http://www.elpueblo.com.co/elnuevoliberal/leyendas-extraordinarias-de-popayan/
MARITZA ZABALA RODRÍGUEZ
@mazarito1
mazarito@gmail.com
La tradición oral en Popayán y en cualquier parte del mundo juega un rol activo en los procesos de concientización y apropiación de nuestra identidad y memoria colectiva; y nadie puede negar que pese a los avances tecnológicos, el reconocimiento y la difusión de la tradición oral siguen siendo todavía el mejor canal para tejer nuestra propia historia.
Para ejemplarizar lo dicho, voy a permitirme tomar como referente el libro Leyendas Extraordinarias de Popayán, de Marco Antonio Valencia Calle, que esta vez usa como insumo principal de su obra, elementos históricos conjugados con la tradición oral para promover el sentido de pertenencia y exaltar la trayectoria de una ciudad, que tiene en sus narrativas históricas y biográficas sus herencias más valiosas.
Rescatar leyendas de una urbe colonial que subsiste con su patrimonio material e inmaterial de 478 años, acrecienta su reputación universal y reconocimiento cultural como ciudad vieja pero moderna, y es en esa vía que Popayán necesita renovar algunos o varios elementos de su discurso, su paisaje, su simbología, e incluso de su puesta en escena, si desea seguir siendo un polo turístico, cultural e histórico en el siglo XXI.
Para escribir sobre el tema le pregunté a varias personas que ya leyeron el libro, su opinión en cuestión y todos manifestaron su sorpresa por las historias allí encontradas, pues pese a que el libro narra eventos ya conocidos desde la oralidad o que han sido dados a conocer por la prensa, Marco Antonio fabula y cuenta desde su visión de poeta un mundo tan cercano como extraño, con historias únicas y muy propias de Popayán que nadie había leído de manera tan particular. Lo anterior, además de ser una cadena de aciertos, es vital para un autor contemporáneo, pues en este mundo de velocidades y nuevas tecnologías, la historia se entiende, en atención a quien la dice y como se dice.
En esta línea, Leyendas Extraordinarias de Popayán, es un libro que aporta y hace un llamado a los creativos de todos los géneros para revalorar la ciudad con el lenguaje adecuado para el siglo que vivimos y desde las historias cotidianas en aras de mostrarnos una ciudad vivible para todos, una ciudad puerto donde ha llegado mucha gente para habitarla y hacerla suya.
Los cuentos, mitos y leyendas hacen parte de nuestras expresiones culturales más preciadas porque están soportadas en las palabras de nuestros antepasados, y somos una sociedad oral por excelencia. Y está claro que a través de las leyendas se moviliza la cultura en la medida que desde allí se hace público aquellos elementos históricos ocultos que en muchas ocasiones se quedan en el anonimato.
Y si la sociedad y las instituciones buscan elementos o referentes comunes para generar sentido de pertenencia, generar sentimientos de amor por la ciudad y detonar el orgullo del patojo, con este libro encontramos un gran aporte cultural para lograrlo, pues Popayán considero, ha sido explotada en muchos sentidos, pero no del todo desde la literatura, un instrumento cultural tan cercano a los sentimientos y emociones del ser humano.
Otro aspecto que me llamo la atención de las Leyendas Extraordinarias de Popayán, es que casi siempre cuando se busca bibliografía sobre la Ciudad Blanca, se encuentra uno que quienes se han ocupado de tan altruista tarea lo han hecho desde dos orillas comunes: por un lado los análisis académicos con escritos propios de las monografías universitarias con estudios lingüísticos, antropológicos o históricos, y por otro, los libros publicados por las élites letradas que socializan historias cotidianas de Popayán en pequeños manuales descriptivos y guías de turismo, pero muy poco desde la narrativa.
Lo anterior se podría explicar diciendo que las dinámicas de comunicación de la ciudad blanca de Colombia todavía son propias a las de una ciudad intermedia donde priman lógicas rurales que se soportan en el voz a voz, y que si bien es cierto que se publican libros de autores locales, pocos se han atrevido a usar la ciudad como corpus para sus trabajos literarios, y allí está el gran aporte creativo del autor.
Finalizo diciendo que me resultó de gran interés leer, releer y saborear la reciente obra de Marco Antonio Valencia, pues al rescatar de la oralidad asuntos tan cotidianos como históricos, veo un libro con temas polinizadores para la educación, la cultura y el turismo, que le brindan a la sociedad payanesa, nuevos elementos para fortalecer su identidad.
