martes, 28 de diciembre de 2010

LA TETA DE LA LUNA

Las 11 de la mañana del 11 de septiembre del 2001 fue terrible para el mundo. Ese mismo día Oliva salió de la clínica de la estancia con una de las noticias más trágicas que mujer alguna pueda recibir. Tenía la mirada ida, el corazón acelerado y una tristeza infinita, en sus manos un papel verde que sentenciaba su tragedia. Caminó por horas sin rumbo hasta que cinco horas más tarde un policía la hizo reaccionar y le dijo que las Tres cruces no era lugar seguro para que una mujer anduviera sola y la regresó a su casa, en el barrio La Esmeralda. Al llegar todo le pareció ajeno, miró a sus hijos y un estremecimiento frío la hizo desvanecer frente a ellos. Cuando regresó de su miedo, los miró a los ojos y entre sollozos les anunció que tenía cáncer de mama, que se iba morir, que la perdonaran (como sí ella tuviera la culpa). Maite tiene 7 años pero una madurez profunda para entender la vida y sin más se quitó el escapulario y se lo colgó a su mami. Hernán, su otro hijo de 24 años, el hombre de la casa, porque Oliva es madre soltera, y quien la tiene como beneficiaria en COOMEVA, se quedó de una pieza, abrió los ojos como si hubiera visto el peor de los espantos, se tiró al piso y convulsionó.

Oliva tiene 42 años y vive con sus padres y dos de sus hermanas, y a ella le parece que estos miembros de su familia nunca comprendieron la angustia y el grado de susceptibilidad por el que atravesaba. Ellos dicen que no se trataba de subestimarla o hacerla sentir como la pobrecita, sino de tratarla como normal, que nunca la atendieron como una lisiada para que ella sacara su fuerza interior y luchara contra el cáncer, y por eso la trataron “aparentemente” como si no pasara nada, aunque por dentro todos sufrían, y ese miedo los hacia irritable.
Y no crean, por culpa de la teta de Oliva, la familia ha padecido días largos, llenos de histeria y desasosiego.

El 23 de noviembre la operaron y el 26 comenzaron las radiaciones que duraron 33 días consecutivos en el sector de Oncología en el Hospital Universitario San José. En esos 33 días, esperando turno conoció a muchos pacientes que días después se enteraba, habían fallecido. Eso era tristísimo y desalentador, hoy en día pasar por esos pasillos le da nausea y horror. Las radiaciones le pusieron la piel negra y la ropa le fastidiaba tanto que sentía la piel quemada. El mundo se le había venido encima, así, sin más y la sicóloga le decía que parte del éxito estaba en su buen estado anímico, que no desfalleciera, pero es que era tanto el dolor, el misterio, la desazón, la angustia, los muertos, el miedo, la pérdida de la fuerza en el brazo derecho, ese hueco...

Después fue la quimioterapia, unas inyecciones que le aplicaban en la vena cada tres meses y le provocaban mareo, calor, vómito, dolor de cabeza y caída del cabello. Para eso la internaban dos días en el hospital. Y los exámenes de sangre cada ocho días y el inicio de un tratamiento que durará cinco años, y consultas mensuales y biopsias y...

Oliva ya no ríe ni habla como antes, siente que la peor de las desgracias le tocó en suerte, pero al mismo tiempo, tener vida aun, es la mejor de las bendiciones de Papito Dios, su soporte.

No puede contar su historia sin dejar de llorar, de mostrar su irritación, de estar agradecida por aquellos que le dieron apoyo moral en los peores días, “siquiera una llamadita...” pero al mismo tiempo, es inevitable sentir un rencor sordo, como de río, por aquellos que fueron intolerantes con su dolor, por aquellos que no la apoyaron.

“Le cuento mi historia -me dice-, para que la gente se dé cuenta, que si uno lucha, desde adentro, con el alma, uno sobrevive, y que si a uno se la cae una de las gemelas, no se le cae la esperanza.”

lunes, 27 de diciembre de 2010

Para un Cauca Mejor (5)

por/Marco Antonio Valencia

Deseo prosperidad para el año nuevo. Favor no quemar pólvora el 31 de diciembre. La gente culta, que piensa, que es inteligente y tiene un mínimo de entendimiento no quema pólvora porque sabe que es un riesgo para su salud y pone en peligro la vida propia y la de los demás. Los truenos de la pólvora estresan y dañan la paz.

No seamos ignorantes, no votemos el dinero de manera tan imbécil. La pólvora no es tradición sana. Avancemos al siglo XXI erradicando las costumbres bárbaras del ayer.
Después de la súplica envuelta en regaño, continúo aportando ideas para que políticos (o aspirantes) desarrollen proyectos que permitan el desarrollo que como caucanos necesitamos.

26. Restitución de tierras. Es importante que de una vez por todas se realicen mesas de concertación y diálogos -diferentes a los tradicionales-, para que gobiernos, hacendados y comunidades de indígenas y negros por fin tengan definido linderos y títulos de propiedad de fincas y propiedades. El conflicto de tierras en el Cauca es ancestral y no permite el progreso ni la inversión. Además de generar guerras, combates y muertes.

27. El Cauca es uno de los departamentos más conflictivos de Colombia. Todas las grupos armados han tenido y tienen asiento aquí (paras, guerrillas, mafias, delincuentes comunes) y por lo tanto son miles la victimas de su acción violenta. Es importante que la ley de justicia y reparación de victimas que tiene el actual gobierno sea una realidad para nuestra región y nuestra gente. Hay que abandonar la guerra y evitar las venganzas. Hay que generar acciones de reparación y justicia regional y local.

28. Servicios social obligatorio para universitarios. Popayán es ciudad universitaria. Qué bueno sería crear un marco legal de “responsabilidad universitaria” donde todos los graduados en el Cauca, de manera obligatoria entreguen su tiempo para colaborar y erradicar la pobreza regional a través de alcaldías y ONGs. Para ayudar y asesorar a campesinos y menos favorecidos en aspectos de salud, educación, vivienda, justicia, empleo, creación de microempresas, etc.

