sábado, 21 de mayo de 2011

Perefecto?

No puedo ser perfecto, tengo miles de defectos, pero dame tiempo para ver si puedo andar- A.Plazas

El 13 de junio, hace un año

10. EN LA MUERTE DE MI ABUELO



El Ángel de la Muerte visitó a mi familia el pasado fin de semana. Vino por mi abuelo Germán Calle Giraldo, y aunque todos estábamos advertidos de su presencia merodeando alrededor de su cama, que uno de los nuestros fallezca no deja de ser un impacto sobrecogedor, y la tristeza ha corrido como lluvia por los ojos de allegados y herederos.

Muere a los 90 años por voluntad propia, digo yo, pues hace quince días dejó de comer y no hubo razón médica ni consejo humano que lo hiciera cambiar de opinión. Decía que desde joven la muerte siempre lo acechaba vigilante: “Pero no se atreve a tocarme porque en mi boca tengo el Salmo 91”. En su inveterada historia de trotamundos refería los cientos de veces que peligró su vida en tantas más travesías por Colombia sin que nunca le hubiera pasado nada grave. Él mismo se aterraba por los años vividos, y cuando los dolores del cuerpo y del alma le quemaban el pecho preguntaba por la muerte, nunca por un médico. Muchas veces le escuché decir: “El secreto para vivir mucho es no tener miedo a morir y tener a la mano el Salmo 91”.

Pero su corazón de viajero no soportó estar postrado en una cama, y comenzó a soñar con las emociones del Viaje Eterno, y sin preguntarle a nadie, tal vez sin él mismo darse cuenta, se preparó para la nueva aventura. Se hizo cristiano practicante, se leyó La Biblia completa varias veces como si fuera un Manual de viajes, y se encerró en su cuarto a orar y meditar de rodillas como un santo hasta que se sintió liviano de espíritu. Cuando salió de sus meditaciones, nos pidió perdón a todos por los abandonos y desaciertos, y sentado en la sala comenzó a observar el comportamiento de la familia como tratando de adivinar los horizontes y avatares de su progenie, o quizá atesorando recuerdos para su nuevo viaje…Murió en su cama, rodeado de sus hijas, un enfermero y el Ángel de la buena Muerte contemplando cómo el viejo le renovó su amor a mi abuela Carola, mientras le agradecía y le pedía perdón –una y otra vez–, por tantas equivocaciones...

El viejo comprendió, después de tanto viajar, de tantos malabares y hazañas por ríos y carreteras en búsqueda de Dorados y fabulas de ilusiones, que el único lugar donde vale la pena vivir es en el corazón del ser amado, en la tierra donde están los hijos, en el regazo familiar.

Con la profunda ausencia que nos deja la muerte de un ser tan cercano, pienso en esta gran lección de amor y perdón que mis abuelos nos brindan.

“Germán y Carola”, después de 70 años de amores, 7 hijos, más de 20 nietos y una historia de incertidumbres, nos han enseñado que el amor “hasta que la muerte nos separe” es posible; que hay que luchar por el amor porque en el reino de los sentimientos nada es fácil; pero sobre todo, que hay que saber pedir perdón y perdonar a tiempo… antes que el Ángel de la Muerte fije sus ojos sobre nosotros… y no todos vamos a tener la suerte de vivir 90 años, a menos que lo del Salmo 91 sea verdad, y al leerlo todos los días estemos libres de todo mal y peligro.

Nota: Paz en tu tumba, abuelo. Gracias en nombre de la familia Calle Martínez por el acompañamiento y mensajes de condolencia. Gracias al enfermero Ever Salamanca, de la Fundación “Sabemos cuidar”, por su esmerada asistencia.

viernes, 20 de mayo de 2011

¡GRACIAS SEMANASANTEROS!

Felicitaciones. La magnificencia y el compromiso demostrado por los amantes de la tradición, la cultura y la historia, hicieron que tuviéramos una Semana Santa en Popayán bellísima y sin precedentes.

Nunca me sentí más orgullo de ser payanés que esta semana contemplando sus procesiones. Tanta pasión y entusiasmo de parte de los cargueros, como de las sahumadoras y toda esa multitud de semanasanteros(as) que trabajan para la excelencia manifiesta, motivan a vivir con solemnidad la tradición que más nos identifica y nos debe unir como habitantes de “la ciudad blanca”.

