lunes, 30 de junio de 2008

Valiosas producciones literarias

COMENTARIO LIBRO: EL PROFESOR ESPANTAPAJAROS


Escrito por Álvaro Grijalba Gómez
Friday, 27 de June de 2008
periodico EL LIBERAL


Una importante producción a nivel literario se viene dando en nuestro medio y un destacado grupo de poetas y escritores payaneses y caucanos, han lanzado a la opinión pública sus obras literarias, con un gran contenido poético y una exquisita narrativa.

Constituyen incuestionable aporte a las letras caucanas, payanesas y colombianas, pues condensan un trabajo limpio y franco de experiencias espirituales o vivencias reales, que buscan llegar al lector enmarcadas en lenguaje fluido, limpio y abierto.

Hace algunos días el reconocido y brillante escritor payanés Marco Antonio Valencia Calle, Licenciado en Literatura, Magíster en Filología Hispánica, Especialista en Pedagogía de la Lectura y la Escritura, Columnista de este Diario y Director de la Fundación Diario Amanecer, dio a la luz pública su obra “El Profesor Espantapájaros”, un bello relato que convoca a todos, especialmente a los niños y a las nuevas generaciones, a defender la naturaleza de esos inconsecuentes depredadores del medio ambiente.“

El Profesor Espantapájaros” saluda a sus alumnos y les dice…“yo creo que es importante que ustedes además de conocer aspectos de la fauna silvestre como sus características físicas, hábitos y comportamientos, conozcan el ecosistema que les permite vivir…”, y se trenza en unos diálogos amenos y elementales con sus discípulos para enseñarles el amor por la naturaleza, las aves, los animales, la flora y la fauna silvestre que los rodea.

Es toda una lección de ecología en un lenguaje sencillo y despojado de los formalismos de la alta literatura a la que nos tiene acostumbrados el autor, para que los niños asimilen el mensaje que éste pretende con su obra hacer llegar a las conciencias infantiles de nuestra sociedad.

Nos sumamos a los miles de aplausos recibidos por nuestro queridísimo amigo y colega Marco Antonio Valencia por su nueva salida intelectual, que refleja una vez más la virtuosidad de su espíritu literario.

domingo, 29 de junio de 2008

¿Y LAS VACACIONES PARA QUÉ?

por: MARCO ANTONIO VALENCIA
valenciacalle@yahoo.com

Las vacaciones son para perder la virginidad. Para darle una vuelta al corazón, visitar a Dios, confesarse, auto-perdonarse y comulgar, si es que somos católicos.

Son para reír y para escribir poemas contra algo, en un cuaderno viejo en medio del desencanto o la felicidad, las tardes amarillas y el olor de las flores en los jardines del vecindario. Las vacaciones de medio año son para calentar el alma en alguna playa, una piscina de patio, en los potreros de la finca, en el calor del hogar, en compañía de los seres que amamos, en el regazo del ser que envejece a nuestro lado.

Las vacaciones son para descansar el cuerpo, la mente, el espíritu, las manos de los desafueros sociales y profesionales… y por supuesto, para escapar de las jaulas donde laboramos, estudiamos o simplemente estamos gran parte del año. En vacaciones hay que dejarse consentir de las personas que nos quieren; y amar y regalar ternuritas a quienes amamos. Incluso hay que aprovechar para perdonar a los jefes idiotas, los profesores imbéciles y los padres aburridos. Hay que dormir hasta tarde, olvidarse de las madrugadas, las agendas, las tareas… hacer locha y pereza…

Hay que elevar cometas, hacer muñecos en plastilina, jugar ajedrez, ordenar el cuarto, salir de casa, llamar y saludar a los viejos amigos, leer esos libros que nos aguardan, salir a caminar por los nuevos barrios de la ciudad.

Es posible quedarse en casa sentados haciendo nada, mirando un atardecer mientras escuchamos música; o asaltar la cocina y explorar el gusto y la imaginación con los ingredientes. O también dedicarse a ver las películas o la tele sin tregua. A veces cantar, disfrazarse y bailar brinda felicidad y oxigena el cuerpo.