29. Educar el talento y apoyar la producción artística. Los artistas son la mejor imagen de una cultura, de un pueblo, de una región; pero tenemos que fomentar y apoyar sus procesos de educación y estimular el arte desde la infancia. La gente se siente orgullosa de sus artistas famosos. Por lo tanto, la inversión en cultura debe ser grande, no residual. Las pirámides de Egipto, por decir algo, son ejemplo de inversión en el sueño e imaginación de los artistas y es lo que perdura de una cultura extinta.

30. Reinventar la historia de orgullo regional. Es importante que las nuevas generaciones se sientan orgullosas de sus lugares de nacimiento, de su pueblo, su historia y su tradición. Hay que re-escribir y socializar todas las hazañas regionales que nos hacen únicos y diferentes en el contexto nacional: alimentos, músicas, sitios turísticos, personajes, historias, geografía, mitos, leyendas, etc.

jueves, 23 de diciembre de 2010

EL HIJO DE MARÍA

El hijo de María era niño regordete, alegre y preguntón. De mirada inteligente y sonrisa que conquistaba mundos.

El hijo de María tenía futuro, tal vez iba, cuando grande, a estudiar Medicina para salvarle la vida a algún enfermo, tal vez estudiaría Derecho para defender a los corruptos, o Ingeniería (pero jamás para comprar o negociar la dignidad por un contrato con los alcaldes), o tal vez fuera a ser un chef famoso (pero no de comida chatarra, comida que mata más gente en un año que todos las guerras juntas); Sí, ese niño tal vez iba a serle útil a la humanidad.

El Hijo de María era especial. Desde que nació, por ejemplo, hizo mover la economía del mundo. Desde su cuna fue cliente fijo de fabricas de pañales, papel higiénico, teteros, cremas, juguetes, leche en polvo, compotas, copitos, algodones, ropa, tejidos, plásticos, en fin... ese niño, con solo empoparse, o berrear, como les digo, hacia mover la economía del mundo.. ¿Se imaginan ustedes cuando estuviera en edad escolar? Es que los niños son costosos (por eso hay que ponerse el condón si no se esta programando hijo), pero los adolescentes cuestan mucho más, y los adultos ni se diga, porque somos seres consumistas y vivimos en una época que la comodidad demanda muchos, pero muchos gastos.

El hijo de María, tal vez, iba a casarse y tener hijos. Es muy posible que fuera a ser un gran presidente, un profeta, un inventor, un artista famoso o simplemente su vida le diera razón de vivir a alguien. Tal vez ayudaría a algún viejo a cruzar la calle, o llorara viendo los atardeceres hermosos de una ciudad colonial. Quién sabe.

Pero al hijo de María lo mataron. Y de la peor manera. Murió despellejado en el Hospital Universitario. Balbuceando por un trago de agua que no podía tomar, dando grititos guturales para llamar a su mamá, que a su lado, estremecida, vivió en pena el infierno de ver morir a su pequeñín lentamente sin poder hacer nada. Y nada, es nada.

Al hijo de María le estalló en la cara “un jabón” (que no es otra cosa que un taco de pólvora, la misma que usan en la guerra para destruir casas y tumbar puentes). Se la compró, por ahí en la calle, un tío bonachón y pendejo. Al que provoca darle cárcel perpetua y transplantarle orejas de burro. ¿A qué adulto responsable, con dos dedos de frente, se le ocurre regalarle pólvora a un niño?

¿Pero de quién es la culpa que se haya muerto el hijo de María en tan fatídica y horribles circunstancias? ¿Del tío estúpido que se la compró? ¿Del ignorante polvorero que mejor debería vender buñuelos con dulce, y no algo tan peligroso para todos? ¿De la curia que alimentó la tradición de las fiestas navideñas y patronales con pólvora? ¿De los alcaldes y policías faltos de pantalones para decir como hombres “en éste municipio no se vende pólvora”? ¿De la nefasta Ley de Seguridad Social que nos tiene sumidos en “aguasdepanelas” en vez de medicinas eficaces y volvió en tristeza el servicio de médicos, especialistas y hospitales? ¿De María que, como madre novata e inexperta no sabía que la pólvora es peligrosa, por muy “chispita mariposa” que sea

lunes, 20 de diciembre de 2010

EL CHISME

Se cuenta con picardía, se recibe con una exclamación y los ojos abiertos. Se adereza con expresiones: “quién se lo iba a imaginar”, “que tal”, “se lo tenían bien guardado” (…) Llega a oídos de gente que los protagonistas desconocen, no importa: los chismes, corren, vuelan, no pagan pasajes, ni peajes, no tienen horarios, se riegan, es gratis, divierte, es un regalo social, hace amigos, genera confianza: “a ti te cuento, porque sé que no se lo vas a contar a nadie”, “te cuento, pero no me vas hacer quedar mal”.
“Aquí entre nos”, un secreto que se convierte en chisme se vuelve historia con vida propia, corre de boca en boca, atraviesa paredes, oficinas, casas, calles, no pide permiso; se confunde por ahí, entre las minifaldas y el tinto; se retuerce por ser contado, por volverse a contar y divertir. Sirve para intrigar, para iniciar una conversación, para tener la disculpa de una llamada, un Chat, un e-mail, para acompañar una cena donde no hay nada que decir.
El chisme hace gárgaras en la vida de más de uno. Se retroalimenta con otras historias, hincha lenguas, se distorsiona y se disecciona en la mesa de muchos, se degusta en el paladar del viperino. Los bocones se nutren. Los metiches soban sus manos…
El chisme se vuelve noticia, crónica social, tema de cóctel, materia de discusión, se reinventa en los cafés, de él se hace chiste en los billares y en el parque, se vuelve hazaña, mito, leyenda, historia urbana, caricatura, asunto de opinión, editoriales y discusiones…
Pero el chisme también sirve para mancillar famas, acabar reputaciones; para malograr amores, para dañar al otro, para exorcizar envidias, para demostrar lo mala gente que somos, lo burleteros que podemos llegar a ser, lo peor de notros mismos…

FIESTA DE RICOS RUMBEROS

Pudo haber sido una rumbita cualquiera de happy birthday, una orquesta como otra, dos cantantes normalitos traídos desde Puerto Rico por un millonario extravagante, pero no, fue una noche gozona y de las buenas. Se reunió la Sociedad In de Loteros del Sur Occidente Caucano, la pléyade del periodismo privilegiado de la parroquia y los que creen que los santos sudan por un lado; por el otro lado 27 zutanos melómanos, el maestro Jaime Castillo, un vendedor de maní y yo. Éramos pocos (los afortunados) para llenar el Coliseo La Estancia y para la magnitud del evento.

