En Mercaderes Cauca todavía la gente se despierta con la paz del trinar de los pájaros y el cantar nítido de los gallos. Pero igual, desde tiempos inmemoriales, es rara la semana que no se acuestan con la noticia de un muerto o un asesinato. Es un pueblo con una larga historia de violencia que tiene que ver con asuntos de mafias, paramilitares, delincuencia común, venganzas familiares y el genio atravesado y celoso de sus gentes. Los viejos de antes, llegaron a decir que era un pueblo donde se trancaban las puertas con muertos; y durante años, muchos justificaron los asesinatos selectivos con argumentos de limpieza social, el que la hace la paga, el ojo por ojo; y el desacato absoluto a las autoridades. Un habitante me dice que el nivel de violencia no ha bajado, sino que en los municipios cercanos los índices criminales han crecido.
Muchos niños mercadereños, a estas alturas del siglo XXI todavía anhelan ser grandes para tener una metralleta que les de poder, y por allí mismo, lograr que los demás los respeten, le teman, lo envidien (y las mujeres) lo quieran. Y si hoy no andan armados, cuando sean grandes serán como sus héroes: policías, soldados, o… mafiosos.
Es un pueblo de mayorías cristianas a pesar de la docena de cultos religiosos que andan enganchando cristianos arrepentidos o ateos indecisos; pero a las jovencitas de hoy no les gusta casarse por religión alguna. Quieren vivir con sus parejas así no más, sin amarres. Y el madresolterismo con padres que responden, parece ser un destino normal, así como irse a aventurar a Cali, o tener la oportunidad maravillosa de subemplearse en la alcaldía. Pocos jóvenes por la pobreza (o la pereza de calentanos que les corre pierna arriba, me dice un padre de familia), aspiran a la universidad, terminado su bachillerato.
Es un pueblo donde todavía quedan familias originales viviendo en caserones con abuelas matriarcales que hacen oficio hogareño todo el día, en contraste de las numerosas flotas llenas de personas desplazadas del Putumayo (y otras regiones), que han llegado en los últimos años para quedarse en barrios nuevos y casas de dimensiones normales. Con los desplazados el pueblo ha crecido, pero por culpa de ellos, dicen algunos, los racionamientos de agua son más largos; y si bien se han abierto otros negocios y el pueblo tiene más movimiento, “con esa gente” han aparecido atracadores y “la seguridad y tranquilidad” de antaño, ya no es la misma. Aún así, durante el día, todas las puertas que dan a la calle permanecen abiertas, y en la mañana, como decía, de todos los solares cantan los gallos y los pájaros…
3 comentarios:
me parece q el señor segun el escritor no investigo la historia de mercaderes y solo le hace daño al municipio con esos comentarios fuera del contexto que nada tienen q ver con mi municipio mercaderes
por Alver Eduardo Pinta
SIMPLEMENTE NO ME CONOCES
Sin mal hablares de mi natal Mercaderes…, sin duda que equivocado estas,
Sin duda podría decir…, que no has mirado el amanecer en la tierra del sol,
Que nos has visto la belleza de sus damas y sentido la ternura de nuestras madres,
Mucho menos gozar de la candidez de sus niños y la pujanza de sus varones.
Como estigmatizarlo con tus blasfemias… Cuando ni vives, ni has vivido en el,
Como decir que malo es…, cuando no has sido extasiado por la bondad de sus habitantes,
Como juzgarlo por su historia violenta…, cuando no ha sido la sangre de los tuyos la que se derramo en el.
Porque ensañarte con su gente…, cuando no conoces la solidaridad que reina en sus corazones,
Porque señalar nuestra fe…, cuando no estás exento de la falta o libre del pecado,
Porque generalizar Marco Antonio…, que sin fundamento propio, simplemente quieres castigar.
Como denigrar del el…, cuando no has visto y escuchado a sus artistas,
A sus tiples, violines y guitarras, sus flautas, zampoñas y tamboras…, que solo evocan la alegría de nuestra raza,
Como maltratar a nuestra madre tierra… cuando nunca la has arado y sentido su fortaleza.
Si algo de de el quieres saber… a nuestro Mercaderes del alma debes venir,
Para sientas nuestras tristezas y te regocijes con nuestras alegrías,
Para que simplemente con nosotros puedas con el corazón cantar:
“Loor Loor a Mercaderes la naciente ciudad, surcada de llanuras donde reina la Paz, donde reina la Paz”
Autor
ALVER EDUARDO PINTA PATIÑO
Hijo y amante de mi Mercaderes
Posdata: ¡No hables por hablar si “Docente” dices ser…!:
El hombre no crece por juzgar y señalar… Se hace sabio por aceptar y respetar a los demás. AEPP
que poco profundiza usted señor, que pobre su comentario, dañino y sin fundamento o cuando hay una mala noticia de nuestro, pueblo, el unico que no tiene incursiones de la guerrila, y donde siempre hay hermosos atardeceros que lo unico que deseamos los hijos de esta hermosa tierra es volver con nuestras nuevas familias a compartir y que ellos conoscas la tranquilidad en que viven sus abuelos y que en vacaciones simpre nos dicen papi vamos pa mercaderes? = si = que buenooooo, que triste mirar sus premios y saber que poco investagativo es, y sera que todo lo que escribe es del mismo calibre, mentiroso y poco profundo, att, galin
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