El mito que reza: “La Procesiones de Popayán son las más bellas del continente”, sigue vivo, es cierto y no cabe duda; el mundo entero pudo ser testigo de ello a través de las transmisiones de radio, televisión e interné que se hicieron tanto desde los medios locales, como desde la red de canales de televisión que reseñaron con lujo de referentes históricos cada una de las noches mágicas que extraños y payaneses pudimos vivir con la piel de gallina y nudos en la garganta.
Hay que destacar el trabajo de las mujeres, cada vez más denotativo y protagónico. Baluartes de belleza, compromiso y devoción que hacen de nuestra fiesta religiosa un asunto para la gracia de Dios, con un orgullo ajeno a la vanidad. Porque han sido, y son nuestras madres las que enseñan en casa el respeto y la necesidad de preservar un patrimonio que nos llena de orgullo.
Cada Procesión, al igual que cada acto litúrgico para el cual nuestros sacerdotes sacan a relucir toda la carga poética y significativa “de la pasión y muerte” del Cristo que nos identifica, permitieron seguir construyendo la ciudad amada y sin fronteras que año tras año, con devoción y admiración es visitada por miles de peregrinos.
Los foráneos, los emigrantes, la gente que ha llegado por azar para quedarse a vivir en Popayán, los turistas, los comerciantes y las nuevas generaciones han venido entendiendo que Las Procesiones son un asunto de cultura, pero también de profundas raíces religiosas que tenemos que apoyar y defender; y donde, si no se participa directamente, se respeta y admira sin vacilaciones. ¡Gracias semanasanteros!

domingo, 8 de mayo de 2011

LOS TRINOS DE MARCO ANTONIO

LA MADRE PATRIA Y SUS DEFECTOS



MARCOANTONIOVALENCIA

En la La ciencia y el conocimiento. En La república de las letras tenemos las bases para uno modelo de Estado en paz. Urge la paz.



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MARCOANTONIOVALENCIA

Santos debe Resolver el problema de la violencia antes de entrar en procesos de prosperidad y Tratados de libre comercio. La paz urge.



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MARCOANTONIOVALENCIA

Maestros de escuela y del Estado deben ser y agentes reales de paz. La paz comienza en una educación propia para la paz.



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 MARCOANTONIOVALENCIA

Discursos públicos, alfabetización, promoción de lectura, son elementos de la autoridad moral contra la violencia generalizada del país.



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MARCOANTONIOVALENCIA

Procesos de civilización y alfabetización antes que desarmes.

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 MARCOANTONIOVALENCIA

Las mafias, las pandillas y los grupos armados del comercio ilicito como las farc, bacrin y paras deben someterse a procesos de civilización



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e MARCOANTONIOVALENCIA

Nuestros legisladores deben leer el Leviatan de Hobbes. El Estado es el único llamado a usar las armas y las fuerza para evitar los conflictos

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 MARCOANTONIOVALENCIA

La violencia contra mujeres, niños, minorías étnicas y animales en Colombia no disminuye. Hace falta más que denuncias de prensa. Legislar

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 MARCOANTONIOVALENCIA

La democracia, nos da la paz. La violencia colombiana nos indica que no tenemos democracia, o peor, que la estamos perdiendo.



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valenciacalle MARCOANTONIOVALENCIA

La estupidez colectiva mata tanta gente como as guerras civiles. Si en Colombia no hay guerra, hay estupidez con metralla por ahí...



 MARCOANTONIOVALENCIA

Hay bibliotecas y ferias d libros, pero no se enseña hábitos d lectura ni compra de libros. Un hombre q lee no usa lenguaje d la violencia

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MARCOANTONIOVALENCIA

Estudios demuestran que la imprenta y el libro, han logrado rebajar el espíritu violento de los hombres. Pero en Colombia la gente no lee...



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MARCOANTONIOVALENCIA

La pena de muerte existe en USA por delitos de asesinato y conspiración. En el resto del mundo ya no existe pena capital. En Colombia existe?

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 MARCOANTONIOVALENCIA

SE dan tantos crimines en Colombia como en la sociedad medieval Europea Es la civilización garantía d seguridad? ¿No somos civilizations?



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valenciacalle MARCOANTONIOVALENCIA

La gente en el mundo muere en guerras, genocidios y tiranías… En Colombia se da esa triada?


