miércoles, 26 de enero de 2011


LA NOCHE DEL TRAPECISTA

PARA CELEBRAR 10 AÑOS COMO COLUMNISTA...

LES PRESENTO UNA ANTOLOGIA CON MIS MEJORES TEXTOS:

LA NOCHE DEL TRAPECISTA

LANZAMIENTO 9 DE FEBRERO.

martes, 25 de enero de 2011

ALMAGUER, CAUCA

En Almaguer hay una mujer de ochenta años abandonada por sus hijos que recorre las calles con un manto negro en la cabeza, llega a los restaurantes y espera con paciencia que le brinden algún bocado; viéndole las arrugas sobre las arrugas y las historias que respiran en sus palabras, uno no puede dejar de pensar en la metáfora de “cien años de soledad”. Las calles principales son adoquinadas y en las esquinas no dice prohibido parquear, sino “Prohibido amarrar caballos”. En la iglesia principal hay una Virgen morena que hace milagros sorprendentes del cual dan fe y testimonio cientos de pobladores que le llenan de flores el altar. En los restaurantes el desayuno consiste en caldo de carne, arepa, arroz con carne frita o presa de pollo, un sabroso pan casero y un tazón de café con leche. El parque principal es un monumento al mal gusto: una plazoleta recién reconstruida en cemento y mal terminado que hace llorar por la nostalgia y el encanto de los parques tradicionales con árboles frondosos y bancas que invitaban a conversar. Hay otro lugar llamado “el parque del amor”, que más que parque, es un jardín de árboles bien cuidados y flores de excelsas fragancias, un lugar mágico que logra trastornar los sentidos y sus duendecillos hacen enamorar y vibrar hasta los huesos a quienes pasan por ahí. Hay también, una leyenda viva con su maldición incluida respecto a una iglesia abandonada, sin puertas y con el techo en el piso que sorprende a los turistas; dicen que debajo de ella hay túneles y tesoros y que una maldición no permite levantar la iglesia que se ha caído varias veces de manera extraña. Hay poetas que llevan el dolor y las alegrías de su pueblo en versos que cuidan celosamente y leen en jornadas escolares y en tertulias organizadas por la Casa de la Cultura. Hay músicos que dicen haber nacido junto con su flauta o sus tambores porque desde que tienen memoria hacen parte de las decenas de chirimías que hay en el municipio. Hay una torre esperpéntica de telefonía celular que se tira la belleza del paisaje de un plumazo… y hace preguntar a los extraños cómo la subieron y por qué sus pobladores dejaron que hicieran semejante monstruosidad justamente allí. Hay un recuerdo latente y palabras agradecidas para con las monjas franciscanas que ya se fueron, pero que durante años rigieron la educación de señoritas en el pueblo. Hay un Señor payaso que acompañado de su hijo es capaz de devolvernos la fe, la risa y la alegría; porque a pesar de los pesares, Almaguer es un pueblo de ensueño, un paraíso en una tierra donde hay esperanzas, muchas esperanzas andando por ahí.

domingo, 23 de enero de 2011

LOS CARNAVALES DE PIPIAN Y LOS JUEGOS CON AGUA



Fotos: El Liberal

Por MARCO ANTONIO VALENCIA

Vuelvo y felicito a la Administración Municipal por la organización de las Fiestas de Pubenza. Pero…, seguimos insistiendo, la comunidad debe responder con “cultura ciudadana” a las convocatorias y eventos públicos que se realizan.
Por ejemplo, sigue siendo un lunar de los carnavales los juegos con agua. Que si en otrora fueron divertidos, hoy son un despropósito desde todas las perspectivas.
Es cierto que el agua –todavía- sigue siendo un bien de dominio público, pero por culpa de la deforestación, la contaminación, la sobre explotación acuífera, el calentamiento global, y el uso de herbicidas, además del considerable aumento de la población… a nivel mundial se prohíbe y se sanciona su desperdicio.
En consecuencia, en Popayán tenemos que redefinir el concepto de “carnaval tirando agua” que existe en el sentir popular de algunos patojos. Las fiestas de Pubenza con guerras de agua para el jolgorio están causando daños al ecosistema, atentan contra el turismo, el comercio, la salud, la seguridad física y el derecho de la libre locomoción de muchas personas que se auto-secuestran por esos días… donde por culpa del juego se presentan accidentes, riñas, abusos físicos y daños a los bienes públicos y privados.
Aventar agua -y harina a los ojos del vecino-, en carnavales no es un una costumbre cívica tradicional, ni un derecho, ni una necesidad vital; se equivocan los que así piensan. Por eso, hay que re- educar en la casa, en la escuela y desde las instituciones para que esto no siga ocurriendo. Estas fiestas nuestras de los eneros de cada año deben y pueden mejorar. Es por eso que tenemos que implementar un “Estatuto para el uso del agua” dentro de las normas del Plan de Ordenamiento Territorial –POT-, que implique educación ambiental y las sanciones correspondientes a quienes desperdicien el agua en cualquier momento y lugar.

