viernes, 23 de mayo de 2008

EL BAZAR DE LOS HIPÓCRITAS

POR: MARCO ANTONIO VALENCIA
valenciacalle@yahoo.com

Me levanto dispuesto a crear un mundo distinto. Cualquier día es perfecto para inventar, me asomo a la ventana, y recuerdo que en la biblioteca hay un libro que no he leído, una especie de novia abandonada que añora mis caricias.

El mundo tiene que ser inmaculado, transparente, casi blanco. Un pueblo con familias numerosas y perfectas, sin mongólicos, ni homosexuales, ni discapacitados, ni meretrices, ni abogados, ni fanáticos, ni comerciantes, ni torcidos, ni políticos, ni estafadores, ni uniformados, ni esquizofrénicos, ni poetastros, ni tarados, ni desplazados, ni extranjeros, ni negros, ni indios, ni comunistas, ni pobres, ni ancianos, ni apellidos rancios, ni… un reino perfecto, lleno de luz, riquezas e hipócritas por montón.

En este mundo, cuando la gente hable sus palabras serán de alabanzas, mimos y mentiras. Reinará la sutileza y las palabras disimuladas, se educará para la hipocresía, se idolatrará sin méritos a cualquiera, y se tirarán flores a los cerdos. Se estrechará la mano, se abrazará, se le sonreirá y se negará al otro antes de venderlo, negarlo y traicionarlo.

En mi mundo, el que diga la verdad, el que se atreva a criticar o cuestionar, el que pronuncie a destono una realidad, el que evidencie el dolor, la podredumbre, la pobreza, la incapacidad, la inseguridad, o el mal funcionamiento de las cosas, las instituciones o la gente, será desterrado, descalificado y silenciado.

En mi mundo se enseñará a hablar a espaldas, sin sostenerle a nadie; la universidad de la vida diplomará de chismosos, insinceros, embusteros, falsos, lambones, sapos y morrongos, al que quiera. Las mujeres controlaran la sinceridad de sus maridos a cantaleta limpia; los patrones tendrán controlada la lengua de sus empleados con amenazas; las iglesias y los medios de comunicación formarán la mentalidad de los falsos, de los judas, de los fariseos y fingidores. La ley y las autoridades será el terror de los que hablen con franqueza.

Seremos felices en las mentiras, porque todo será bueno, bello, seguro, feliz, excelente, de mermelada con rosas. Los periodistas serán lambones a morir, y las mentiras de los políticos que prometen y le dicen a todo “si”, no avergonzarán a sus hijos, ni siquiera a sus conciencias.
Me tomo un sorbo de café, me desperezo, me digo que ese mundo es imposible. Que ni siquiera cabe en la imaginación, que no vale la pena. Porque una sociedad sin críticos, sin debates, sin puntos de vista diferentes, sin verdades… es demasiada pobreza mental.

sábado, 10 de mayo de 2008

NO TODAS LAS MADRES SON BUENAS

No todas las madres son bonitas ni todas son buenas. Hay madres malas, deficientes, descarriadas, descaradas, deschavetadas, putongas, delincuentes y hasta perversas. Mujeres que son un fiasco como progenitoras y en vez de dar alegría a un hogar dan vergüenza o lástima. Por ejemplo:
Hay mamás tan manipuladoras y torturantes que no dejan actuar ni pensar a sus hijos(as) por sí mismos, y son ellas las que deciden desde quien debe ser su novia o esposa, pasando por la carrera profesional a elegir, hasta la forma de vestir y el comportamiento de su hijo en cada acto de la vida, entre otras.
Hay mamás alcahuetas que permiten que sus hijos hagan y deshagan en este mundo como les dé la real gana. Les patrocinan las pataletas, las peleas, los vicios, los comportamientos estúpidos y delincuenciales por “puro amor” y terminan criando desadaptados sociales que todos rechazan y nadie quiere.
Hay mamás sobreprotectoras que no dejan hacer nada al pobre hijo. Si por ella fuera masticaban su comida y defecaban por él a la hora del estreñimiento. No consienten nada con su vástago, y todo le hacen y todo le dan. Y después no se preguntan porqué tienen hijos tan tontos e incapaces.
Hay madres de hogar que no respetan a sus hijos y sin importar la imagen de mujer sagrada pura e intocable (para sus hijos y marido), se dedican a gozar sus vidas de viejas libertinas y putongas delante de ellos o simulando dignidades que no poseen pero todos conocen. Viejas que no merecen respeto, consideración ni regalos porque han matado en sus hijos la ilusión y la imagen de una madre buena.
Hay mamás descuidadas que dejan tirados a sus hijos al cuidado de sirvientas o abuelitos desvalidos y ciegos, o se los tiran al papá y se olvidan de ellos para irse detrás de sus propias ilusiones o de cualquier tipo que les pinta pajaritos en el aire.
Hay mamás irresponsables e ignorantes que cuando no están embarazadas están fornicando para volver a quedar embarazadas. Mujeres que se dedican a parir y a parir sin atajos en medio de pobrezas escalofriantes sin pensar en el No futuro que tendrán sus hijos. O peor, que tienen hijos e hijos sin importarles saber quién es el padre.
Hay mamás analfabetas que descargan todas sus iras y culpas, traumas, sinsabores y tropiezos de la vida en sus hijos, y por eso todo el día les dan garrote como a violín prestado. Madres que no quieren a sus hijos, sino que los odian ya porque les dañó el cuerpo, las convirtió en madre soltera, las hizo renunciar a una carrera, o fue el motivo para tener que casarse.
Hay madres tan perversas que se hacen preñar solamente para agarrar marido, y luego, el pobre hijo se les convierte en estorbo, y peor si el tipo no cae en sus garras de vieja descocada, entonces se dedican a criarlos con sentimientos de venganzas para que un día maten a su padre.
Y así, hay mil madres más que no merecieron un saludo en el día de las madres. Y más les hubiera valido quedarse sin hijos como dice Nechi: “para andar felices por el mundo y emprender el oficio de parirse a sí mismas”.