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 MARCOANTONIOVALENCIA

La vida del hombre en estado natural es pobre y corta, según Hobbies, pues en Colombia...



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 MARCOANTONIOVALENCIA

Pasamos del estado primitivo a Estados organizados. Pero la violencia sigue siendo salvaje ¿por qué?

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MARCOANTONIOVALENCIA

Con tanta violencia en qué acabará nuestra madre patria?



POR MARCO ANTONIO VALENCIA



La maldad es la intuición de aquello que pensamos que algo esta mal.

¡POR FAVOR, NO ME MATEN!

Tal como van las cosas, moriré de pánico antes de lo pronosticado por Ana, mi pitonisa de cabecera. Tantas historias de policías y ladrones, violentos y pendejos, atracos y secuestros, absurdos y dolores, me están matando de pena moral. Con cada día que pasa me estoy suicidando en una especie de eutanasia personal, un harakiri psicológico en medio de un insólito ataque de pánico colectivo. Ya ni el alcohol ni el Viagra me alegran las mañanas. A los treinta y cuatro años soy un pusilánime que comienza a temblar desde las cinco de la mañana y se encierra en el sanitario a escuchar las noticias y a morirse de miedo. Para los demás, tan solo soy un tipo de cantaleta aburridora y babosa al que nadie le para bolas. –¡Cucho quejetas!–me gritan.



Pero yo sé que no soy el único. Somos millones los que estamos atrapados por el pánico, lo que pasa es que los otros se quedan calladitos, por miedo, por cobardes, pero chisss...



Unos grupos armados me robaron la posibilidad de salir a respirar aire puro al campo, pasear o hacer turismo porque me causan pavor “las pescas milagrosas” y los asaltos de los piratas terrestres. Me quitaron la posibilidad de ir a burdeles, tener siete mujeres y un mocito, porque me da miedo contraer el SIDA. Me da pánico fumar Pielroja (como el hombre Malboro) por el cáncer, o fumarme un porrito de marihuana a lo Bod Dylan para escribir poesía, porque quién quita que me armen una operación Milenio y me extraditen. Me atemoriza ir donde el ortodoncista, no vaya y sea que me atraque prescribiéndome un frenillo de varios millones de pesos. Me asusta ir donde un optómetra: desde su Óptica, ya estoy necesitando gafas y eso cuesta un montón de plata y un par de lentes que me harían sentir como minusválido. Me da pánico ir donde un médico alternativo porque seguro necesita clavarme mil agujas o proporcionarme igual cantidad de pastillas, excelentes todas pero carísimas, que mi EPS no cubre. Me da miedo llevar a mi compañera donde el ginecólogo porque seguro le diagnostica una operación por complicaciones que sólo él ve, entiende y conoce. Me acojona comprar una casa porque no quiero empeñarle al Banco mi vida y la vida de mis hijos. Me atemoriza denunciar a un funcionario corrupto porque seguro que al otro día utiliza su “magia” para hacerme aparecer con la boca llena de moscas, a la orilla de cualquier cuneta. Me da pánico ir a bares o discotecas porque de pronto me abordan avivatos para robarme con escopolamina o venderme licor adulterado y me quedo ciego. Me da pánico ir a una iglesia a buscar a Dios porque mínimo tengo que darle un diezmo del diez por ciento de mi sueldo al pastor o al sacerdote. Me da pánico subirme a los buses destartalados de Popayán porque de pronto me bajo con chucha, enfisema, o sin billetera. Me aterroriza denunciar que en Popayán los buses urbanos están desbaratados porque de pronto un chofer se emberraca y me da un varillazo. Me da pánico comer carne o hamburguesas porque temo consumir carne de burro viejo o de perro enfermo molido y aliñado. Me da pánico ser político porque de pronto me hacen un atentado; o, como es el caso, no tengo vocación de mentiroso y me intimidan las calumnias de la oposición. Me da pánico hablar de política con extraños o en público porque de pronto hay infiltrados que quieren sacarme información quién sabe con qué fines.



¡Dios mío, tanto me han robado, tanto me han quitado, que ya casi sucumbo de pánico. Y tan grave estoy, que prefiero morirme solito y en casa, antes que estar en manos de un médico de los de veinte mil pesos la hora...