jueves, 20 de enero de 2011

MERCADERES, CAUCA

En Mercaderes Cauca todavía la gente se despierta con la paz del trinar de los pájaros y el cantar nítido de los gallos. Pero igual, desde tiempos inmemoriales, es rara la semana que no se acuestan con la noticia de un muerto o un asesinato. Es un pueblo con una larga historia de violencia que tiene que ver con asuntos de mafias, paramilitares, delincuencia común, venganzas familiares y el genio atravesado y celoso de sus gentes. Los viejos de antes, llegaron a decir que era un pueblo donde se trancaban las puertas con muertos; y durante años, muchos justificaron los asesinatos selectivos con argumentos de limpieza social, el que la hace la paga, el ojo por ojo; y el desacato absoluto a las autoridades. Un habitante me dice que el nivel de violencia no ha bajado, sino que en los municipios cercanos los índices criminales han crecido.
Muchos niños mercadereños, a estas alturas del siglo XXI todavía anhelan ser grandes para tener una metralleta que les de poder, y por allí mismo, lograr que los demás los respeten, le teman, lo envidien (y las mujeres) lo quieran. Y si hoy no andan armados, cuando sean grandes serán como sus héroes: policías, soldados, o… mafiosos.
Es un pueblo de mayorías cristianas a pesar de la docena de cultos religiosos que andan enganchando cristianos arrepentidos o ateos indecisos; pero a las jovencitas de hoy no les gusta casarse por religión alguna. Quieren vivir con sus parejas así no más, sin amarres. Y el madresolterismo con padres que responden, parece ser un destino normal, así como irse a aventurar a Cali, o tener la oportunidad maravillosa de subemplearse en la alcaldía. Pocos jóvenes por la pobreza (o la pereza de calentanos que les corre pierna arriba, me dice un padre de familia), aspiran a la universidad, terminado su bachillerato.
Es un pueblo donde todavía quedan familias originales viviendo en caserones con abuelas matriarcales que hacen oficio hogareño todo el día, en contraste de las numerosas flotas llenas de personas desplazadas del Putumayo (y otras regiones), que han llegado en los últimos años para quedarse en barrios nuevos y casas de dimensiones normales. Con los desplazados el pueblo ha crecido, pero por culpa de ellos, dicen algunos, los racionamientos de agua son más largos; y si bien se han abierto otros negocios y el pueblo tiene más movimiento, “con esa gente” han aparecido atracadores y “la seguridad y tranquilidad” de antaño, ya no es la misma. Aún así, durante el día, todas las puertas que dan a la calle permanecen abiertas, y en la mañana, como decía, de todos los solares cantan los gallos y los pájaros…

LA NOCHE DEL TRAPECISTA

Era una noche de aburrimientos repetidos cuando Lupe (que puede llamarse Patricia o Sandra, o de cualquier manera) llamó a un numerito telefónico que apareció en el diario de su preferencia (que puede ser El Tiempo, El Liberal, el Diario del Sur o simple y llanamente El Espacio). El aviso en cuestión hacia referencia “a masajista a domicilio”, que en la mayoría de las veces, todos sabemos, es prostitución a domicilio (aclaro, digo en la mayoría de las veces, porque siempre hay excepciones a la regla. A veces no son masajistas, son ladrones profesionales a los cuales uno llama de manera inocente, prepara aceites, comida, vino y todos esos juguetitos para la acción relajante y resulta que lo que llega es un atracador a domicilio y nos deja con la baba en la boca y sin un centavo para llamar siquiera a la policía. Y lo peor, son ladrones tan pulcros y tan... que ni siquiera se atreven a violar a sus víctimas).