Si quisieras recuperar algo perdido, las vacaciones sirven también para hacer deporte, e incluso se puede ir a un gimnasio, inscribirse a un club de montañismo o ir de vacaciones recreativas.
En vacaciones hay que visitar obligatoriamente a los abuelos, hablar con ellos, escuchar sus historias. En vacaciones hay que buscar novia, salir a pasear con el perro, darle una vuelta a la finca, ir al río… viajar a otras ciudades para conocer la vida y la ciudad donde habitan esos familiares que casi nunca vemos.

En vacaciones mira el cielo, respira despacio y haz lo que te de la real gana… siempre y cuando no te hagas daño, ni le hagas mal a nadie. El tiempo, las ideas y la felicidad son tuyos.
Disfruta.


.

miércoles, 25 de junio de 2008

LA TRAMPA

MARCO ANTONIO VALENCIA
valenciacalle@yahoo.com

Un computador y los enredos virtuales que me ofrece interné son parte de mi cotidianidad. Y aunque me parece una maravilla vivir en estos tiempos para poder disfrutar los milagros tecnológicos, de igual manera reconozco que la red es una trampa, una adicción con nombres como: Chat, blog, web, o de comunidades virtuales como el H5, Myspace y Facebook.

Son miles las horas, que sin querer queriendo, se pierden frente a un computador en las relaciones virtuales. Por mayor esfuerzo que se haga para realizar actividades pro-activas y benéficas, por tener referencias interesantes, páginas seguras y amistades valiosas, y hasta cero tolerancia con iniciativas degenerantes al ser humano como la pornografía, la delincuencia, las cadenas de mensajes para ilusos y la mercadotecnia barata; la red, insisto, es un vicio que me ha robado no solo la identidad, sino el tiempo, las imaginación y la mente.

Es una maravilla conocer gente de todo el mundo a través del interné, charlar con ellos y tener acceso de manera personalizada con personajes de importancia internacional a través de Facebook; como lo es también, el poder crear de manera fácil, sin pagos adicionales un medio de comunicación tan poderoso (en la medida que tiene lectores a nivel mundial), un blog, una emisora o un periódico virtual, para decir, publicar y hacer lo que me da la gana sin someternos a la voluntad de empresarios tradicionales.

Es un prodigio saber que teniendo un computador puedo grabar un cedé de música, hacer y difundir una película, publicar un libro y vender mis productos artesanales a clientes del orbe; pero el costo, insisto si económicamente no es alto, es preocupante porque el tiempo se me va volando enganchado al sistema y la tecnología. Y ya sabemos que el tiempo es oro.

La experiencia con el blog www.popayancity.blogspot,com (un espacio en negro para opinar desde la ciudad blanca) me tiene feliz y asombrado. Es increíble que en cinco meses (marzo-junio) se tengan más de trece mil visitas. Y la experiencia en Facebook me tiene descrestado, pues a través de ella me escribo todos los días con oenegés, personajes, líderes, escritores y periodistas del mundo en búsqueda de relaciones en beneficio de mi trabajo.

Y desde Yahoo, puedo enviarle mensajes a casi tres mil personas de manera instantánea… pero a pesar de todo ello, me sigue “rayando la cabeza” el demasiado tiempo que debo invertir en estos menesteres, la adicción virtual, la perdida de mi privacidad y las trampas de ínter nauta en las que he caído. ¿quién podrá ayudarme?

lunes, 16 de junio de 2008

COMENTARIO AL LIBRO EL PROFESOR ESPANTAPÁJAROS


Creo que los animales ven en el hombre un ser igual a ellos
que ha perdido de forma extraordinariamente peligrosa el sano intelecto animal,
es decir, que ven en él al animal irracional, al animal que ríe, al animal que llora, al animal infeliz.
Friedrich Nietzsche