El aguardientico corrió suave por los tubos digestivos, y de verdad, puedo jurar, que tomar sin fumar no da guayabo, pero sí un poco de flacidez sexual y al otro día un poquito de diarrea, pero poquita no más, insisto. Otros licores además de diarrea dan dolor-doloroso de cabeza, vómito, miadera, impotencia y ganas de mentir (“no vuelvo a tomar”, se falsea).

Miller Giraldo estuvo bien como animador, el tipo se tiene confianza, la gente lo quiere y responde a sus caprichos. El show de Miller tiene son, es agradable y sobre todo, un estilo ilécebra con muchos seguidores (salúdame por la radio el domingo Miller).

La orquesta Vía Libre tiene 7 años de tradición, 13 músicos y 2 cantantes: Javier Caicedo y Carlos Valencia muy buenos, saben carear, tienen histrión, variedad y calidad de voz. Me contaron que ya grabaron un disco pero que lo tienen archivado, pues yo les digo que están perdiendo plata, fama y proyección, mejor dicho, que el manejador se ponga mosca.
Desde puerto Rico vino David Pabón, la verdad yo no sabía quién era ese señor (que ignorancia musical la mía, eh?) y resultó ser un cantante famosísimo de salsita de alcoba, esa música cachonda para cornudos de primera, con letras pervertidas y picantes, musiquita insinuante, chévere, amacizable. Me gustó la voz del man, soy de esa generación, crecí con esa musiquita barata, pero bacana, con esa enamoré, aprendí a bailar, a calentar feligresas, a pedirlo, a llorar, a emborracharme con guayabo; la salsita de sábanas es de efectos sentimentales para sementales, de estimulo sonoro y clictoriano, con letras plegadas de sexo tierno.

(Já, esa músicota y la felonía en marcha: “el pichilín” con flacidez sexual por tomatrago).

El otro artista fue Luisito Carrión, que dizque perteneció a la Sonoro Ponceña y que tal, con salsita más pesada, menos decante, más bailable, en fin, el tipo vino, cantó gustó y se llevó aplausos además del amor de una presentadora de la T.V. local (chisme).

Al son de Vía Libre, los boricuas, la feria de los vendedores de maní, el agurdientico circulante, el encanto de una luna en cuarto menguante, el encuentro de mujeres hermosas (andan diciendo que las patojitas son hoy por hoy las viejitas más hermosas del país), y el marramao de Miltón a todo pulmón: “jueeeeeeeeeegaaaa laaa looooooteeeeeeeeeriaaaaaaaa,” celebramos el 4 de julio pasado los 80 años de Lotería del Cauca, una institución que desde 1923 viene llenándole el bolsillo a los suertudos del barrio, una empresa que contribuye con millones y millones para la salud de los colombianos, así lo dice su slogan, así suponemos que es.

Hermanos míos, se perdieron una rumbita buena, sabrosita, barata (cinco mil pesitos no más), incluso hasta se hubieran podido reír con un pitico de regaño (piiit, pit) del seór Pito a los que querían sabotear el gatuperio protocolario, en fin. Felicidades a la octogenaria institución y sus trabajadores, y gracias. Insisto, estuvo chévere, muy chévere.

domingo, 19 de diciembre de 2010

POR UN CAUCA MEJOR (4)

por: Marco Antonio Valencia

Feliz Navidad a todos mis lectores. Sigo publicando ideas, soluciones y propuestas significativas para ser implementadas por instituciones, municipios y entes gubernamentales en pro de una mejor calidad de vida para la región. A veces se tiene el poder, el dinero, las ganas, pero faltan ideas. Aquí están.

19. Acabar con la discriminación. Es importante reconocernos como región y abrir las puertas de las oportunidades a todos los caucanos sin distingo de razas, credos o lugar de nacimiento. El centralismo de los payaneses y la discriminación hacia los que no tienen apellidos de familias tradicionales españolas crea desconfianza, resentimientos, insolidaridad, falta de aceptación y vergüenza por quienes viven en los paradigmas de la heráldica de antaño. En el mundo moderno los apellidos no son argumentos ni papeles de presentación. Negar al otro por falta de apellidos con pedigrí es intolerancia social.

20. Hay que desembotellar vialmente al Cauca. Es necesario aumentar nuestra conectividad vial para generar desarrollo y poder llevarle a le gente marginada -por falta de carreteras-, mejores servicios básicos como la salud y educación. La ampliación de las carreteras que van al Huila, Nariño y el Valle son prioridad, y la creación de carreteras al sur del Cauca y al mar, son fundamentales para salir de nuestro atraso económico.

21. Los noticieros locales de televisión deberían de tener sus propios formatos y no reproducir la decadencia y lo criticable de los noticieros nacionales como son las notas de farándula, chismes y amarillismo bárbaro. Más reportajes, más crónicas, más entrevistas. Más fomento al empresarismo, a la cultura ciudadana, al amor por la patria chica.

22. Cauca Digital debe ser una realidad. Para ello todas las empresas del Estado municipales y departamentales deben crear y permitir la opción de hacer diligencias vías internet; y de igual manera subir su información histórica y actualizada para que la gente tenga acceso a la información pública sin restricciones. Que todo sea público, transparente a través del Internet. La Cámara de Comercio –igualmente-, debe motivar, capacitar y convencer a nuestros comerciantes de las bondades de los sitios web para establecer negocios y facilitar sus trámites a nivel global.