Bueno, Lupe o Patricia, o como se llame la fulana... llama al masajista, pero también llama a su mejor amiga para contarle que esa noche no piensa pasarla de aburrida anhelando la llegada de un príncipe azul, que nunca llega, porque por los pueblos los príncipes azules no asoman y cuando las señoras de pueblo van a las capitales, los príncipes azules no las voltean a ver, porque a ellos no les gusta las pueblerinas, entonces siempre les toca conformarse con un príncipe hechizo, es decir con un marido de pueblo de buena familia y dinero heredado... y todos sabemos que esos holgazanes de las familias de bien, que no son capaces de hacer plata por sí solos tampoco son capaces de hacer feliz a nadie, ni siquiera a su mujer los once minutos que debería durar –según Paulo Cohelo- una jornada conyugal normalita. Conclusión, la mujer, sin príncipe y sin sexo y peor, sin nada qué hacer, se aburre. Y el aburrimiento, como el ocio, es la madre de todos los vicios, desvaríos y prosmicuidades.

Bien, entonces la señora llama a su mejor amiga y le cuenta, porque el chisme es otra turbia pasión de las mujeres desocupadas que además de anhelar un príncipe brusco que las maltrate tipo tele-bobela mexicana “pasión de gavilanes”, andan mirando avisos de prensa para buscar masajistas a riesgo...

La amiga le cuenta a sus otras amigas y entonces mucha gente anda pendiente del asunto -menos el marido de la señora, pobre cornudo inocente-, y todas dicen respecto a su amiga entre risitas que disculpan “es que esa es una loca”, pero a muchas se les hace la boca agua por esa locura (sí es que ya no tienen su locura por allí con su tinieblo consolador de turno); Y partiendo de las premisas que toda mujer mal asistida en cama conyugal busca consuelo a domicilio y, que según el actor colombiano Robinsón Díaz, todas las mujeres que anhelan “una pasión de gavilán” con príncipe latinoamericano es que esta mal tirada (o mal maltratadas, según la feminista francesa Florens Thomas) la cosa se pone color de hormiga para el orgullo masculino.

A todo ese cuento queda el consuelo de los grandes pensadores como Voltaire que intentaba justificar los cuernos de su amante Châtelet (ojo, no de su mujer, sino de su amante) diciendo que toda mujer tiene espíritu libertino y alma de cortesana y no hay que darle más vueltas al asunto. Por ello respetarlas y amarlas con locura y desenfreno queda en el territorio de los poetas, los ilusos y los tontos (Y ojo poeta, iluso y tonto no son sinónimos, aunque en la practica, así parezca).
Bueno, a veces hay maridos que sabiéndose cornudos sacan revolver y ¡pum, pum! arman crimen y chisme pasional. Hombres cegados por el amor que no logran entender que ellas los aman a pesar de sus ronquidos, su barriga de camionero o su chequera menguada, y simplemente se han conseguido “un masajista” para desaburrirse en un pueblo donde no hay nada qué hacer,

Bueno, seguimos: “Era una noche de aburrimientos repetidos cuando Lupe...”

domingo, 16 de enero de 2011

Los carnavales de pipián y el puente del Humilladero

por: Marco Antonio Valencia Calle

Hay que felicitar a la Administración Municipal de Popayán por la organización de Común-arte, pero… tenemos que advertir que el uso de El Puente del Humilladero como Concha Acústica para conciertos musicales no es el más adecuado, y la alcaldía, además de sentar un mal precedente, puso en peligro la vida de miles de asistentes a este evento.

Pero vamos por partes. Primero: Debo aclarar que los carnavales de enero en Popayán se denominan “Las fiestas de Pubenza”, pero se me ha ocurrido llamarlas “los carnavales de Pipían” porque la palabreja “pipián” me parece más castiza para comentar los “chicharrones” incómodos del evento…

Segundo: debo explicar que Común-arte es el espacio creado por la alcaldía de Popayán para incentivar el arte en los niños y jóvenes de los barrios populares. Los ganadores en reñidos eventos de canto, baile, coreografía, teatro y otras disciplinas, se disputan como premio la oportunidad de participar en la final que se realiza en el mes de enero durante “Las Fiestas de Pubenza”. Final que se transmite por televisión, descubre talentos y ofrece premios. Y este año en “El Puente del Humilladero” vimos artistas sorprendentes, que gracias a Común-arte ya no seguirán en el anonimato.