Sólo obedeciéndola se doblega a la naturaleza.
Francis Bacon



El Profesor Espantapájaros


Marco Antonio, el adolescente amo en experiencia y alegría las enseñanzas de escultismo del otro niño-hombre Baden Powell, por este camino llego a ser uno de los pocos y primeros scouts en el Cauca a tener el honor de portar en su uniforme la insignia de Conservador de la naturaleza, un oso panda -especié en extinción- sobre una flor de lis. La memoria me trae el recuerdo agradable de verlo en su casa, a la madrugada, lleno de felicidad, el primer día que orgulloso portando la insignia, hicimos nuestro primer viaje de aventuras a Bogotá.
Marco Antonio, nos sorprende en cada momento que toma un lápiz y escribe. Sus poemas que le cantan a lo cotidiano que no lo es. Sus novelas que escriben al imaginario de su amada Popayán y de las personas en la valentía de ser, humano. Las columnas en lo justo de su ciudad, colocándolas las cosas en su dimensión para tomar correctivos, aún haciéndonos reír.
Ahora el escritor nos trae un cuento de niños que es y no lo es como en la historia de Momo, un cuento que le canta a la vez a la gloria de ser maestro, a la eternidad de la tierra como madre del hijo hombre, que se porta como un mal hijo, no cuidándola, pero por sobre todo a los lazos indescriptibles de la amistad. Es a su vez un canto a la felicidad rutinaria de la vida escolar con los amigos de la niñez, que al final son los mejores de la vida.
El Libro de Marco Antonio Valencia “El Profesor espantapájaros”, viene a ser todos y ninguno de los siguientes prodigios:
Es un cuento de aventuras, ya que cada intervención del protagonista es una lección de ingenio con viajes imaginarios.
Es un libro curioso, en que cada alusión a una característica inigualable o especial de un ser vivo despierta hambre de conocimiento.
Es una historia mágica porque la historia en sí relaciona otros mundos diferentes y únicos.
Es una lección poética de naturaleza, amándola a través del conocimiento.
Es un libro sencillo, corto, lo corto y bueno, doblemente bueno, pero también habla de los amigos, de la infancia, de los extraños y maravillosos seres que la providencia escogió para ser profesores, que se convierten en tus amigos
El poeta ha entendido como pocos que nuestra existencia misma depende del equilibrio delicado con el resto del planeta, que lo sacro junto con lo práctico está íntimamente relacionado, un visionario igual a los maestros de la Atlántida que hablaron antes que cayera el todopoderoso continente, de lo peligroso del manejo inapropiado de los poderes naturales. Y esto en su especialidad que solo se consigue educando, no como han enseñado que la educación son miles de tareas, lecciones de memoria, sino con risas, historias, el ejemplo personal, la fantasía. Un espejo del personaje del libro.

Lic. Gustavo Adolfo Constaín R.
Santiago de Cali, junio 12 de 2008 año de nuestro señor
moldergc@yahoo.com

sábado, 14 de junio de 2008

IMAGENES LANZAMIENTO LIBRO


El escritor ilustró al público sobre lo difícil
que es hacer una carreta de literato y divirtió a los
asistentes con anécdotas sobre su oficio.



El grupo Musical del Sena, dirigido por Clara Ocampo
acompañó al autor de El Profesor Espantapájaros, con un soberbio concierto que incluyo entre su repertorio canciones como: razón de vivir, de Mercedos Sosa; usted, de Diego Torres; gotas de agua de Juanes, y te quiero tanto.



El poeta de la calle, Elvio Cáceres, le brindó un homenaje a Marco Antonio Valencia, declamando poemas dedicados a la defensa del Medio Ambiente, y en su generosidad, dijo que gracias al escritor Valencia, se había iniciado en la escrituras de poemas con esta temática

fotos 13 junio lanzamiento del libro EL PROFESOR ESPANTAPAJAROS


En la presentación del libro, acompañaron al escritor Marco Antonio Valencia
el filósofo Omar Lasso, la ambientalista Lucy Amparo Bastidas
y el escritor Gustavo Adolfo Constain, quienes hicieron las valoraciones
respectivas sobre el libro desde varios puntos de vista, que orientaron a los lectores
sobre los puntos más sobresalientes de la obra.


LLeno en su totalidad estuvo el auditorio de la Agencia Cultural del
Banco de la República de Popayán, en la presentación de esta obra que
busca cultiva en los niños y adolescentes la emoción por el conocimiento de la naturaleza
la fauna y la flora.




El pianista Henry Cubillos, presentó dos pienzas musicales de su propia autoria, para celebrar el lanzamiento del libro y acompañar al escritor, en su propuesta literaria en favor de la naturaleza en su denuncia contra los depredadores.




Momento esperado: la lectura del primer capítulo del libro por parte del autor. Quien estuvo acompñado de importantes personalidades de la cultura, la educación, los medioambientalistas, las autoridades, los amigos y familiares quienes recibieron la gratitud del autor por su asistencia a un evento mágico y especial en la vida de un escritor.