Por favor, no me maten: yo me mato solito de puro pánico. Y si me enfermo de improviso, por favor, no me lleven a ese hospital universitario de proletos que tenemos. Es horrible. Allí la desolación y la tristeza me matarían. Llévenme derechito al cielo, ¿Sí?

Se los agradezco. Amén.

sábado, 7 de mayo de 2011

EL DESENCANTADO



Son las tres de la mañana y una legión de serpientes me quiere devorar. Son las cinco cuando intento pegar el ojo por enésima vez, pero entresueños veo a una gallina negra que se acerca para sacarme los ojos (las mismas pesadillas de siempre). Me levanto y no encuentro alegrías a mi alrededor: otro díay otro sol sin que el milagro de la vida tenga gracia para mí. Me deslizo hasta el sanitario y el cuerpo me pesa como si arrastrara al mundo a cuestas (y así me sentiré el resto del día). Me miro al espejo y tampoco le encuentro gracia a mi rostro: está triste, macilento; hay un guayabo moral en mí: tal vez he bebido demasiada vida o demasiados sueños. El agua fría no me reanima; al contrario, me hiere como si fueran latigazos, cuchilladas. Salgo de la ducha adolorido. Me visto con lo primero que encuentro a mano, me peino y limpio mis zapatos como un autómata. El café me sabe a hiel, las noticias del diario y de la radio, que eran parte de mis rutinas, ahora me son indiferentes. No siento ánimos de nada; el desencanto es mi único desayuno.

No me atrevo a salir, tengo miedo, un mal presentimiento (hace días lo apaciento, semanas, tal vez meses). Alguien de la casa me saluda y me timbro. Me hablan, pero no sé escuchar. No entiendo lo que me dicen, sonrío con tristeza. Hago un esfuerzo, me valgo de mis mejores recursos y salgo a la calle medroso, en busca de amigos, pero sólo veo los mismos rostros de siempre. Caigo en la cuenta de que no tengo amigos.

Me empeño, busco aire, motivos de fortaleza y subo calle arriba-calle-abajo, pero nada me conforta; todo me atemoriza. Hablo con algunas personas, sonrío a la fuerza, pero nadie nota que estoy deprimido, triste, desolado. A tiro de pistola.

Me da tristeza y me avergüenzo de mí mismo. Me parece una traición personal y una estupidez estar así, y no poder superarlo. Está bien un ratito de tristeza, unas horas de melancolía o un día de malparidez, pero esto ya es crónico. Me da risa de mí mismo; una risa amarga, llena de espinas, de sal, que no puedo con ella. Me gana la malparidez.

No entiendo qué es lo que me pasa, ni los motivos. Se me fue el alma, es todo lo que puedo alegar en mi defensa. Me siento enfermo, pero no tengo ninguna dolencia física. Me da rabia y me autocastigo; me sobrepongo a la adversidad, pero al menor descuido, vuelvo a recaer.

Son las once, me tomo un tinto: nada (será el inicio de cinco jarras de café con la intención de reanimarme, en vano), un cigarrillito para... no sé (me dijeron que la tristeza se pasa mejor con un cigarillito: pura paja).

Y a las doce y media comienzo a comer y a comer y a comer como un desesperado. El pan es barato, y tiene buen sabor. Como pan a la lata. Me voy a engordar como un marrano, pienso, pero no me importa, llevo días comiendo y comiendo. No puedo dejar de hacerlo.

Todo comenzó con un día agitado, chévere: emociones, exámenes y muchos proyectos laborales por delante. Pero al caer la noche terminé tan cansado que me dormí en un sillón y de allí no quise levantarme nunca más. Al día siguiente amanecí hipersensible y las noticias del país me cayeron al hígado (el corazón estaba saturado, tal vez). Aunque cansado, seguí trabajando duro, con la ilusión de unas vacaciones que no me di. (Los maestros son tan ignorantes que no saben que la gente necesita descansar, y dejan mil tareas). Al terminar el año se me cruzaron los cables: el último día de clases me sentí como un zombi: caminaba por inercia. En las vacaciones no estudié, es cierto, pero la preocupación no me dejó descansar y sin darme cuenta caí en un abismo, en un vacío en el que nada tenía valor.

Me siento solo, profundamente solo. No sé qué hacer, ni a quién acudir. Comenzó un nuevo año, sin mí. Estoy en un limbo. ¿Alguien me puede ayudar?

