martes, 18 de marzo de 2008

EL MUSEO EDGAR NEGRET

En Popayán existe
EL “CEMENTERIO” IBEROAMERICANO DE ARTE MODERNO

Marco Antonio Valencia Calle

Lo comenzaron a construir en 1984, y lo inauguraron en 1994 con el pomposo nombre de Museo Iberoamericano de Arte Moderno y Casa Museo Negret.
Pero desafortunadamente, en el año 2004, es un “cementerio de arte abandonado por el estado” a pesar de sus valiosas obras pictóricas y esculturas, inigualables y únicas en el país.
Pocos saben que con el conjunto de las firmas del listado de los 68 autores (de todo el mundo) de la colección privada que el escultor Edgar Negrét donó (además de 16 obras personales) salvarían las finanzas del municipio de Popayán; pero como una paradoja, dicen, el municipio no tiene cómo hacerse cargo de la totalidad de los gastos de este museo.
Sus puertas están cerradas para el público desde julio del año 2004; y hoy en día el aseador oficia de: celador, administrador, jardinero, curador, secretario y de vez en cuando, le limpia el moho y el polvo con la escoba de barrer el patio a los cuadros, y a unas paredes que extrañamente siempre están mojadas para desmadre de las obras.
Su ex directora, Victoria Ordóñez, a la única persona que parece interesarle la suerte del Museo, lleva más de seis meses con un montón de carpetas por oficinas del gobierno y amigos de la cultura buscando la renovación de su contrato, además de recursos para atender las necesidades básicas como los servicios públicos; denunciando anomalías y presentando propuestas de trabajo para hacer funcional este espacio cultural, pero nadie quiere hacerse cargo de semejante cementerio.
Primero, el Museo necesita presupuesto propio para funcionar con normalidad. Es decir que el municipio de Popayán, su dueño, debería girarle como mínimo 48 millones de pesos anuales.
egundo: Victoria Ordóñez dice que los vecinos del museo, de manera abusiva, sin consultar la curaduría municipal han construido edificios aledaños que perjudican la estética y la arquitectura de un Centro Cultural como éste, y nadie dice, ni hace nada.
Tercero: muchas obras pictóricas necesitan restauración urgente para salvarlas del gorgojo y la humedad.
Y, Cuarto; hace falta una política cultural e institucional de promoción dinámica para que el museo sea visitado de manera permanente por propios y extraños.

PROPUESTAS PARA SALVARLO
Al Museo lo crearon una comisión de ciudadanos notables a través de una Fundación, que con los años se volvió fantasma y hoy en día nadie sabe quienes son, ni dónde están.
Por lo tanto, le corresponde al Municipio de Popayán tomar medidas urgentes que permitan recuperar este bien inmueble y sus obras, para la ciudad y el turismo.
Hay quienes proponen que sea entregado en comodato a una ONG cultural, otros dicen que lo mejor sería entregárselo mediante algún convenio a la Facultad de Artes de la Universidad del Cauca. Se propone también que se organice la Fundación inicial para que decida su destino, o que sencillamente el municipio asuma su responsabilidad nombrando un director y destinando el presupuesto que se necesita. Y no falta, por supuesto, aquellas voces críticas opinando que lo mejor es cerrarlo, donar las obras a la nación y vender la casa.

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