"Este libro es un llamado para ayudar a salvar el mundo, una invitación a convertirnos en los héreos de los ciudadanos del futuro, una oportunidad de conocer lo bello y lo sorprendente de nuestra naturaleza a través de la literatura, la cuenteria y la emoción de libros que narran y cuentan sobre el entorno de nuestra realidad".

domingo, 8 de junio de 2008

el 13 de junio lanzamiento libro



INVITACIÓN
LA FUNDACIÓN
DIARIO AMANECER
INVITA
A LA PRESENTACIÓN DEL LIBRO
"EL PROFESOR
ESPANTAPÁJAROS"
DEL ESCRITOR
MARCO ANTONIO VALENCIA CALLE
viernes 13 DE JUNIO
6:30 PM
AUDITORIO BAN-REPÚBLICA -POPAYÁN
"una enérgica denuncia contra los depredadores de la naturaleza
“Un libro maravilloso para los niños y jóvenes de Colombia”

“Una enérgica denuncia contra los depredadores del medio ambiente”

“Un paseo por los santuarios naturales más bellos e impresionantes del país”

jueves, 5 de junio de 2008

DECLARACION DE AMOR POR EL ROCK

por MARCO ANTONIO VALENCIA CALLE


Hace falta estar en un concierto de rock, o al menos en una taberna de buen sonido y excelente repertorio, para enamorarse del rock.

Aquí sí, como dijo Santo Tomas: viendo creo, o mejor: escuchando me convenzo. Y ojo, el que escucha rock de primera mano, jamás dejará de hacerlo. Porque el rock de inmediato se convierte en su religión. Es una experiencia que entra por los oídos, pero como si entrara por la sangre. Es como un virus sin vacuna que se instala en uno, y se queda para siempre.

La música rock es impresionante: te llena de energías, de ganas de vivir, te infla el corazón y te invade una sensación de libertad sin nombre. No en vano los verdaderos rockeros son los mejores exponentes de la sencillez y la inteligencia humana.
Un rockero ama los sonidos, las voces y el movimiento, y sabe que no hay límites entre el cielo, sus esperanzas y su música.

Yo no he sentido la mano de Dios sobre mi corazón, ni su voz, ni sus mensajes, a pesar de mis ruegos, pero si he sentido el milagro de su música hecha carne, atravesar mi espíritu, lacerar mi corazón y transformar todos mis paradigmas. Y si la música es la voz de Dios. Los ángeles son cantantes de rock; y si la felicidad se da mejor bailando, entonces a Dios se alaba danzando rock. A través de la música he conocido los milagros de Dios y su amor. Y no es una blasfemia.

Uno no puede pasar indiferente por la vida después de escuchar un buen concierto de rock. La vida te cambia, la perspectiva de mundo es otra, la música te llama, y el espíritu del rock te ilumina. Es una experiencia única y sin precedentes.

Una buena canción de rock te abre la imaginación, te vuelve creativo, te arranca lágrimas, gritos, sudor, escalofríos; y por supuesto, todos los males que habitan el cuerpo se van. El rock sana: sana el cuerpo y sana el alma.

Hay quienes prefieren usar drogas y alcohol para escuchar rock: mala cosa, no hace falta. Los verdaderos rockeros no necesitan de adictivos, de drogas alucinógenas, de alcohol o tabaco, su adicción es la música. El rock abre tanto la mente, el espíritu, y la inteligencia, que a partir de la primera comunión con él, los gustos, el pensamiento, el estilo y las ideas de una persona pueden comenzar a transformarse. Ya la vanidad se extingue, la soberbia se va, la violencia lo abandona…

El rock es increíble. Y su poder curativo energizante y catártico no tiene explicación. El rock, es un llamado individual, una comunión personal, una religión para elegidos porque no todas las personas tienen el modo, el oído, el gusto, el valor y la sensibilidad necesaria para escucharlo.

Alimentarse con rock es otra cosa, es como alimentarse con supervitaminas y convertirse en superhéroe. Las alegrías de un rockero en un concierto no tienen nombre, no se pueden describir; igual sus tristezas, que pueden ser infinitas, inexplicables.