Tercero: Hay que recordar que Popayán no tiene escenarios para la realización de conciertos musicales, y debe acudir a la plaza de toros o al estadio que, por ser sitios privados los alquilan caros. Entonces se recurre a escenarios bajo el control de la alcaldía como el Coliseo (no apto para eventos musicales), o el Teatro Valencia (no apto para eventos populares), y los parques. Dentro de los parques tenemos el parque Julio Arboleda donde esta El Puente del Humilladero, que por desgaste de los años tiene fracturas peligrosísimas, y por el mal uso que se le está dando, sin querer queriendo, se está dañando uno de los monumentos patrimoniales más grandes e importantes de la ciudad y de América Latina.

Cuarto: En los últimos meses la alcaldía no quiso prestarle el Puente a la Corporación Cultura Viva para hacer conciertos juveniles llamados “jueves de puente” por las quejas de los vecinos, pero deja un mal precedente administrativo organizando allí sus propios conciertos, como los de Común-arte.

Quinto: El Doctor en antropología Hernán Torres, en documento remitido a la alcaldía el 20 de octubre del 2010 al señor alcalde de Popayán Ramiro Navia le advierte que no se puede seguir usando el Humilladero para conciertos en aras de prevenir una tragedia. Que El Humilladero hoy día tiene dos fracturas graves en sus arcos centrales por culpa de los impactos de la acústica de los conciertos que allí se han realizado. Que el puente tiene 137 años, y es un trabajo de mampostería sin hierro en los arcos ni en los barandales, y sus pretiles están fijados únicamente con argamasa.

Sexto: Si el Humilladero y los parques que tenemos no sirven para realizar conciertos, esta ciudad en tránsito a la modernidad, debe pensar en la construcción de escenarios adecuados para la realización de eventos públicos; pero mientras tanto, es deber de la Alcaldía hacer esfuerzos para preservar las edificaciones que nos dan lustro y reconocimiento mundial… de la misma manera que debe atender la denuncia del Doctor Hernán Torres, en aras de un “bienestar para todos”, como reza el slogan de turno.

miércoles, 12 de enero de 2011

LOS SOBREVIVIENTES DEL FIN DEL MUNDO

Abrí la puerta, y al tiempo que me santiguaba la tierra comenzó a mecerse como si debajo estuviera el mar queriendo hacer olas. Desde la esquina de la carrera catorce con calle primera vi como el barrio Cadillal se fue desboronando como si sus casas fueran de arena, de la tienda de la esquina un hombre salió corriendo para encontrarse con un chorro de ladrillos que lo aplastaron de inmediato, un automóvil rojo perdió el control, dio una voltereta completa y quedó a dos metros de mi lugar, cuando volví la vista a mi casa estaba desplomandose lentamente, lo suficientemente lento como para permitir que mi padre saliera cual héroe cargando a mis dos hermanos semidesnudos y mi madre inválida del susto. Ellos que salen y la casa que se termina de desplomar levantando un hongo de polvo y dejándonos sin nada, con miedo y una angustia sin nombre.
Pensé que éramos sobrevivientes del fin del mundo.
La madre de mi padre, la abuela Leticia, que se había venido de la finca a pasar la Semana Santa con nosotros estaba en misa, y la primera preocupación de todos fue ir a buscarla. Corrimos a la Iglesia del Cadillal, pero ahí no había nadie, alguien dijo que la misa de ocho era en San Francisco. En el camino, por la calle cuarta subiendo hasta el parque Caldas no encontramos más que escombros, polvo, llanto, gritos y dolor por doquier. La gente a nuestro paso nos pedía ayuda para desenterrar o cargar a sus muertos o heridos y la confusión era total. Mi hermano vomitaba y mi hermanita gritaba histérica a cada escena macabra que nos topábamos, mi madre entró en shock, tenía el color de la muerte en su rostro y sus mandíbulas duras nos asustaban. Mi padre daba zancadas inmensas llevando sobre sus hombros por un lado a mamá y por el otro a mi hermano. De la puerta de la iglesia San Francisco salían nubes inmensas de polvo y cuando menos le esperábamos, de entre ellas, como si fuera un ángel o un fantasma salió el padre Marín tosiendo y sacudiéndose la sotana. Fue él quien nos detuvo y nos dijo que toda la gente estaba en la catedral, que adentro no había nadie.