24. Que absolutamente todos los docentes tengan capacitación en informática e internet con componentes pedagógicos para el uso en el aula de las Nuevas Tecnologías que les permitan enseñar con propiedad en el siglo XXI. Que los colegios tengan equipos con conexiones de banda ancha, y que los profesores tengan opciones de compra de equipos personales a bajo precio.
25. Cauca bilingüe: la tendencia de todas nuestras instituciones educativas debería, además de la digital, ser la de un Cauca bilingüe. Que el bilingüismo deje de ser un deseo para convertirse en una realidad. Así nuestro turismo sería más competitivo, nuestros hijos tendrían más opciones académicas, industriales y comerciales.

Pronto tendremos Tratados de libre comercio con Europa y Estados Unidos y la gente es bilingüe tendrá miles de oportunidades comerciales. Se debería comenzar de inmediato al menos con los colegios privados y paulatinamente la educación pública.

sábado, 11 de diciembre de 2010

PARA UN CAUCA MEJOR (2)

Marco Antonio Valencia

Continuamos con la “lluvia de sugerencias al vuelo” para los aspirantes que desean gobernar el departamento y los municipios del Cauca. “Ejercicio” que no pretende otra cosa que incentivar la creación de proyectos reales y necesarios, en vísperas de un debate electoral.

6. Hay que adelantar un plan masivo para reforestar (con el respectivo cuidado por varios meses para que no se mueran), de árboles y plantas nativas en pro de contribuir a contrarrestar las amenazas del calentamiento global, evitar los daños del invierno y la erosión, fomentar la seguridad alimentaria, así como la economía regional.

7. Re-educación general para que todos respetemos la vida y rechacemos la cultura mafiosa y facilista. Es necesario que la gente tenga conciencia que la corrupción, el narcotráfico, la extorsión, la trampa y la mentira son delitos y prácticas que perjudican a la sociedad en general. Partir del auto-reconocimiento para aceptar nuestra realidad, aceptar lo positivo y negativo que como raza y como región tenemos. Proyectarnos internamente como región de gente sana, noble, inteligente, civilizada y ajena a las mafias.

8. Reconocer la función social del ama de casa con prestaciones sociales y jubilación, incluyendo cursos de de actualización que les permita atender mejor a los miembros de su hogar, ser más competente con los electrodomésticos, la higiene general, la ética y la superación personal; en pro de tener mejores familias y mejores ciudadanos.

9. Atención a la primera infancia con seguridad social, alimentación, salud, educación, pero también con recreación. En nuestro territorio nuestros niños no tienen espacios amplios, eficientes, lúdicos y pertinentes para la recreación. Hacen falta parques temáticos y recreativos donde la diversión y el aprendizaje sean realidad. Faltan más profesionales de la recreación y la educación física, además de agendas anuales de actividades para atender a niños y jóvenes.
10. Las cárceles son escuelas del crimen y eso debe cambiar. Es necesario que los internos tengan condiciones dignas, evitar los hacinamientos y la violación de los derechos humanos al interior de los penales. Se deben rehabilitar con programas de estudio serios y trabajos dedicados en producción de bienes y servicios para el Estado.

11. Programas para la reproducción sexual responsable y freno a los embarazos indeseados. Hay que educar pero también crear estímulos a mujeres que se liguen las trompas y a hombres que se hagan la vasectomía. Los hijos indeseados fomentan la pobreza en las familias de bajos recursos, y la frustración en los adolescentes y jóvenes que tienen que abandonar sus sueños para criar hijos no planeados.

12. Fomentar oportunidades para los jóvenes a través del deporte, la cultura y la organización informal de cursos en Casas del deporte y la Cultura, a través de instituciones del Estado y las ONG, que les permita a niños y jóvenes crecer en sus vocaciones, y así evitar el tedio y la falta de oportunidades. Es urgente alejarlos de las pandillas, de los vicios y el resentimiento social que los anima a ver al Estado como el enemigo que no le permite acceder a sus intereses y no les permite desarrollar su vocación.
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PARA UN CAUCA MEJOR (3)

Marco Antonio Valencia

Los columnistas somos criticados por criticar y no proponer. Aprovecho este espacio para recoger ideas, con el fin de proponérselas a los políticos y gobernantes en pro de un mejor Cauca. Gracias a quienes hacen llegar sus propuestas para fortalecer un listado que no tiene color político, ni dueño.

13. Las ofertas de Turismo en el Cauca pueden mejorar. Hay que rediseñar y perfeccionar lo existente, e impulsar las ofertas que se quedaron en sueños y papel. Hay que recuperar espacios eco-turísticos para motivar extranjeros. Hay que mejorar la calidad, la promoción y la profesionalización de quienes trabajan en el sector. Hay que lograr la cooperación internacional, la cohesión social y la participación ciudadana en los proyectos de turismo sostenible en el tiempo y el espacio.

14. Debemos tener una política regional para preservar los recursos naturales. Las nuevas generaciones merecen mejor calidad de vida y soportes económicos viables. Una política ambiental que permita el crecimiento y el desarrollo de la región, sin poner en riesgo los valores culturales y naturales del paisaje.

15. Los espacios públicos y los semáforos deben dejar de ser espacios del rebusque económico. La informalidad, el oportunismo y la improvisación convierten las calles, parques, plazoletas y semáforos en centros grotescos, peligrosos y focos de vicio. Se tiene que regular la economía informal de los artistas, saltimbanquis o cirqueros que usan los semáforos y parques para expresarse. Que se haga uso de los espacios públicos con propuestas escénicas decorosas, programadas y con permisos legales.

16. Diversos actores armados han sembrado nuestras veredas y ciudades de muertos y desapariciones forzadas. Es necesario reconocer el duelo como problema de salud pública. Ayudar con sicólogos en actos colectivos a la sanación mental de los familiares al poner en escena los duelos y así evitar hechos de sangre por venganzas. Sería importante en cada municipio construir monumentos con los nombres de los muertos y desaparecidos. Monumentos contra la indiferencia y el olvido para exigir justicia, verdad. Es necesario reconocer y honrar las víctimas del conflicto.

