Zamba para olvidar
MARCO ANTONIO VALENCIA CALLE
www.manvalencia.blogspot.com
“Difícil olvidar” una banda como “Fuera de Quicio”. Su música tiene esos extraños sonidos que se hacen con el alma y se le meten a uno por las venas hasta el fondo. Sus letras y notas son manifestaciones complejas si se piensa, y sencillas si se quiere.
Me gusta de esta banda la fuerza de sus mensajes y la capacidad de lograr expresiones urbanas no hipotecadas a las modas baratas. Me gusta porque es un proyecto musical nacido en la provincia, con sonidos fusionados del folclor y el rock, pero que suenan muy universales al mismo tiempo.
La promesa musical que estos mancitos nos hicieron en el año de 1993, se ha enriquecido, y ahora de la mano de la perseverancia, han logrado consolidar un trabajo que da gusto escuchar; e incluso de ver, pues sus videos, bastantes profesionales por cierto, ya se pueden disfrutar en interné.
Esta es una banda que tienen el reto de convertirse en imprescindible y de seguir su lucha hasta ocupar el puesto que les corresponde, porque es una injusticia que empresarios como Fernán Martínez Mahecha no la tenga de su mano, o Sony Music no los convoque para proyectarlos por el mundo; porque el sonido de Fuera de Quicio, es para las nuevas generaciones y para los más exigentes gustos musicales.
Con canciones como “zamba para olvidar”, se proponen ser originales y que nadie los olvide. Pero es que una vez que uno los escucha y logra conectarse con su música, es imposible dejar de ser sus seguidores; porque además de la sensibilidad y la propuesta estética, hay buen gusto en el concepto artístico que encarnan. Es una banda que se distingue frente a iniciativas grotescas de otros grupos de dudosa identidad. Grupos vulgares que en vez de alegrar hacen pensar que la juventud esta perdida, y en vez de música, hacen ruidos escatológicos con apología al vicio, el delito y la degradación humana.
Lo que hace Fuera de Quicio es una música entrañable y con gran aceptación en la esfera musical colombiana, porque es una banda que cuenta con un extenso repertorio y con un sonido propio que se ha venido depurando con el tiempo.
No es que estén innovando la música, es que están tocando bien y trabajan con honestidad para contribuir al acervo cultural diáfano y esforzado que todos nos merecemos.
COLOFON:
A estos manes es que el Concejo Municipal debería darles una medalla y nombrarlos Caballeros de las Artes… en vez de estar repartiendo medallitas para pagar favores innombrables y engranar maquinarias politiqueras de triste recordación.
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