Eran minutos desesperantes, intensos, dolorosos... en la catedral ya la gente estaba organizada en una cadena humana sacando escombros y cuerpos, y pedazos de cuerpos. Entonces mi padre entró y busco a la abuela. A esas alturas mi hermano tenía los pies sangrantes y mi hermanita se había desmayado dos veces. Yo estaba uniformado de Scout, pues esa Semana Santa prestaba mis servicios de ciudadano como guía de turismo. Ser Scout me salvo la vida. Cada que el dolor, el miedo y la confusión intentaban ganarme la partida, me aferraba duro a la pañoleta, le oraba a san Jorge y me repetía mis deberes y principios aprendidos bajo la tutela del escultismo.

De pronto llegó mi padre con la noticia, la cúpula de la Catedral se había desprendido y la abuela estaba allí. Entonces, como pudo se volvió a echar a la familia a los hombros y nos fuimos en busca de mi abuela Carola. Allá los daños eran menores, todos estaban vivos y pudimos sobrevivir a la histeria de mis tías. La Abuela Leticia, la dueña de un universo más grande que Macondo murió ese 31 de marzo de 1983 en la Catedral de Popayán. Mi padre enloqueció por días. La perdida de todos nuestros bienes, de la casa, haber quedado en la inopia, de vivir de arrimados y hacinados por meses, a nadie le importó.

Gracias a la abuela Carola, otra matrona que no le come cuanto a la adversidad, una mujer sin miedos y sin perezas para trabajar pudimos sobrevivir sicológica y físicamente. La abuela se hizo cargo de todo y de todos. En su casa dormíamos hasta 20 personas entre hijos, nietos y bisnietos. Sus almuerzos familiares de domingo se volvieron de todos los días. Por meses asistimos a su casa una tropa cercana a cien comensales entre parientes y amigos. La entereza, firmeza y ejemplo de la abuela y mis padres hicieron que para mis primos, hermanos y yo, la tragedia no fuera para siempre, que la sonrisa volviera a nuestros rostros, y que por sobre todas las cosas, le diéramos gracias a Dios por habernos permitido conservar la vida y la unidad familiar a pesar de los pesares, del dolor y la tragedia, de la tragedia y de la muerte.

lunes, 10 de enero de 2011

Los carnavales de Pipián

Por: Marco Antonio Valencia

Felicitaciones a la Administración Municipal por el esfuerzo en la organización de las Fiestas de Pubenza. Pero… seguimos insistiendo, este Carnaval nuestro de cada año, no puede seguir siendo escuela de improvisaciones, teatro del vandalismo, suerte de desafueros, desperdicio de agua potable, pretexto para dañar el bien público, burla para los abuelos que reclaman respeto a sus derechos fundamentales, conflicto de vecinos, cosecha de embarazos indeseados, agosto de cacos, panteón de intoxicaciones, feria de accidentes. No señores, esto puede mejorar.
Este carnaval nuestro puede llegar a ser de interés turístico internacional, generadora de ingresos y bienestar, de exhibición de cultura, folclor y lúdica sana. Y los payaneses sabemos de eso, no es gratis tener en nuestra agenda anual eventos como la Semana Santa y un Festival Gastronómico en los referentes del turismo mundial, con reconocimiento de la Unesco.
Excelentes agrupaciones musicales con artistas de antología. Magnificas las carrozas. Bellísimas las reinas. Deslumbrantes los equinos. Excepcional el trabajo de los organizadores. Pero señores, poco de civismo se vio por allí. Y muy, pero muy poca cultura ciudadana a la hora de celebrar y compartir. Y que pena, pero hay que decirlo, es culpa de la administración municipal que tiene en su organigrama una Secretaria de Educación, una Coordinación de Cultura y una Junta pro Carnavales y durante todo el año no hacen nada, pero nada es nada… para enseñar a vivir un evento público.
Es cierto que los carnavales se inventaron para darle vía libre a los desafueros humanos y han sido pretexto para que afloren los bajos instintos del hombre; y para que la gente beba, fume, coma, se trabe, fornique y grite lo que le dé la gana antes de que lleguen los cuarenta días de la Cuaresma Cristiana que inicia el miércoles de ceniza y termina el Jueves Santo. Cuarenta días donde se debería tener abstinencia sexual y deberíamos dedicarnos a fortalecer nuestras creencias con reflexión, oración, penitencia y ayuno. Cuarenta días para pedir perdón por los desafueros vividos en los carnavales porque “el que reza y empata”, será perdonado y llegará al cielo (jummmm!)
Pero los pueblos evolucionan, la civilización hace presencia y los días de energúmenos violadores enmascarados en las calles de pueblos de bárbaros en días de carnaval ya no son aceptables. Los desafueras cercanos al espíritu del bandido deben ser censurados y señalados.
Hoy en día los carnavales en el mundo son pretexto para que las alcaldías, los empresarios, los gremios económicos y los responsables del turismo fomenten además del goce y la fiesta, la economía de sus pueblos. Hace falta salir más allá de la piedra norte de Popayán para darse cuenta que existen carnavales exitosos, seguros, artísticos, cultos y generadores de divisas como en Barranquilla, Rio de Janeiro, Pasto, Venecia, Riosucio, Madrid, para citar tan solo algunos ejemplos.
Así como existe una Junta Pro Semana Santa y una Corporación Gastronómica trabajado todo el año, sería bueno la creación de una Junta Pro Carnavales de Pubenza de carácter mixto funcionando todo el año en pro de fomentar la cultura ciudadana para los eventos masivos de la ciudad cada año.
Ah, y es muy lamentable que los funcionarios públicos responsables de la cultura, el Acueducto y la seguridad, minimicen y desdeñen las justas quejas y los reclamos ciudadanos. Es de caballeros aceptar que hubo lunares y despropósito, y de profesionales indicar que se van a corregir.