S. O. S. Por favor...

martes, 3 de mayo de 2011

LIBERTAD DE PRENSA?

Día de la Libertad de prensa... pero si son los periodistas los que se amarran la soga al cuello suplicando contraticos de a peso en licoreras deptales.

lunes, 2 de mayo de 2011

LA CHIRIMIA SIN DIABLO

“La Chirimía sin Diablo” es el título de la novela que escribo. En ella intento un homenaje a los músicos que trajinan con la chirimía, y busco asomarme a la música de los negros caucanos, a sus instrumentos, a sus currulaos y alabaos… que nos identifican como gente del Pacífico.
Hay una historia de amor como hilo conductor de la novela. Tiene que ver con un Mestizo y músico timbiano y su relación con la reina del pueblo, una adolescente Indígena con ojitos pardos que sueña con vivir en París. Pero la Indígena, un día sin saber cómo… se enamora de otro y le pone los cuerpos al Mestizo con un Negro de Villarica, que sueña con ser declarado “el señor de la marimba” en el Festival del Petronio Álvarez.
El Mestizo además de su chirimía tiene su grupo musical de salsa, y acompañado de su novia Indígena como corista, peregrina por las fiestas y ferias de Silvia, Piendamó, Miranda, Suarez y Puerto Tejada. En una de esas, se atraviesa el Negro marimbero por la vida de estos enamorados. Y el negro con sus aires de “yo soy el señor de la música”, su movimiento de caderas y su entrega a la faena, conquista esa noche al público, el odio del Mestizo y el corazón de la Indígena.
Los lamentos y las lágrimas del despechado se mecen un tiempo en los violines de los patianos, a donde el Mestizo se va a matar la tusa de su amor sin fortuna. En esas andaba cuando en una caseta de feria bordeña, en medio de un ruido atronador, se le aparece al timbiano su nuevo amor, una mujer Zamba que lo hacen tocar el cielo y componer maravillosas canciones que luego interpretarán Mark Anthony, El Gran Combo y Frankie Ruiz.
Pero hay más. En una epifanía, en un instante de revelación y lucidez el Mestizo repara en el diablo que siempre lo ha acompañado en sus faenas de chirimía, actividad de la que nunca se ha desligado a pesar de la fama y de la salsa. Y cuando quiere saber quién es el diablo enmascarado, y disculparse por haberlo ignorado siempre, descubre que el diablo no es un vecino o un músico frustrado, o la loquita del pueblo que se viste de rojo para pedir monedas… El diablo que anda con ellos es de verdad, el que vive en el averno, el tentador de Eva. Y es allí cuando el diablo le propone el negocio de siempre: “tres deseos a cambio su alma”. A partir de la respuesta del Mestizo la trama de la novela cambia. El Mestizo, un cristiano de pueblo ¿aceptará? Yo no creo. Pero si acepta ¿se vengará del Negro marimbero y de la Indígena enamoradiza? Pero hay más, al Mestizo siempre le ha gustado la política y se acercan elecciones de alcaldes y gobernador. ¿Le sonará la flauta de la política al Mestizo? ¿Accederá el diablo a patrocinarle la campaña? ¿Será el mestizo el candidato del diablo?
Una novela de amor, de lujuria y de traiciones. Una novela que intenta tomar “la foto movida” del Cauca que somos a través de las razas, la música, la política y la cotidianidad folclórica de nuestros pueblos.

domingo, 1 de mayo de 2011

LEYENDO

Leyendo: El juego de Archer de Adrian Pino Varón. Premio XII Bienal Nal de Novela José Eustasio Rivera.

FERIA DEL LIBRO

Todavía no me llega la vejez necesaria para encontrarle gusto a lectura del Quijote, ni repetir como oveja que es el mejor libro de todos los tiempos. MAV

FERIA DEL LIBRO

Después del bodrio Alina Suplicante.. ¿A quién le provoca leer a Juan Vazquez?

MARCHA 1 MAYO

Marcha para dar testimonio y dejar constancia: El TLC nos quitará el trabajo y nos dará hambre.

IMPUGNIDAD

Se murió Sábato, el autor de "Sobre heroes y tumbas"... En Colombia a los héroes los tenemos en las tumbas y a los autores de sus muertes en la impugnidad.