17. Identidad regional. Es importante fortalecer la identidad de los caucanos desde y con procesos educativos impulsado desde los medios de comunicación, los colectivos sociales, comerciales y políticos; y desde allí reforzar la identidad del “ser caucano” a través de la cultura, la gastronomía, las tradiciones, la historia y sus personajes. No se trata de imponer “una marca” sino de crear y difundir una conciencia, una personalidad, una raza, una manera de ser y de actuar. Es imperativo crear la cátedra Cauca con un programa académico, cultural y de largo aliento.

18. Es necesario crear agendas integrales para la atención de la niñez y la juventud. Brindarles oportunidades a niños y jóvenes para que no sigan siendo el origen de los conflictos armados, la ilegalidad, la pobreza, la generación de familias disfuncionales, etc. Crear programas municipales multidisciplinarios e integrales en convergencia con todos los sectores sociales en pro de generaciones más felices, menos conflictivas, con más oportunidades, más participativas. Cultivar al niño en deporte, cultura y emprendimiento para tener hombres de bien.

LA PROSPERIDAD DIGITAL: TEMA PARA LAS CAMPAÑAS LOCALES

POR: Marco Antonio Valencia Calle
A través del Ministerio de las TIC (Tecnología, Información y Comunicaciones) el actual gobierno planea eliminar las brechas de desigualdad entre ricos y pobres. La idea es que tanto las pequeñas empresas como las compañías internacionales a través de internet puedan tener la misma información. Que los niños pobres de veredas y municipios alejados puedan tener acceso a internet, y a través de ella, las mismas condiciones educativas que los niños de estratos 4, 5 y 6. Que los mineros, los campesinos y la industria del agro pueda tener certeza informativa diaria sobre el clima, movimientos sísmicos, el estado de las carreteras y la seguridad vial, precios y demandas de productos, etc.
Para el año 2014, la meta es que través de internet, se pueda tener información única de las afiliaciones a salud y a pensiones de la gente; que puedan acceder a más de 500 servicios que presta el Estado y las empresas privadas, como por ejemplo, los trámites de notarias, las certificaciones escolares y universitarias; pero de igual manera que se pueda pagar a través del sistema digital los servicios públicos, la compra de productos, el pago de peajes, la atención en los hospitales y los salarios, entre muchos otros.
Sin duda, el servicio de telemedicina que se tendrá en 260 municipios, será una novedad de la cual ya muchos quisiéramos ser beneficiados. Cuando los niños y jóvenes tienen y buscan otros soportes de leer como son las pantallas del computador y los teléfonos celulares, bien se hace en digitalizar los libros, documentos y hemeroteca de la Biblioteca Nacional, ejemplo que ya emulan muchas universidades del país, en la intención de preservar, pero de ponerse a la vanguardia informativa. La Justicia, en poco tiempo, tendrá expedientes digitales, y pondrá en funcionamiento sistema único de leyes vigentes para estar al día cuando el Congreso deroga normas y leyes, al promulgar otras nuevas; y por fin se podrá tener inventarios de los procesos adelantados contra el Estado, información que que permitirá tener políticas de prevención para evitar futuras demandas.
Todo eso y más será posible con la creación de 800 telecentros de capacitación a la gente de bajos estratos en 700 municipios colombianos, y donde las alcaldías y gobernaciones coadyuven a financiar y a mantener estos sitios. Donde las Cámaras de Comercio presten su apoyo para la convocatoria a las Pequeñas y Medianas empresas para aportar y acceder a estos recursos; donde los maestros de todas las escuelitas veredas y municipales decidan con firmeza aplicar a una capacitación adecuada para ponerse al día con las formas de educación mundial; cuando el Ministerio de Defensa, la Fiscalía y el Das, tengan controles para la seguridad Informática y la gente pueda realizar comprar y ventas sin miedo al fraude, o cualquier crimen que se dé a través de la red. Cuando las empresas apoyen a los gobiernos llevando redes, antenas, computadores, telefonía celular, capacitación y proyectos de modernización digital a los municipios. Es un compromiso de este gobierno, y debe estar en la agenda, los planes y promesas de las campañas locales que ahora se inician.
En pocos años debemos tener una sociedad de la información equitativa, con gente más capacitada, con infraestructura adecuada y servicios de clase mundial.

PARA UN CAUCA DIGITAL


LA PROSPERIDAD DIGITAL: TEMA PARA LAS CAMPAÑAS LOCALES
por: Marco Antonio Valencia Calle