martes, 4 de enero de 2011

LOS SACRIFICADOS

por: Marco Antonio Valencia

Para que la sonrisa de la navidad, fiestas de año nuevo y festejos de carnavales fueran posible, hubo mucha gente que debió sacrificar su bienestar personal. Para que la madre pudiera abrazar a sus hijos que viven lejos, para que los nietos volvieran a la finca de los abuelos. Para que la familia se pudiera reunir de nuevo alrededor de una cena, un baile o un familiar enfermo; hubo mucha, pero mucha gente que debió trabajar sin descanso dejando de lado sus ganas particulares de estar de vacaciones, celebrar o visitar a sus familias.

En nombre de todos los colombianos los felicitamos a todos ellos, pero especialmente a los miles de soldados de la patria, que por su sacrificio y abnegación lograron darnos seguridad. A los miles de agentes de policía que estuvieron pendientes como ángeles de la guarda para que muchos colombianos tuviéramos una navidad y un comienzo de año fuera de los peligros que siempre nos amenazan. Gracias al ejército y la policía nacional, hoy mucha gente podemos contar el cuento, estamos vivos, pudimos viajar, celebrar, encontrarnos con nuestra familia, renovar energías, descansar, tener vacaciones.

Sin la policía y el ejército trabajando por todos y cada uno de los colombianos, otro sería el destino de mucha gente. Gracias a ellos tuvimos menos accidentes de tránsito, menos niños quemados con pólvora, más gente libre de secuestros, asesinatos y robos. Policías y soldados han demostrado con su sacrificio que son hombres de acero, que tienen palabra de hombres, porque con su actitud y sacrificio han logrado honrar sus juramentos de proteger la vida y bienes de todos los colombianos.

El tiempo que ellos le han robado a sus amores, a su familia, a sus sentimientos, a sus propios destinos, no tiene compensación. Tiempo que se va no vuelve dice un dicho popular, pero la gratitud de todo una nación hacia ellos, es una energía positiva que se les envía y les debe llenar de bendiciones. Nuestro agradecimiento es una oración inmensa que por la ley de la vida se les debe multiplicar, porque nos nace del corazón.

Además de los miembros de las fuerzas armadas, la policía y la gente que trabaja en las empresas de seguridad, tenemos a toda esa gran familia del sector salud. Ellos también pusieron su cuota de sacrificio: médicos, enfermeras, auxiliares, bacteriólogos, paramédicos, choferes de ambulancias, etc., estuvieron día y noche en hospitales y clínicas salvando vidas. Gracias a todos.

