnes, por aquello del libre desarrollo de la personalidad, y hasta allí todo parecía bien, correcto, bello, una maravilla.
El Estado reconoció a los negros palenqueros su idioma, a los indios la oportunidad de la educación propia, y los homosexuales comenzaron a llamarse comunidad LGTB. La prensa tuvo su máxima prosperidad, cuando libre de censuras pudo publicar palabras consideras groseras por la iglesia católica y los gramáticos conservadores del siglo XVIII. La libertad de pensamiento llegó a su máxima autonomía con el uso del internet y la moda de escribir en redes sociales sin el miedo y la mediación del Estado y los frenos de las iglesias.
Pero de pronto, como un distractor político en una película de terror, se inició una extraña cacería de brujas. De un día para otro, los negros exigieron al Estado que prohibiera que se los siguiera llamando negros. Y comenzó el uso de eufemismos perfumados donde los indios dejaron de ser indios, y los maricas dejaron de ser maricas.
Desde la estupidez mediática se prohibió la locuacidad. Las costumbres y el uso del habla de la gente del común, así como la capacidad de humor de los colombianos se volvieron transgresiones a la dignidad humana, simplemente porque sí. Una reforma constitucional determinó que la fluidez verbal era delito. El silogismo, la ironía, la sátira, la parodia, la broma, el chasco, el sarcasmo, la puya y la simple verdad frentera… llevó a la cárcel, al exilio, y a la picota pública, a más de uno.
Alguien dijo eso me huele bollo perfumado y lo destituyeron; alguien dijo merienda de negros y lo declararon enemigo nacional; alguien dijo indios leguleyos, y le dieron 33 latigazos en el cepo del Congreso. Las feministas exigieron que en todo discurso se dijera “los, las y ellos”; los boyacos, las pereiranas y pastusos prohibieron chistes que los involucrara; y finalmente, los políticos hicieron meter a la cárcel a todos aquellos que hicieran bromas o hablaran en doble sentido cuando metían las de caminar, porque no se puede decir “metió la pata” o, “nos llevó el Patas”.