A través del Ministerio de las TIC (Tecnología, Información y Comunicaciones) el actual gobierno planea eliminar las brechas de desigualdad entre ricos y pobres. La idea es que tanto las pequeñas empresas como las compañías internacionales a través de internet puedan tener la misma información. Que los niños pobres de veredas y municipios alejados puedan tener acceso a internet, y a través de ella, las mismas condiciones educativas que los niños de estratos 4, 5 y 6. Que los mineros, los campesinos y la industria del agro pueda tener certeza informativa diaria sobre el clima, movimientos sísmicos, el estado de las carreteras y la seguridad vial, precios y demandas de productos, etc.
Para el año 2014, la meta es que través de internet, se pueda tener información única de las afiliaciones a salud y a pensiones de la gente; que puedan acceder a más de 500 servicios que presta el Estado y las empresas privadas, como por ejemplo, los trámites de notarias, las certificaciones escolares y universitarias; pero de igual manera que se pueda pagar a través del sistema digital los servicios públicos, la compra de productos, el pago de peajes, la atención en los hospitales y los salarios, entre muchos otros.
Sin duda, el servicio de telemedicina que se tendrá en 260 municipios, será una novedad de la cual ya muchos quisiéramos ser beneficiados. Cuando los niños y jóvenes tienen y buscan otros soportes de leer como son las pantallas del computador y los teléfonos celulares, bien se hace en digitalizar los libros, documentos y hemeroteca de la Biblioteca Nacional, ejemplo que ya emulan muchas universidades del país, en la intención de preservar, pero de ponerse a la vanguardia informativa. La Justicia, en poco tiempo, tendrá expedientes digitales, y pondrá en funcionamiento sistema único de leyes vigentes para estar al día cuando el Congreso deroga normas y leyes, al promulgar otras nuevas; y por fin se podrá tener inventarios de los procesos adelantados contra el Estado, información que que permitirá tener políticas de prevención para evitar futuras demandas.
Todo eso y más será posible con la creación de 800 telecentros de capacitación a la gente de bajos estratos en 700 municipios colombianos, y donde las alcaldías y gobernaciones coadyuven a financiar y a mantener estos sitios. Donde las Cámaras de Comercio presten su apoyo para la convocatoria a las Pequeñas y Medianas empresas para aportar y acceder a estos recursos; donde los maestros de todas las escuelitas veredas y municipales decidan con firmeza aplicar a una capacitación adecuada para ponerse al día con las formas de educación mundial; cuando el Ministerio de Defensa, la Fiscalía y el Das, tengan controles para la seguridad Informática y la gente pueda realizar comprar y ventas sin miedo al fraude, o cualquier crimen que se dé a través de la red. Cuando las empresas apoyen a los gobiernos llevando redes, antenas, computadores, telefonía celular, capacitación y proyectos de modernización digital a los municipios. Es un compromiso de este gobierno, y debe estar en la agenda, los planes y promesas de las campañas locales que ahora se inician.
En pocos años debemos tener una sociedad de la información equitativa, con gente más capacitada, con infraestructura adecuada y servicios de clase mundial.

viernes, 10 de diciembre de 2010

SIMPLEMENTE SOY FELIZ

Es martes y voy por la calle dando los tumbos del primíparo. No encuentro la respuesta a la felicidad que me embarga, simplemente soy feliz. Desde que llegué a esta ciudad tan hermosa la euforia no me deja, me arrastra. Las mujeres son tiernas, huelen a fresco y sostienen una sonrisa vertical que emociona, los hombres son de una amabilidad increíble, piden el favor, dan gracias y siempre saludan. Y los abuelos son tan queridos que no queda de otra sino quererlos y sentarse a charlar con ellos por horas y horas sin medida de tiempo. Hombres y mujeres pasan por mi lado despacio, sin afán, sin frío ni calor. El clima es regio, templadito. Las calles son limpias, ordenadas, sin bullas.

Cuando mi apá me dijo que ahorraba para traerme a estudiar a una ciudad universitaria no imaginé que hubiera miles de papás que hicieran lo mismo. La universidad es como una rueda de Chicago donde a fuerza de emociones termina uno haciéndose amigo de muchachos asustados y esperanzados en una Colombia menos sufrida.

Esta ciudad y esta universidad son una machera, con cruzar su portón es otro mundo, un exilio temporal al mundanal ruido de la guerra y la vil violencia de los campos. En la facultad, en su cafetería y sus pasillos se ve, se vive, se goza y se ríe de otra manera; es campo fértil para ejercer a conciencia plena la alegría y la juventud, y seguro también es el sitio propicio para aprender a ser persona y emprender una profesión, que es a lo que vinimos. Aprender hechiza el corazón de cualquiera. Y habría que ser ciego para no encantarse con todas las maravillas que ofrece la U.

Las primeras clases me han dejado extasiado. Todos los profesores tienen caras de ser decentes y sabios, tienen actitud positiva y hablan con destreza y energía. Es rico llegar a una universidad así. Hasta ahora nadie me ha tratado mal por campesino, aquí a los foráneos nos aprecian, en esta ciudad nos han acogido y valorado como lo merecemos, como gente que ya está progresando.

Cuando ayer intervine para opinar por vez primera en el mundo académico de la U, sentía que el mundo me daba vueltas del puro miedo, pero el profesor y los compañeros me escucharon con tanta atención y respeto, que en vez de desmayarme por la emoción, me sentí importante y supe que estaba en el lugar indicado y la universidad correcta.

Dicen que el viernes hay una fiesta de bienvenida y bautizo de primíparos, donde posiblemente perderán la virginidad más de uno, y se emborracharán por vez primera otros más. Pero no sé, eso de comenzar carrera de borracho no esta bien en una persona que comienza a formar su cerebro, su alma y su cuerpo para ser profesional. Que se emborrachen los amigotes de mi pueblo (indios nosotros todos y muchos analfabetas, para más) hasta se perdona; pero que se embrutezca de alcohol y envene de vicio el cuerpo una persona que ya es bachiller y que ya entiende eso del bien y del mal, es otra cosa. No creo que necesite meterle litros de guaro a la cabeza para empatizar con otros; y más, no me cuaja en el sentimiento (y el orgullo) que me recorre el ser miembro de una universidad feriar mi virginidad con la primera que me tope. Si ya sé, no faltará quienes piensen distinto y se burlen, y me digan primíparo, monja boba y cosas así; de seguro habrá compañeros que traten de disuadirme de no creer en Dios, ni en los valores de mi familia, y me agucen para que aborrezca de mi patria chica y me avergüence de mis padres, pero no, jamás. A la universidad uno puede venir virgen pero no tonto, porque se lo comen vivito; hay que tener cuidado, no vaya ser que en vez de resultar siendo una persona útil y formar la inteligencia termine uno siendo instrumento de depredadores sociales, de gente contaminada de pesimismo y anarquía...

“Señor Dios, que los valores enseñados por mi abuela y los principios de los campesinos de bien de donde vengo, no me abandonen, amen”.

domingo, 5 de diciembre de 2010

¡POR FAVOR, NO ME MATEN!

