miércoles, 27 de febrero de 2008

¡Que cierren las licoreras departamentales!

Que desgracia tener que inventar la mentira (creérsela y defenderla), de que las licoreras departamentales son indispensables para financiar la salud, la cultura y la educación de una región. Si lo cierto es que un pueblo desarrollado, culto y preocupado por su comunidad, lo primero que debería hacer es educar para no consumir drogas en vez de proporcionarlas; porque estos productos causan daños irreversibles en la salud, homicidios, suicidios, problemas laborales, y accidentes de tránsito que dejan miles de muertos en las estadísticas de todos los pueblos.

Que desgracia que nuestras gobernaciones tengan que decir que dependen (para algo) del “dinero fácil” que producen las licoreras; y por consiguiente, vivir a cuenta de lo peor de la sociedad como son los borrachos, los adictos y los miles de muertos causados por la ingesta de alcohol. Que desgraciados los gobiernos locales que para su desarrollo cultural tienen que abogar por el alcoholismo entre sus ciudadanos.

Tienen razón los pensionados y trabajadores de estas empresas, en oponerse a que sean liquidadas con la fuerza de sus sindicatos y demandas de todo tipo, porque de allí depende el sustento de sus familias. Pero como empleados son incapaces de cuestionarse bioéticamente el asunto del daño que causa el consumo del alcohol. A ellos, como a muchos en el mundo, únicamente les interesa el crujir de sus estómagos, su trabajo y sus familias, y el resto de la humanidad se puede ir al carajo bebiendo trago hasta morir; pero tienen que entender que este tipo de instituciones con carácter público, tarde o temprano se tienen que cerrar. Y eso llegará cuando un Senador serio haga el debate pertinente en el Congreso de la República, o los gobernadores responsables se den la pela y las liquiden.

Lo malo, es que si han pensando en cerrar licoreras, es por los pésimos manejos administrativos, corrupción, ineficiencia, insolvencia, inviabilidad económica y perversiones politiqueras; pero no por defender al ciudadano inerme frente a la publicidad agresiva y mentirosa que nos invita a beber para ser felices y contribuir a la salud de todos. Bien le haría a la juventud del siglo XXI, a la ética, a la ciudadanía y a la política, el cierre de estos castillos de la contradicción; al tiempo que la creatividad y capacidad de nuestros dirigentes nos ofrecen otro tipo soluciones para financiar de manera decente la educación y la cultura. (valenciacalle@yahoo.com)

1 comentario:

Valencia Calle dijo...

MARCO VALENCIA, me parece de gran importancia lo que usted plasmo en el periódico, y que bueno e importante que se interese en esos temas tan reales y lo felicito por esa publicación.
Ya que desafortunadamente es la realidad que vive Colombia y nuestra región, que tristeza tener que afirmar a nuestra gente que por la compra de licor podemos generar y conservar entidades que trabajen algo fundamental en el ser humano que es la salud, y tras esta patrocinadora de salud, las cuales son las licoreras, se esta desencadenado violencia, maltrato intrafamiliar, accidentes de transito, dependencia del alcohol que en su gran mayoría son niños y adolescentes, es algo irracional que se siga aceptando el patrocinio de las licoreras para la salud, ya que el simple hecho de que las personas en estado etílico causan problemas a su familia, sociedad, y personas inocentes; se esta en contra y atenta con nuestra salud, bienestar, y convivencia. Nadie hace nada ya que es algo irreversible, pero lo que se debería hacer y que puede ser por parte de los que gobiernan nuestras regiones tratar de que los que promocionan la salud sean otras entidades den gran importancia como lo son sectores de agricultura, leche, ete, etc… y otros productos que generan movimiento económico no solo a nivel de la región si no de nuestro país.

Atte
Wilson Escobar