Los comerciantes, otros sacrificados. Gracias a ellos, que trabajaron todos los días de fiesta hasta largas horas de la noche mucha gente pudo tener una buena cena, un regalo, un vestido, un detalle para compartir en familia. Que sus ganancias se multipliquen y la prosperidad sea su recompensa.

En fin, hay mucha gente por agradecer. Con esta columna de prensa, hago un llamado para que cada persona agradezca a las gentes que le permitieron vivir o sobrevivir mejor estas fiestas: a cocineros, empleados, choferes, escoltas, empresas de servicios públicos y privados que con su trabajo y sacrificio nos dieron la posibilidad de ser un poco más felices, en una época que por lo general es muy estresante y está llena de peligros. A todos ellos, que Dios los guarde.

domingo, 2 de enero de 2011

PROTAGONISTAS DE ABDUCIONES

En el mundo mucha gente ha sido secuestrada –o contactada- por ovnis (objetos voladores no identificados) que las reacciones conocidas frente a este fenómeno son muy diversas. Hay quienes cuentan su experiencia al público a través de los medios masivos, otros se vuelven estudiosos del asunto, muchos pasan al mundo de los trastornados psiquiátricos, y se sabe incluso de personas que se sienten tan estúpidos ante semejante experiencia tan ilógica para su lógica, que se quedan callados deseando creer que la cuestión es parte de su imaginación.

Cuando tenía nueve años vi mi primer extraterrestre, eran las cinco y media de la mañana, estaba en la finca de mis abuelos en el valle del Patía y salía todavía dormido a buscar un naranjo para orinar. Nos encontramos de frente, era como un hombre buzo, con tanque de oxigeno y careta. Nos miramos un lapso de tiempo largo hasta que me hizo señas para que me acercara, pero lo que hice fue gritar a todo pulmón ¡Abuuuelaaaa, un monstruo! Y eché a correr como Dios manda en casos de emergencia.

La abuela salió tizón en mano dispuesta a defenderme de alguna fiera hambrienta; echó un vistazo por los cuatro puntos cardinales donde estaba, pero al no ver nada y lamentando la arepas que se quemaban en la cocina, me dio un ramalazo con la escoba para que dejara de llorar y decir pendejadas. Sobra decir que ese mismo día abandoné la finca, que nadie me creyó el cuento, y que algunos mayores me acariciaban la cabeza felicitando a mi papá por “la imaginación tan desarrollada del pelao”; y por supuesto, ya sabrán lo que pasó años después cuando vi un buzo –por primera vez y de verdad-, en la televisión.

La experiencia me dejó cicatrices: me volví hosco y tímido y nunca más volví a salir a jugar a la calle, y para llevarme al colegio tuvieron que amansarme primero como a una mula, pues me asustaba la idea de salir de casa a encontrarme a “un coco” como los llamé en mi inocencia infantil, pero luego fueron mis amigos imaginarios (¡!)

Alguna vez conté la historia en el colegio, y fui el hazme reír de todos, y por poco me quedo con el mote de “mar-ciano”. Entonces decidí callar, hasta cuando hiciera falta recordar. Y el asunto es que ahora, los volví a ver.

Hablar del asunto es complejo por lo subjetivo y la proyección mental que se necesita para siquiera tomárselo en serio. Tener la capacidad mental para comprender que no estamos solos en el universo y que existen otros seres inteligentes en él, además de abrir nuestro ser, alterando la conciencia, es complicado.

Una conciencia “adecuada” es la antena que permite una comunicación física con un ser de otro mundo pero de éste universo. El cielo es su territorio. Es más, hay estudiosos que dicen que los Ángeles, hadas, demonios, espíritus, dioses, monstruos o vampiros son solo extraterrestres que han venido del cielo de visita a la tierra; y que mucha gente ciega por sus creencias religiosas los trata de dioses o demonios sin prueba alguna.

La historia de la humanidad, de sus continentes y sociedades, esta llena de relatos sobre visiones de objetos voladores: desde Grecia hasta nuestros días los testimonios nos siguen asombrando. Son experiencias paranormales con seres de otra realidad llamadas de diferente manera: extracorporales, místicas, psíquicas, espirituales, es decir, son asuntos que están fuera del concepto tradicional y cultural de la realidad que tenemos y manejamos y que muchos niegan por su propia paz mental.