Leyendas Extraordinarias de Popayán
MARITZA ZABALA RODRÍGUEZ
@mazarito1
mazarito@gmail.com
La tradición oral en Popayán y en cualquier parte del mundo juega un rol activo en los procesos de concientización y apropiación de nuestra identidad y memoria colectiva; y nadie puede negar que pese a los avances tecnológicos, el reconocimiento y la difusión de la tradición oral siguen siendo todavía el mejor canal para tejer nuestra propia historia.
Para ejemplarizar lo dicho, voy a permitirme tomar como referente el libro Leyendas Extraordinarias de Popayán, de Marco Antonio Valencia Calle, que esta vez usa como insumo principal de su obra, elementos históricos conjugados con la tradición oral para promover el sentido de pertenencia y exaltar la trayectoria de una ciudad, que tiene en sus narrativas históricas y biográficas sus herencias más valiosas.
Rescatar leyendas de una urbe colonial que subsiste con su patrimonio material e inmaterial de 478 años, acrecienta su reputación universal y reconocimiento cultural como ciudad vieja pero moderna, y es en esa vía que Popayán necesita renovar algunos o varios elementos de su discurso, su paisaje, su simbología, e incluso de su puesta en escena, si desea seguir siendo un polo turístico, cultural e histórico en el siglo XXI.
Para escribir sobre el tema le pregunté a varias personas que ya leyeron el libro, su opinión en cuestión y todos manifestaron su sorpresa por las historias allí encontradas, pues pese a que el libro narra eventos ya conocidos desde la oralidad o que han sido dados a conocer por la prensa, Marco Antonio fabula y cuenta desde su visión de poeta un mundo tan cercano como extraño, con historias únicas y muy propias de Popayán que nadie había leído de manera tan particular. Lo anterior, además de ser una cadena de aciertos, es vital para un autor contemporáneo, pues en este mundo de velocidades y nuevas tecnologías, la historia se entiende, en atención a quien la dice y como se dice.
En esta línea, Leyendas Extraordinarias de Popayán, es un libro que aporta y hace un llamado a los creativos de todos los géneros para revalorar la ciudad con el lenguaje adecuado para el siglo que vivimos y desde las historias cotidianas en aras de mostrarnos una ciudad vivible para todos, una ciudad puerto donde ha llegado mucha gente para habitarla y hacerla suya.
Los cuentos, mitos y leyendas hacen parte de nuestras expresiones culturales más preciadas porque están soportadas en las palabras de nuestros antepasados, y somos una sociedad oral por excelencia. Y está claro que a través de las leyendas se moviliza la cultura en la medida que desde allí se hace público aquellos elementos históricos ocultos que en muchas ocasiones se quedan en el anonimato.
Y si la sociedad y las instituciones buscan elementos o referentes comunes para generar sentido de pertenencia, generar sentimientos de amor por la ciudad y detonar el orgullo del patojo, con este libro encontramos un gran aporte cultural para lograrlo, pues Popayán considero, ha sido explotada en muchos sentidos, pero no del todo desde la literatura, un instrumento cultural tan cercano a los sentimientos y emociones del ser humano.
Otro aspecto que me llamo la atención de las Leyendas Extraordinarias de Popayán, es que casi siempre cuando se busca bibliografía sobre la Ciudad Blanca, se encuentra uno que quienes se han ocupado de tan altruista tarea lo han hecho desde dos orillas comunes: por un lado los análisis académicos con escritos propios de las monografías universitarias con estudios lingüísticos, antropológicos o históricos, y por otro, los libros publicados por las élites letradas que socializan historias cotidianas de Popayán en pequeños manuales descriptivos y guías de turismo, pero muy poco desde la narrativa.
Lo anterior se podría explicar diciendo que las dinámicas de comunicación de la ciudad blanca de Colombia todavía son propias a las de una ciudad intermedia donde priman lógicas rurales que se soportan en el voz a voz, y que si bien es cierto que se publican libros de autores locales, pocos se han atrevido a usar la ciudad como corpus para sus trabajos literarios, y allí está el gran aporte creativo del autor.
Finalizo diciendo que me resultó de gran interés leer, releer y saborear la reciente obra de Marco Antonio Valencia, pues al rescatar de la oralidad asuntos tan cotidianos como históricos, veo un libro con temas polinizadores para la educación, la cultura y el turismo, que le brindan a la sociedad payanesa, nuevos elementos para fortalecer su identidad.
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