Los sonidos del rock no rompen los oídos, te ponen la carne de gallina y te estremecen hasta el alma, te arrastran la vida y te acorralan el corazón. El que escucha rock no puede ser, y no es mala gente. El que escucha rock debe y necesita ser un ángel bueno, porque es un elegido. Los rockeros no aman cualquier cosa, viven el amor y se desgarran por un sentimiento profundo: la música; y por supuesto, la poesía.

Nota: Gracias a José Antonio de la Estella por su invitación de tres días para escuchar rock en los mejores “metederos de Cali”, donde pude sentir, escuchar y vivir el rock en todo su esplendor. Fue una experiencia chévere, y muy bacana.

DECLARACION DE AMOR POR EL ROCK

por MARCO ANTONIO VALENCIA CALLE




Hace falta estar en un concierto de rock, o al menos en una taberna de buen sonido y excelente repertorio, para enamorarse del rock.


Aquí sí, como dijo Santo Tomas: viendo creo, o mejor: escuchando me convenzo. Y ojo, el que escucha rock de primera mano, jamás dejará de hacerlo. Porque el rock de inmediato se convierte en su religión. Es una experiencia que entra por los oídos, pero como si entrara por la sangre. Es como un virus sin vacuna que se instala en uno, y se queda para siempre.


La música rock es impresionante: te llena de energías, de ganas de vivir, te infla el corazón y te invade una sensación de libertad sin nombre. No en vano los verdaderos rockeros son los mejores exponentes de la sencillez y la inteligencia humana.
Un rockero ama los sonidos, las voces y el movimiento, y sabe que no hay límites entre el cielo, sus esperanzas y su música.


Yo no he sentido la mano de Dios sobre mi corazón, ni su voz, ni sus mensajes, a pesar de mis ruegos, pero si he sentido el milagro de su música hecha carne, atravesar mi espíritu, lacerar mi corazón y transformar todos mis paradigmas. Y si la música es la voz de Dios. Los ángeles son cantantes de rock; y si la felicidad se da mejor bailando, entonces a Dios se alaba danzando rock. A través de la música he conocido los milagros de Dios y su amor. Y no es una blasfemia.


Uno no puede pasar indiferente por la vida después de escuchar un buen concierto de rock. La vida te cambia, la perspectiva de mundo es otra, la música te llama, y el espíritu del rock te ilumina. Es una experiencia única y sin precedentes.


Una buena canción de rock te abre la imaginación, te vuelve creativo, te arranca lágrimas, gritos, sudor, escalofríos; y por supuesto, todos los males que habitan el cuerpo se van. El rock sana: sana el cuerpo y sana el alma.


Hay quienes prefieren usar drogas y alcohol para escuchar rock: mala cosa, no hace falta. Los verdaderos rockeros no necesitan de adictivos, de drogas alucinógenas, de alcohol o tabaco, su adicción es la música. El rock abre tanto la mente, el espíritu, y la inteligencia, que a partir de la primera comunión con él, los gustos, el pensamiento, el estilo y las ideas de una persona pueden comenzar a transformarse. Ya la vanidad se extingue, la soberbia se va, la violencia lo abandona…


El rock es increíble. Y su poder curativo energizante y catártico no tiene explicación. El rock, es un llamado individual, una comunión personal, una religión para elegidos porque no todas las personas tienen el modo, el oído, el gusto, el valor y la sensibilidad necesaria para escucharlo.


Alimentarse con rock es otra cosa, es como alimentarse con supervitaminas y convertirse en superhéroe. Las alegrías de un rockero en un concierto no tienen nombre, no se pueden describir; igual sus tristezas, que pueden ser infinitas, inexplicables.


Los sonidos del rock no rompen los oídos, te ponen la carne de gallina y te estremecen hasta el alma, te arrastran la vida y te acorralan el corazón. El que escucha rock no puede ser, y no es mala gente. El que escucha rock debe y necesita ser un ángel bueno, porque es un elegido. Los rockeros no aman cualquier cosa, viven el amor y se desgarran por un sentimiento profundo: la música; y por supuesto, la poesía.


Nota: Gracias a José Antonio de la Estella por su invitación de tres días para escuchar rock en los mejores “metederos de Cali”, donde pude sentir, escuchar y vivir el rock en todo su esplendor. Fue una experiencia chévere, y muy bacana.