Como van las cosas moriré de pánico antes de lo esperado por Ana, mi pitonisa de cabecera. Las historias de policías y ladrones, de violentos y pendejos, de atracos y secuestros, de absurdos y dolores, me están matando de pena moral. Con los días me estoy suicidando, haciéndome una especie de eutanasia personal, un harakiri psicológico en medio de un ataque de nervios impresionante. Ya ni el alcohol ni el viagra me alegran las mañanas. A los 34 años ya soy un tipo senil, cobarde e histérico que a las cinco aeme comienza a temblar y se encierra en el sanitario de su casa a escuchar las noticias y a morirse de miedo. Para los demás, tan solo soy un tipo de cantaleta aburridora y babosa a la que nadie le pone ni le para bolas. -¡Cucho quejetas!- me gritan.

Pero yo se que no soy el único. Los atrapados por el pánico somos millones, lo que pasa es que los otros se quedan calladitos, por miedo, por cobardes, pero chisss.....

Unos grupos armados me robaron la posibilidad de salir a respirar aire puro al campo, de pasear o hacer turismo porque me dan pánico las pescas tenebrosas, y los atracos de los piratas terrestres. Me robaron la posibilidad de ir a burdeles, tener siete mujeres y un mocito, porque me da pánico que me peguen el SIDA. Me da pánico fumar Pielroja como el hombre Malboro porque de pronto me da Cáncer, o fumarme un porrito de marihuana como Bod Dylan para escribir poesía, porque de pronto me montan una operación Milenio y me extraditan. Me da pánico ir al ortodoncista porque seguro, sin necesitarlo, me atraca con disimulo al recetarme frenillo, y eso cuesta varios millones de pesos. Me da pánico ir a un optómetra dueño de una óptica seguro según él, ya necesito gafas y eso cuesta un jurgo de plata y unas gafas me haría sentir minusválido. Me da pánico ir a donde un médico alternativo porque seguro necesita clavarme mil agujas o mil pastillas buenísimas pero carísimas que mi EPS no cubre. Me da pánico llevar mi compañera al ginecólogo porque seguro “seguro” necesita hacerle una cesárea por complicaciones que solo él ve, él entiende y él sabe. Me da pánico comprar una casa porque seguro me vuelvo esclavo de un banco de por vida y la vida de mis hijos. Me da pánico denunciar a un funcionario corrupto porque seguro al otro día usa su magia para hacerme aparecer con la boca de llenes de hormigas y moscos por allí, a la orilla de cualquier cuneta. Me da pánico ir a las discotecas y bares porque de pronto me abordan transvestidos, me dan escopolamina o me venden licor chiviado y me quedo ciego. Me da pánico ir a una iglesia a buscar a Dios porque seguro tengo que darle un porcentaje de mi sueldo como diezmo al pastor o al sacerdote. Me da pánico subirme a esos buses podridos de Popayán porque de pronto salgo enfermo de ellos, con chucha y sin billetera. Me da pánico denunciar que en Popayán los buses urbanos están podridos porque de pronto un chofer se va a emberracar y me da un varillazo. Me da pánico comer carne o hamburguesas porque de pronto estoy comiendo carne de burro viejo o carne de perro enfermo molido y aliñado. Me da pánico ser político porque de pronto me hacen un atentado, y la verdad, no tengo vocación de quedar ante mis amigos como un mentiroso y me asustan las calumnias de la oposición. Me da pánico hablar de política con extraños o en público porque de pronto hay infiltrados que quieren sacarnos información de quién sabe qué y con qué fines.

¡Dios mío, tanto me han robado, tanto me han quitado, que ya casi expiro de pánico. Y tan grave estoy, prefiero morirme solito y en casa, antes que estar en manos de u médico de los de veinte mil pesos la hora...
Por favor, no me maten, yo me mato solito de puro pánico. Y si me pasa algo, por favor, no me lleven a ese hospital universitario para proletos que tenemos, es horrible. Allá me mataría la desolación y la tristeza, llévenme derechito al cielo, ¿Si?
Gracias, amen.

jueves, 2 de diciembre de 2010

EL PERVERSO ENCANTO DE LA NAVIDAD


La navidad no es tan buena como la cantan, ni tan triste como se sospecha. Es mucho peor. Llegan los temibles días de niños sin oficio en casa dispuestos a comerse la despensa en una tarde, a quemar la casa con sus travesuras, a volver loca a la abuela con sus gritos y el ruido de sus juegos electrónicos. Llegan los días de fiesta en la empresa, y la gente se emborracha para dejar salir a flote sus resentimientos o frustraciones, y entonces, con el licor encima y las venas hirviendo afloran los chismes, las peleas, los desafíos, los amores clandestinos, las infidelidades y los cuernos. Llegan los días de alicoramiento y con ellos las escenas ridículas, las discusiones imbéciles, las tragedias sin anunciar. Llegan los días de comprar cosas innecesarias por cuenta de una publicidad sin piedad que nos obliga sin querer queriendo a endeudarnos y a gastar a manos llenas el dinero que no tenemos en promociones ficticias. Llegan los días por donde se pasean los males de la modernidad como la soledad y el miedo por nuestras vidas, y en busca de la placidez nos dedicamos al consumismo más estúpido y costoso. Llegan los días de fin de año con sus horas para evaluar la vida, y no siempre la sonrisa del triunfo y el éxito acompañan los resultados, en un país de conflictos como el nuestro. Llegan los días de viajar de vacaciones (o para visitar familiares), no siempre con las condiciones, el clima, el precio, ni al lugar que deseamos. Llegan los días de visitas incomodas o las discusiones familiares de si vamos a la casa de tus padres o al de los míos. Llegan los días de borrachos quemando pólvora en la calle al tiempo que ponen en peligro la vida de niños y transeúntes, y provoca crucificarlos por indolentes. Llegan los días de ocio juvenil envueltos en rumbas donde las ganas del cuerpo les pueden, la virginidad se pierde, la inocencia se enreda y la rebeldía pide espacios al misterio y al peligro de los vicios. Llegan los días de alimentos harinosos, grasos y exóticos a extremos indecibles, y la dieta y la salud se exponen por culpa de antojos, agasajos e invitaciones indeseadas. Llega el día de gastar tiempo y dinero en la compra de accesorios desechables como los árboles y adornos navideños que anuncian y ambientan la navidad, pero intimidan y falsean el grado de la alegría, el poder y la gracia. Llegan los días de entregar cuotas, o los descuentos al sueldo para hacer la fiesta de fin de año, la novena del barrio, el encuentro familiar, el regalo al niño pobre, la prima del portero, la limosna a la iglesia… reduciendo el sueldo a su mínima expresión. Llegan los días de la misma música festiva y sosa de todos los años, que nos llenan de alegría, nostalgia o aburrimiento. Llegan los días de ver a decenas de niños quemados por la pólvora a lo largo y ancho del país, por la bárbara y desconcertante costumbre de seres salvajes y brutos de quemar pólvora animados por la iglesia católica, y la falta de pantalones de los congresistas y alcaldes incapaces de prohibirla del todo. Llegan los días de villancicos y melodías para el teléfono celular que nos obliga a pensar que estamos en la mejor época del año, así nuestro corazón esté triste, de luto, destrozado y melancólico. Llegan los días de locutores ridículos que en la radio se dedican a la burla y los chistes grotescos para captar audiencia al tiempo que educan a nuestros niños en la guachería y la recocha indeseable. Llegan los días de dar y recibir regalos que no queremos o no podemos por falta de ánimos o de dinero, de comprar lo que no deseamos comprar, de oír la música que no nos gusta, de comer lo que no deseamos, de visitar a quien no queremos. Llegan los días de asesinos ebrios y motorizados con licencia de tránsito para matar porque la ley hoy en día los exonera del peso de la justicia como debe ser. Llegan los días de luces y parafernalia engañosa, de la felicidad comprada, de rezos sin mística, de excesos obligados, de gastos innecesarios, de imprudencias, de soñar con la paz y la esperanza de días mejores, de frases huecas y poco sinceras dichas sin el sentimiento y el corazón como:


¡Feliz navidad para todos!

miércoles, 1 de diciembre de 2010

EL DESENCANTADO

Son las tres de la mañana y una camada de serpientes me quiere comer. Son las cinco cuando apenas intento pegar el ojo otra vez, pero entresueños veo una gallina negra que me quiere sacar los ojos (las mismas pesadillas de siempre). Me levanto y no encuentro alegrías en mi alrededor: veo otro día, otro sol y el milagro de la vida no tiene chiste. Me deslizo hasta el sanitario y el cuerpo me pesa como si arrastrara un mundo encima ( y así me sentiré el resto del día). Me miro al espejo y no le veo gracia a mi rostro: esta triste, llevado; hay un guayabo moral en mí: tal vez he bebido demasiada vida o demasiados sueños. El agua fría no me revive, al contrario, me hiere como si fueran latigazos, cuchilladas. Salgo de la ducha adolorido. Me visto con cualquier cosa, me peino y limpio los zapatos como un robot. El café me sabe a hiel, las noticias del diario y de la radio que eran parte de mis rutinas me son indiferentes. No tengo ánimos de nada, es más, el desencanto es mi desayuno.
No me atrevo a salir, tengo miedo, un mal presentimiento (hace días lo tengo, semanas, tal vez meses). Alguien de la casa me saluda y me timbro, estoy nervioso. Me hablan, pero no sé escuchar. No entiendo lo que me dicen, sonrío con tristeza. Hago un esfuerzo, me lleno de mis mejores recursos y medroso salgo a la calle en busca de amigos pero solo veo mil rostros conocidos. Caigo en la cuenta que no tengo amigos.
Me empeño, busco aire, motivos de fortaleza y subo calle arriba-calle-abajo, pero nada me satisface; todo me atemoriza. Hablo con algunas personas, sonrío a la fuerza, pero nadie nota que estoy llevado, triste, vacío, deprimido. A tiro de pistola.
Me da tristeza y me avergüenzo de mí mismo. Me parece una traición personal, una estupidez estar así, y no poder superarlo. Esta bien un ratito de tristeza, unas horitas de melancolía, un día de malparidez, pero esto ya es crónico. Me da risa de mí mismo, una risa amarga, llena de espinas, de sal, y no puedo con ella. Me gana la malparidez.
No entiendo lo que me pasa, no entiendo los motivos. Se me fue el alma, es todo lo que puedo decir a mi defensa. Me siento enfermo pero no tengo nada físicamente. Me da rabia y me auto castigo, me impongo a la adversidad, pero al menor descuido, caigo de nuevo.
Son la once, me tomo un tinto: nada (será el inicio de cinco jarradas de café buscando reanimarme, pero nada), un cigarrillito para... no sé (me dijeron que la tristeza se pasan mejor con cigarillitos: paja).
Y a las doce y media comienzo a comer y a comer y a comer como un desesperado por el resto del día. El pan es digerible, barato y tiene buen sabor. Como pan a la lata. Me voy engordar como un marrano pienso, pero no me importa, llevo días comiendo y comiendo. No puedo dejar de hacerlo.
Todo comenzó un día agitado, chévere: lleno de emociones laborales, exámenes y retos de vida. Pero al caer la noche terminé tan mamado que me dormí en un mueble y de allí no quise levantarme nunca más. Al otro día amanecí hipersensible y las noticias del país me cayeron al hígado (el corazón estaba saturado, tal vez). Seguí cansado, trabajando duro, pero con la ilusión de unas vacaciones que no tuve. Los maestros son tan ignorantes que no saben que la gente necesita descansar y dejan mil tareas. Al terminar el año se me cruzaron los cables: El último día de clases me sentí un zombi: caminaba por inercia. En las vacaciones no estudie, es cierto, pero la preocupación no me dejó descansar y sin darme cuenta caí en un abismo, en un vacío donde no importa nada.
Me siento solo, profundamente solo. No sé qué hacer, a quién acudir. Comenzó el año nuevo sin mí. Yo me quedé en un limbo. ¿Alguien me puede ayudar?
S. O. S.
Por favor...