INFORME DE UN EXTRATERRESTRE Nº 01
MARCO ANTONIO VALENCIA CALLE
Hola, un abrazo desde Colombia. Agradezco todas
las ayudas enviadas. Los mortales que me acompañan dicen que son milagros y
asuntos de la suerte, pero yo sé que has sido tú apoyando mi misión de espía extraterrestre
en la Tierra. No olvido tus consejos “todo lo que pidas con el corazón, te será
dado”; así era, ¿cierto?
No había enviado informe alguno porque vengo
enfermo. Enfermedad que me permitió conocer más a los humanos, y la forma cruel
que tiene El Sistema para exterminar a sus ciudadanos de manera aleatoria,
mediante una ley de Estado, y una suerte de sicarios de bata blanca.
Al sentirme indispuesto busqué ayuda. Después
de hacer filas y enredos burocráticos, conseguí una cita. Me atendió un hombre
de bata blanca y mirada displicente que me recetó unas pastillas (las mismas que
le recetan a todo el mundo para todas las enfermedades). Entonces, se pregunta
uno, si estos tipos y mujeres que trabajan para el Sistema de salud son bestias
o canallas… Lo cierto, es que muchos son
traidores de la raza humana, además de hipócritas y perjuros. Porque te cuento,
un día juraron frente a su Biblia “hacer el bien a sus pacientes…” y ahora son
cómplices de un genocidio sin precedentes en la historia de la humanidad.
Va a sonar fuerte, pero muchas de esas bestias
de bata blanca, por conservar el trabajo y una paga miserable vendieron su
conciencia, y su ciencia, al vil capitalismo. A cambio de sus trabajos, le
niegan al paciente sin sonrojarse, medicamentos, exámenes y remisiones a especialistas.
Y en ese alargar del tiempo las enfermedades cobran vuelo. Cuando por fin,
después de ruegos, esperas, dolores, tutelas y desesperación… cuando por fin…
por fin se logra un diagnostico decente… te avisan que descubrieron algo que se
pudo tratar si lo hubieran diagnosticado a tiempo. Lo dicen así, sin sonrojarse
ni pasar saliva, ni nada. Tienes que creerlo. Es una sutileza de maldad sicarial
sin precedentes.
Entonces, un agente de bata blanca, te da un
golpecito en la espalda, te sonríe, y te manda para la casa, a morir. Sospecho,
que se han de sentir orgullosos del deber cumplido. Le han ahorrado al Sistema
un tratamiento médico más… eso les asegura su trabajo y su sueldo miserable. Pobrecitos.
Qué vergüenza. Se dejaron corromper.
Bueno Padre, en tus manos encomiendo mi cuerpo
y mi espíritu porque si de éstos dependo, mañana amanezco muerto, y ni por
enterados se dan que tienen los cementerios llenos por sus omisiones.
Nota: A partir de hoy, enviaré un informe semanal. Saludos a mis
amados marcianos.
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